[Escrito el 26 de noviembre de 2014]
[Actualización a 27 de noviembre de 2014: Las medidas de Rajoy contra la corrupción.]
En España y en la República Dominicana se habla castellano. Sin embargo, algunas palabras tienen un significado diferente. Una de ellas es corrupción.
En España y en la República Dominicana se habla castellano. Sin embargo, algunas palabras tienen un significado diferente. Una de ellas es corrupción.
En España
ser corrupto incluye a aquellos que se benefician hasta indirectamente de los
actos cometidos por un tercero con el cual se tiene algún tipo de relación
familiar o comercial.
En la
República Dominicana un acto similar pasa por debajo del radar anticorrupción.
La ministra
de Sanidad española, Ana Mato, decidió renunciar o más bien se le solicitó que
dimitiera porque su exesposo, Jesús Sepúlveda, cometió actos de corrupción
cuando fue alcalde de Pozuelo de Alcarcón en la vecindad de Madrid. Cabe
recordar que Sepúlveda se encuentra entre los 45 imputados del famoso caso
Gürtel.
De acuerdo
al juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, se considera que la hoy exministra
de Sanidad se benefició de la corrupción porque se utilizaron 55,439 euros para
financiar las fiestas de cumpleaños y la primera comunión de su hija, además de
adquirir una cartera de una famosa marca italiana.
El
presidente Mariano Rajoy, quien mañana se dirige a la nación para hablar sobre
los casos de corrupción, no podía permitir que la Mato estuviese cerca de él
durante su comparecencia en el Congreso.
Por eso la obligó a dimitir.
Esto revela
que el presidente Rajoy sabe lo importante que es alejarse de todo lo que huela
a corrupción para mantenerse en el poder.
En la
República Dominicana, los políticos dominicanos no enfrentan ese problema,
porque la corrupción no tiene el mismo significado que en España.
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