[Escrito el 26 de noviembre de 2020]
En sus alocuciones, que han sido muchas, el
presidente Luis Abinader utiliza como estrategia echarle la culpa al gobierno
pasado de cualquier evento que considere negativo, aun cuando haya sido
provocado por sus decisiones. En una de sus recientes participaciones se le
preguntó sobre el rápido endeudamiento que lleva su gobierno, el cual en menos
de 100 días ha superado los cinco mil millones de dólares. La respuesta del
presidente Abinader era previsible: le echó la culpa al gobierno pasado, señalando
que “todos esos préstamos ya estaban aprobados por el Gobierno anterior.” Era
lógico que dijera algo así para salir de abajo de un camión, pues nunca en la
historia dominicana un gobierno se había endeudado tanto en tan poco tiempo.
Olvidó, sin embargo, el presidente Abinader que
fue su Congreso el que aprobó el 3 de septiembre la Ley 222-20 de Presupuesto
Complementario. En el Artículo 6 de esa ley se autoriza al Poder Ejecutivo “a
concertar operaciones de crédito público mediante la colocación de bonos y/o
crédito bancario,…” por un monto de hasta 202 mil millones de pesos. Esto
permitió la colocación de 3,800 millones de dólares de bonos soberanos en los
mercados internacionales, así como aprobar 500 millones de dólares provenientes
del Banco Interamericano de Desarrollo y de la Agencia Francesa de Desarrollo,
entre otros préstamos aprobados por el Congreso del PRM. Dado que el partido
oficialista tiene la mayoría legislativa, el gobierno pudo decidir no aprobar
esos financiamientos, y simplemente reducir el gasto público.
Aun cuando el presidente Abinader quiera
echarle la culpa al gobierno pasado del endeudamiento que se viene registrando
desde el 16 de agosto de este año, en realidad su ministro de Economía ya ha
advertido que, si hay que aumentar la deuda publica el año 2021, pues lo harán.
Indicó Miguel Ceara Hatton que la deuda se necesita para poder enfrentar la
crisis generada por la pandemia del Covid-19.
Esto revela que el endeudamiento público
seguirá subiendo el año que próximo, y será difícil achacarle ese aumento al
gobierno pasado. De acuerdo con el ministro Ceara Hatton, el incremento de la
deuda es inevitable, reconociendo que la actual administración no podrá reducir
el gasto público. Esa opinión contrasta con la afirmación que hizo el PRM
cuando era oposición de que se podía reducir gastos estatales por una suma de,
al menos, 129 mil millones de pesos. La realidad ha demostrado, una vez más,
que una cosa es con guitarra y otra es con violín.
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