[Escrito el 6 de enero de 2021]
El presidente Luis Abinader anunció hoy [ayer] al país que el déficit público de 2020 se redujo con relación a lo presupuestado. Según sus palabras, el déficit se redujo en 77 mil millones de pesos, debido al incremento de las recaudaciones en casi 23 mil millones de pesos y a la disminución de 54 mil millones de pesos en el gasto. Lamentablemente, esas declaraciones constituyen una manipulación de la información relacionada con las finanzas públicas, que no debe ser pasada por alto.
En el Presupuesto General del Estado de 2020,
elaborado y aprobado a finales de 2019, se cuantificó un déficit público de 110
mil millones de pesos, equivalente a un 2.2% del PIB. Al cierre de 2020, debido
a la pandemia del Covid-19, se registró un déficit público de 345 mil millones
de pesos, equivalente a un 7.7% del PIB. En consecuencia, lo correcto es decir
que en 2020 el déficit público se incrementó en 235 mil millones de pesos (5.4%
del PIB).
El aumento del déficit público en 2020 se
explica por la reducción de los ingresos y el aumento de los gastos
gubernamentales. Los ingresos públicos cayeron en 118 mil millones de pesos
respecto al presupuesto de 2020, debido a la recesión económica provocada por
las medidas adoptadas para enfrentar el Covid-19. Asimismo, los gastos públicos
se incrementaron en 117 mil millones de pesos respecto al presupuesto de 2020,
debido a las ayudas sociales y a las mayores erogaciones en salud pública.
En septiembre de 2020, el gobierno actual realizó
un reajuste del presupuesto, llevando el déficit público proyectado a un 9.4%
del PIB. Y ahora las autoridades quieren vender la idea de que hicieron un gran
trabajo porque el déficit cerró el año en un 7.7% del PIB. Ese resultado, a
diferencia de lo que opinan el Presidente Abinader y su ministro de Hacienda
Jochi Vicente, se explica por dos elementos negativos.
Primero, el Ministerio de Hacienda, debido a su
inexperiencia, se equivocó realizando los estimados de ingresos y gastos. Esto
lo llevó a acudir a los mercados internacionales de capitales y emitir una
cantidad de deuda soberana mayor a la que se requería para financiar el déficit
público correcto. Recuerden que la presente administración ha endeudado al
Estado en más de cinco mil millones de dólares.
Segundo, el gobierno ha mostrado incapacidad de
ejecutar el gasto público. En efecto, dado que se ha despedido a una cantidad
importante de funcionarios públicos que tenían décadas de experiencia, quienes
fueron reemplazados por personas novatas, el gobierno no ha podido ejecutar los
gastos al ritmo adecuado.
Por último, quiero recomendarle al presidente
Abinader que no vuelva a ufanarse de que ha reducido el gasto o incrementado
los ingresos tributarios, en medio de la peor recesión registrada en este país
en los últimos 55 años. Mucho menos si se emitió deuda externa para financiar
esos gastos, que estimulan la demanda agregada y benefician principalmente a
los segmentos pobres y vulnerables del pueblo dominicano.
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