[Escrito el 25 de abril de 2023]
En los próximos días el Banco Central publicará el crecimiento
interanual del Indicador Mensual de Actividad Económica a marzo. El promedio de
los dos primeros meses del año fue de 1.1% y se prevé que el pasado mes haya
mantenido un ritmo de crecimiento muy por debajo del potencial del 5%.
Lamentablemente, la política de inversiones públicas está haciendo poco para revertir
la tendencia hacia la desaceleración de la economía dominicana.
Debe destacarse que, en términos del PIB, los 155,175 millones de pesos
de gasto de capital presupuestado equivalen a solo 2.3%, una cifra
considerablemente baja para un país en desarrollo que requiere de la ejecución
de importantes proyectos de infraestructura para su expansión de largo plazo.
Lamentablemente, entre el 1 de enero y el 14 de abril de este año, el
gasto de capital apenas superó los 33 mil millones de pesos. Si se anualiza ese
monto se tiene que se ejecutaría alrededor de un 25% menos de lo que se
presupuestó. En otras palabras, en términos del PIB sólo se estaría ejecutando
un 1.7%, una cifra incompatible con lo que se necesita para que la economía
pueda crecer en el entorno del 4.2% que desea el gobierno dominicano y proyecta
el Fondo Monetario Internacional para este 2023.
Las autoridades gubernamentales encargadas del área de la construcción
tienen una gran responsabilidad, pues a diferencia de otras entidades públicas,
la ejecución de su presupuesto se traduce en mayor capacidad de crecimiento de
largo plazo. El gasto de capital público complementa la inversión privada,
favoreciendo la creación de puestos de trabajo. Esto se traduce en mayores
ingresos laborales y, en consecuencia, menor pobreza.
Si esas entidades públicas no reaccionan positivamente, y dado el
entorno internacional caracterizado por la desaceleración económica, la única
opción disponible para que la economía pueda crecer en el entorno del 4% es que
en la segunda parte del año se flexibilice la política monetaria. Y para eso se
requieren algunas condiciones que comenté ayer y que si se cumplen sirven para
pronosticar que, a más tardar a julio, el Banco Central comience a reducir su
tasa de interés de referencia, que haría bajar las tasas de interés activa y
pasiva. Así se reanimaría la inversión y el consumo del sector privado. De lo
contrario, se pueden olvidar de un crecimiento económico del 4%, pues en
función de los resultados hasta la fecha y dada la coyuntura internacional luce
optimista y difícil de lograr.
No hay comentarios:
Publicar un comentario