[Escrito el 30 de marzo de 2021]
La recesión provocada por el covid-19 impactó
más negativamente a las mujeres. A nivel internacional y en el caso dominicano
se observa que la caída de la actividad económica redujo el empleo y el ingreso
femenino de manera más acentuada.
En un estudio publicado en marzo de este año
por un grupo de profesores estadounidenses y europeos, [Alon, Coskun, Doepke, Koll, Tertilt (2021)] se verificó que, a diferencia de otras recesiones, la
contracción generada por la pandemia del covid provocó una mayor caída en el
empleo del segmento femenino. Entre las causas que explican ese comportamiento
del mercado laboral se encuentran: la composición del empleo por actividad
productiva, el tipo de ocupación, y las necesidades de cuidado y alimentación
de los hijos durante el cierre de las escuelas. Asimismo, se observa una
reducción de la productividad laboral de la mujer que trabaja desde la casa, pues
tiene que dedicar una mayor cantidad de horas al cuidado y alimentación de sus
hijos.
En la República Dominicana, el covid-19 provocó
en 2020 una variación del PIB de -6.7%. La consecuencia inmediata del retroceso
de la actividad económica fue la destrucción de empleo. De acuerdo con las
estadísticas recopiladas en la Encuesta Nacional Continua de Fuerza de Trabajo
(ENCFT) del Banco Central, al comparar el trimestre octubre-diciembre de 2019 con
el de 2020 se observa que el empleo descendió en un 6.4% en ese año; esto
equivale a decir que 301,588 personas perdieron su puesto de trabajo.
Al descomponer por sexo se observa que la mujer
ha sufrido más en términos laborales. La destrucción de empleo femenino durante
2020 fue de 9.1%, mientras que el empleo de los hombres se redujo en 4.5%. Esto
significa que en ese año 176,344 mujeres fueron despedidas o abandonaron su
trabajo, mientras que 125,244 hombres perdieron su fuente de ingreso laboral.
Del total de mujeres que perdió su empleo, el
33.1% corresponde a profesionales e intelectuales y, por nivel educativo, el
48.1% de las que perdieron el empleo son universitarias, lo cual implica una destrucción
importante de valor agregado y caída de productividad media a nivel nacional. Ambos porcentajes son superiores a los que
registraron sus pares masculinos, de manera que la crisis provocada por la
pandemia tuvo un mayor costo económico para las mujeres.
Los datos revelan que la pandemia provocó el
despido de servicio doméstico, al caer en un 15.2% el empleo de la mujer que se
dedica a esas actividades. Debe destacarse que el despido de esa mano de obra
tiene dos efectos sobre el bienestar femenino. Uno directo porque la mujer que
trabajaba en esas actividades perdió su empleo e ingresos. Y otro indirecto,
porque cuando se pierde ese servicio se deben redistribuir las tareas típicas
del hogar entre hombres y mujeres, y es muy conocido el hecho de que esa
distribución está sesgada hacia la mujer.
En resumen, al igual que ocurrió en otros países, la recesión generada por la pandemia del covid-19 provocó un mayor daño
laboral y económico a la mujer, que, en el caso dominicano, es el factor de
producción disponible en el mercado laboral con mayor nivel educativo.
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