[Escrito el 14 de septiembre de 2015]
El Banco de
Reservas ha vuelto a sacarle las castañas del fuego al sector eléctrico. A
finales de julio de este año la deuda de la CDEEE y de las empresas
distribuidoras de electricidad superaba los 874 millones de dólares, lo cual es
un reflejo de la inviabilidad financiera de ese negocio.
Cada año,
las finanzas públicas son golpeadas por el déficit financiero de las empresas estatales
del sector eléctrico, el cual obliga a transferir una suma equivalente a 1.6%
del PIB. Esta obligación deteriora el flujo de efectivo del Gobierno Central y
perjudica su ejecución presupuestaria, lo cual conduce a la acumulación de
importantes atrasos con las empresas generadoras de electricidad.
El Banco de
Reservas en más de una ocasión ha servido como agente suavizador del flujo de
efectivo del Gobierno Central. En esta ocasión el banco, en la última semana de
agosto, prestó al gobierno 309 millones de dólares para que se saldara la deuda
con EGE Haina. Por ese préstamo el BanReservas cobrará una tasa de interés anual
de un 10%.
Es muy
probable que esa deuda sea empaquetada y vendida a inversionistas del
extranjero, quienes estarán muy contentos de recibir una tasa de interés que se
compara favorablemente con la tasa de rendimiento actual de los bonos soberanos
que se mueven alrededor del 4.8%.
Esa venta
de cartera le reduciría la exposición del BanReservas frente al sector público
y le permitiría la liquidez necesaria para seguir apoyando al sector privado,
tal como viene haciendo desde mediados de 2013.
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