[Escrito el 23 de marzo de 2021]
El escuadrón de la destrucción de Punta
Catalina ataca de nuevo. En esta oportunidad se ha cubierto del manto
ambientalista para criticar el impacto de la generación eléctrica de esa
poderosa central. La composición de las cenizas y las emisiones de material
particulado por encima de lo esperado han sido dos frentes de ataque del
escuadrón.
La semana pasada se puso a circular un informe,
elaborado por un profesor y un estudiante de la Universidad de Duke, que
presenta la composición de la ceniza o subproducto de la combustión de carbón
de la Central Termoeléctrica Punta Catalina. Ese informe indica que la ceniza
de Punta Catalina tiene menos elementos tóxicos y no tóxicos que la ceniza del
carbón de la cuenca de los Apalaches de los Estados Unidos, pero al compararse
con el suelo común, ambas cenizas tienen más elementos. Asimismo, el lixiviado
creado a partir de ambas cenizas tiene más trazas de elementos que el agua de
tomar. Y se concluye que se debe evitar que ese lixiviado se filtre al
subsuelo. Afortunadamente, el depósito de cenizas de la Central Termoeléctrica
Punta Catalina se diseñó y construyó bajo los estándares de la Corporación
Financiera Internacional del Banco Mundial (IFC por sus siglas en inglés), por
lo cual no hay peligro de que el lixiviado contamine las aguas subterráneas.
Por otro lado, el escuadrón de la destrucción
de Punta Catalina, luego de despedir a la encargada del sistema de control de
calidad de aire (AQCS), ha dejado de dar el mantenimiento adecuado a ese
sistema, que en cuanto a material particulado tiene la capacidad de operar con
emisiones menores a 30mg/Nm3.
Lamentablemente, la actual administración ha
permitido que las emisiones de material particulado estén muy por encima de los
niveles registrados en el pasado. Al ver un video de la chimenea antes del 16
de agosto de 2020, en la cual se operaba con un criterio de protección
medioambiental, no se observa ningún tipo de emisión, ni humo blanco ni oscuro.
Sin embargo, en un video tomado el 22 de marzo de 2021 se observan emisiones de
humo que inicialmente era blanco y días después se ha ido tornando más oscuro,
lo cual revela emisiones de cenizas muy por encima de los límites. Ese volumen
de emisiones, además de tener un impacto ambiental negativo, genera daños en
los ductos, en los ventiladores de extracción de gases e incluso reduce la vida
útil del ducto metálico que está en el interior de la chimenea. Para evitar
esos daños, recomiendo a la presente administración de Punta Catalina realizar
urgentemente una parada de la Unidad 1 de cuatro días para hacer el
mantenimiento del AQCS correspondiente.
Los comandantes del escuadrón de la destrucción de Punta Catalina han dejado deteriorar el sistema de captura de las emisiones con el objetivo de que se registren críticas de la comunidad y de los ambientalistas. La meta es lograr una decisión del Tribunal Superior Administrativo que detenga las operaciones de la central o, por lo menos, que la obliguen a bajar su nivel de operación, por ser “altamente contaminante.” De esa manera se creará la posibilidad de que otros generadores ineficientes puedan vender electricidad a mayores precios en el mercado spot. Y posteriormente venderán Punta Catalina a precio de vaca muerta, bajo el argumento de que el comprador privado la convertirá a gas natural. Esa estrategia es un abuso en contra del pueblo dominicano, que es propietario del principal activo del sector eléctrico nacional.
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