[Escrito el 6 de noviembre de 2015]
Ayer les
comenté sobre los principales factores externos que explican el porqué el PIB creció
en un 6.7% a septiembre de este año. Hoy les presentaré los factores
domésticos.
La
ejecución de una política monetaria basada en metas de inflación disminuye la
prima de riesgo de inflación. Si se analiza la evolución de la volatilidad de
la tasa de inflación se observa una marcada disminución desde 2012, traduciéndose
en tasas de interés históricamente bajas. Esto, unido a la existencia de un
mercado financiero, solvente, líquido y rentable, apoyado por una supervisión
basada en riesgos financieros, ha permitido que aumente la inversión y el
consumo, estimulando el crecimiento de la economía y la creación de empleo.
El menor
déficit público, el cual pasó de un 6.7% en 2012 a menos de un 3% en 2015,
eleva la disponibilidad de fondos prestables para el sector privado. En los
últimos dos años la tasa de crecimiento interanual del financiamiento al sector
privado ha oscilado entre un 10% y un 14%, expandiendo la capacidad de
crecimiento de los agentes económicos.
La
estabilidad del tipo de cambio, cuya trayectoria refleja el diferencial
existente entre la tasa de inflación de los Estados Unidos y la dominicana,
permite la adopción de decisiones económicas y financieras que expanden el PIB.
La evidencia empírica demuestra que las crisis cambiarias reducen la actividad
económica, en consecuencia, este período de estabilidad puede considerarse como
un factor clave para el crecimiento económico.
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