[Escrito el 16 de diciembre de 2020]
El gobierno del presidente Luis Abinader debe
tomar algunas lecciones para mejorar su capacidad de focalización. De lo
contrario su política de gasto público impactará negativamente sobre el
bienestar de los dominicanos.
El objetivo de focalizar es que los recursos
públicos lleguen a las personas que más los necesitan. El gobierno utiliza sus
ingresos, que obtiene mediante el cobro de impuestos y financiamientos, y
adquiere bienes y servicios que deben beneficiar principalmente a los más
pobres y vulnerables. La educación y salud pública son dos intervenciones
progresivas, pues benefician más a los que menos tienen.
La microsimulación, aplicada sobre la
distribución de ingresos laborales, es uno de los instrumentos que debe
utilizarse para determinar el impacto de cualquier intervención del gobierno. Una
buena política de gasto público social es aquella en la que el porcentaje
recibido por la población de menores ingresos es superior a su peso en la
población o, por lo menos, mayor a su participación en la distribución de los
ingresos laborales. De esa manera un aumento de ese gasto público social se
traduce en un mayor incremento en los ingresos de los más pobres, disminuyendo
así la desigualdad de la renta.
Lamentablemente, el gobierno del presidente
Abinader ha dado muestras de que no sabe focalizar. Un evento de mala
focalización es el siguiente. Al mismo tiempo que se otorga una transferencia
directa por cien millones de pesos a un selecto grupo de artistas, se elimina
el incentivo a los médicos que luchan en los hospitales públicos contra la
pandemia del Covid-19.
El impacto de esa intervención pública a favor
de esos artistas selectos es el aumento de la desigualdad de ingresos. Una
distribución de recursos hacia segmentos de población con medianos o elevados
ingresos, como tienen esos artistas, hace que esa política sea regresiva, pues
en vez de beneficiar a los pobres beneficia a personas de mayores ingresos. Dado
que el gobierno tiene recursos para los artistas de elevados ingresos, otros
artistas menos famosos quieren que se les incluya también en esa política de
asistencia social. Pero no solo eso, los choferes de Conatra y Fenatrano
también quieren ser parte de la distribución de ingresos. E incluso otros
profesionales independientes y artistas del verbo y de la pluma, que no han
podido trabajar durante la pandemia, también quieren lo suyo.
De acuerdo con algunos funcionarios del equipo
económico de Abinader, en enero se focalizarán las ayudas sociales. Ante la incapacidad
demostrada de cómo focalizar adecuadamente el gasto público, es muy probable
que la selección que se haga de los beneficiarios resulte en un empeoramiento
relativo de los segmentos pobres y vulnerables, que hasta diciembre se
estuvieron beneficiando de los programas sociales Quédate en Casa, Fase y Pa’Ti.
Ante esa posibilidad, le recomiendo al presidente Abinader que ponga a sus
funcionarios a tomar clases de focalización durante estas fiestas de Navidad.
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