[Escrito el 7 de abril de 2016]
En España
la incertidumbre política ha estado reduciendo la confianza de los consumidores
en el desempeño de la economía. La incapacidad de los partidos políticos de
formar gobierno después de las elecciones generales de diciembre de 2015 ha
deteriorado la percepción de los agentes económicos sobre la recuperación de la
economía española.
Entre enero
y marzo de este año el Índice de Confianza del Consumidor ha caído en tres
ocasiones consecutivas. Las elecciones de diciembre -y la incapacidad de formar
gobierno- ha generado incertidumbre que tiende a deteriorar el consumo y la
inversión. Esto impacta negativamente sobre el crecimiento económico y la
generación de empleo, deteriorando las condiciones de vida de la población.
El caso de
España debe ser aprendido y tomado muy en cuenta. El futuro de los pueblos
depende de la estabilidad de sus instituciones y gobierno. Instituciones
eficientes y fuertes son capaces de adoptar y sostener medidas que estimulen al
sector privado a utilizar eficientemente los recursos productivos, elevando la
competitividad y la productividad. Esto permite incrementar la participación en
los mercados al mismo tiempo que aumentan los salarios, el empleo y las
ganancias de las empresas.
Los países
con incertidumbre política son los que menos crecen. América Latina tiene mucha
experiencia con gobiernos populistas que desencadenan las fuerzas de la
incertidumbre provocando el deterioro de la capacidad de crecimiento. En
consecuencia, es indispensable que los pueblos coloquen en sus preferencias, en
un lugar de importancia, la estabilidad política. De esa manera se logrará un
avance económico sostenido.
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