[Escrito el 29 de marzo de 2021
Este fin de semana continuó el ataque contra la
Central Termoeléctrica Punta Catalina. Tal como señalé el martes 23 de marzo,
el escuadrón de la destrucción de esa central, encabezado por Antonio Almonte, intensificaba
su ataque desde el flanco ambientalista. El pasado sábado se reunieron en Baní representantes
del Ministerio de Energía y Minas, legisladores y autoridades provinciales para,
después de criticar la contaminación de esa central, acordar su conversión de
carbón a gas natural. Esto confirma que el objetivo es crear las condiciones necesarias
para venderla a precio de vaca muerta.
La evidencia internacional revela que la
conversión de una central de carbón a gas natural se justifica luego de 40 años
de operación y si se tiene acceso a gas a precios competitivos. Después de ese
período, con equipos depreciados y obsoletos, se puede pensar en realizar
cambios de tecnología que permitan una transformación sustancial con relación a
lo inicialmente instalado. En ese caso, la nueva inversión a ser realizada,
después de que se haya depreciado su valor inicial, pudiera ser menor al valor
presente del flujo de ingresos nuevos que se obtendrían después de la
conversión, lo cual justificaría el cambio de tecnología en términos
financieros.
En contraste, si la conversión se realiza en
los primeros años de operación de la central, cuando todavía no se ha
recuperado la inversión inicial, el valor presente del flujo de efectivo futuro
será inferior a la suma de la inversión inicial a carbón más la inversión
correspondiente a la conversión a gas natural. Para que se justifique
financieramente la conversión a gas natural, la inversión inicial a carbón tendría
que registrarse como un costo hundido para el Estado, lo cual implica vender esa
central a precio de vaca muerta a la empresa privada que se comprometa a
transformarla a gas natural.
La Central Termoeléctrica Punta Catalina es la
energía eléctrica base más importante del país, teniendo la capacidad de suplir
entre el 30% y 35% de toda la demanda del Sistema Eléctrico Nacional
Interconectado (SENI). La estabilidad que brinda esa enorme capacidad de
energía base permitió que se instalaran entre 2012 y 2020 alrededor de 600 MW
en energía eólica y solar, la cual es intermitente y cuyo despacho no se puede
programar. Asimismo, estimuló la conversión a gas natural de generadores de
electricidad que por mucho tiempo operaron a diesel y redujo el precio de la
electricidad en el mercado spot de 15 centavos a 7 centavos de dólar. Esa disminución
del costo de la energía eléctrica ha permitido que el dinero que recibían los
generadores ineficientes se quede en las arcas del Estado, posibilitando su uso
para financiar nuevos proyectos de infraestructura y programas sociales a favor
de los segmentos más pobres y vulnerables.
El pueblo dominicano debe defender a Punta
Catalina. Alrededor del 40% de la generación eléctrica mundial se produce a
base de carbón, equivalente a más de 2,700 unidades del tamaño de Punta
Catalina. En Japón se están construyendo 22 nuevas centrales eléctricas a
carbón, con tecnología moderna como la de Punta Catalina. Y el subproducto o
ceniza que se produce anualmente es utilizado exitosamente en el sector de
construcción japones, tal como es recomendado hacer aquí por los ingenieros
Ramón Alburquerque y Osiris de León. Es lamentable que los intereses
particulares se quieran imponer sobre el bienestar de toda la nación.
Catalina no se vende catalina la defenderemo hasta con la vida
ResponderEliminar