martes, 30 de marzo de 2021

El ataque contra Punta Catalina sigue

[Escrito el 29 de marzo de 2021

Este fin de semana continuó el ataque contra la Central Termoeléctrica Punta Catalina. Tal como señalé el martes 23 de marzo, el escuadrón de la destrucción de esa central, encabezado por Antonio Almonte, intensificaba su ataque desde el flanco ambientalista. El pasado sábado se reunieron en Baní representantes del Ministerio de Energía y Minas, legisladores y autoridades provinciales para, después de criticar la contaminación de esa central, acordar su conversión de carbón a gas natural. Esto confirma que el objetivo es crear las condiciones necesarias para venderla a precio de vaca muerta.

La evidencia internacional revela que la conversión de una central de carbón a gas natural se justifica luego de 40 años de operación y si se tiene acceso a gas a precios competitivos. Después de ese período, con equipos depreciados y obsoletos, se puede pensar en realizar cambios de tecnología que permitan una transformación sustancial con relación a lo inicialmente instalado. En ese caso, la nueva inversión a ser realizada, después de que se haya depreciado su valor inicial, pudiera ser menor al valor presente del flujo de ingresos nuevos que se obtendrían después de la conversión, lo cual justificaría el cambio de tecnología en términos financieros.

En contraste, si la conversión se realiza en los primeros años de operación de la central, cuando todavía no se ha recuperado la inversión inicial, el valor presente del flujo de efectivo futuro será inferior a la suma de la inversión inicial a carbón más la inversión correspondiente a la conversión a gas natural. Para que se justifique financieramente la conversión a gas natural, la inversión inicial a carbón tendría que registrarse como un costo hundido para el Estado, lo cual implica vender esa central a precio de vaca muerta a la empresa privada que se comprometa a transformarla a gas natural.

La Central Termoeléctrica Punta Catalina es la energía eléctrica base más importante del país, teniendo la capacidad de suplir entre el 30% y 35% de toda la demanda del Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI). La estabilidad que brinda esa enorme capacidad de energía base permitió que se instalaran entre 2012 y 2020 alrededor de 600 MW en energía eólica y solar, la cual es intermitente y cuyo despacho no se puede programar. Asimismo, estimuló la conversión a gas natural de generadores de electricidad que por mucho tiempo operaron a diesel y redujo el precio de la electricidad en el mercado spot de 15 centavos a 7 centavos de dólar. Esa disminución del costo de la energía eléctrica ha permitido que el dinero que recibían los generadores ineficientes se quede en las arcas del Estado, posibilitando su uso para financiar nuevos proyectos de infraestructura y programas sociales a favor de los segmentos más pobres y vulnerables.

El pueblo dominicano debe defender a Punta Catalina. Alrededor del 40% de la generación eléctrica mundial se produce a base de carbón, equivalente a más de 2,700 unidades del tamaño de Punta Catalina. En Japón se están construyendo 22 nuevas centrales eléctricas a carbón, con tecnología moderna como la de Punta Catalina. Y el subproducto o ceniza que se produce anualmente es utilizado exitosamente en el sector de construcción japones, tal como es recomendado hacer aquí por los ingenieros Ramón Alburquerque y Osiris de León. Es lamentable que los intereses particulares se quieran imponer sobre el bienestar de toda la nación.  

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