[Escrito el 8 de enero de 2021]
El presidente Luis Abinader, al decir que su
gobierno redujo el déficit público del nivel presupuestado de 9.4% del PIB a un
ejecutado de 7.7% del PIB, ha puesto en evidencia serias ineficiencias de su
administración, que perjudican al pueblo dominicano.
Tal como señalé en un comentario anterior, esto
significa que se cometieron errores en la estimación de ingresos y gastos, lo
cual pone de manifiesto inexperiencia en el Ministerio de Hacienda. Además, ese
comportamiento reveló incapacidad en la ejecución de las compras y
contrataciones que se habían incluido en el presupuesto complementario, que se aprobó
en septiembre pasado. Y lo más grave, que es a lo que me voy a referir en el
día de hoy, sus errores de estimación e incapacidad de ejecución del gasto público
los llevó a emitir bonos soberanos por un monto de 1,300 millones de dólares,
sin que esos recursos fuesen necesarios.
Entre los meses de septiembre y diciembre, el
gobierno pagó alrededor de 25 millones de dólares por concepto de intereses
sobre esa deuda de 1,300 millones de dólares. La decisión de endeudarse y no
utilizar ese dinero, dejándolo depositado en una cuenta con una tasa de interés
cercana a cero, es una política financiera ineficiente.
El gobierno pudo haber utilizado esos recursos
para aumentar la inversión en el área de salud, sobre todo en medio de esta
terrible pandemia. La presente administración pudo haber adquirido o arrendado los
hoteles Hispaniola y Santo Domingo y convertirlos en centros para la atención de
enfermos de Covid-19. Cabe recordar que el General Trujillo transformó un hotel,
utilizado durante la Feria de la Paz, en la Clínica Infantil Angelita, actual Hospital
Infantil Dr. Robert Reid Cabral, el cual sigue siendo el principal centro de
atención a la población infantil de la República Dominicana. Si la actual
administración hubiese sido hábil en la ejecución del gasto público, hoy el país
tuviese mayor holgura en materia de disponibilidad de camas y habitaciones para
atender a los enfermos de ese virus. Y de esa manera, Abinader hubiese
comenzado a crear un buen legado.
Por último, es lamentable que el gobierno, con
1,300 millones de dólares disponibles para reactivar la economía y reducir la
tasa de caída del PIB, fuese incapaz de ejecutar proyectos de inversión que
permitiesen crear empleos, en medio de la peor recesión económica registrada
desde 1965. Algunos dicen que no saben gobernar, yo prefiero pensar que el país
está pagando el costo de tener un gobierno de novatos en medio de una terrible
crisis económica. Espero, por el bien del pueblo dominicano, que la curva de
aprendizaje tenga una pendiente positiva y muy empinada.
Un Gobierno que improvisa no puede ser capaz, de poner en marcha la economía, tal como lo hizo el presidente DANILO MEDINA. Vamos en RETROCESO!!!!!
ResponderEliminar