[Escrito el 19 de enero de 2021]
El Ministerio de Industria y Comercio está
subsidiando los combustibles en la República Dominicana. De acuerdo con
declaraciones del ministro Ito Bisonó, esa institución ha decidido absorber
hasta el 70% del aumento que debieron registrar el viernes pasado los precios
de los combustibles en el mercado nacional. Y al mismo tiempo demostró que
tiene una bola de cristal, que le permite pronosticar, en uno de los mercados internacionales
más distorsionados por la presencia de un poderoso cartel, que el precio de los
combustibles comenzará a bajar a partir de marzo.
El subsidio a los combustibles puede ser
defendido por la población como una buena medida. Entiendo la presión que tiene
el gobierno y, en particular, el ministro Bisonó, pues durante la campaña
electoral se criticó el nivel de precios de los combustibles debido a la
existencia de elevados impuestos. Por eso el pueblo le exige cada viernes al ministro
que aplique la “Fórmula de Ito” y reduzca el precio de los carburantes.
El gobierno tiene la posibilidad de reducir los
impuestos que gravan los combustibles. Dado que el PRM tiene mayoría en el
congreso, pudiese aprobar una modificación legislativa que se traduzca en
menores impuestos y, en consecuencia, menor nivel de precios de esos productos.
Lamentablemente, la decisión del ministro
Bisonó de que el gobierno “absorba el 70% del aumento” es un grave error. Ese
subsidio, de ser cierto, es una violación de la normativa que existe en la
actualidad y que define la fórmula que establece que, si el precio de los
combustibles sube en los mercados internacionales, también sube en el mercado
local. Y si baja, baja.
Cabe recordar que, en el año 2011, se dictó el
decreto 625-11 que modifica el Reglamento para la aplicación de la Ley No.
112-01 (Ley Tributaria de Hidrocarburos). En el artículo 5 de ese decreto se
establece que cuando las variaciones intersemanales de los precios de los
combustibles superasen el 1%, el ministerio de Industria podrá traspasar solo
una parte de ese aumento al precio doméstico. La diferencia sería registrada
como una deuda con los importadores, la cual se honraría cuando se reduzcan los
precios internacionales de los combustibles en más de un 1%.
La pregunta que habría que hacerse es si el
gobierno está en realidad subsidiando el 70% del aumento de los precios de los
combustibles o si está aplicando el decreto 625-11, lo cual significa que
cuando los precios bajen en los mercados internacionales, los precios bajarán
en menor proporción en el mercado nacional.
Le recomiendo al ministro Bisonó que le aclare
al pueblo dominicano si la medida adoptada es un subsidio, o simplemente una
posposición del pago de los combustibles. La transparencia es clave para un
gobierno que emitió más de 6,300 millones de dólares en cinco meses y que es
observado por los mercados de capitales internacionales.
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