[Escrito el 18 de diciembre de 2020]
Los asesores del presidente Abinader en materia
del Covid-19 deben revisarse. Primero le pusieron a decir que esa enfermedad
estaba bajo control, justo cuando en los Estados Unidos y en Europa se iniciaba
una segunda ola más agresiva que la primera. Ahora le ponen a firmar un decreto
que es temporalmente inconsistente.
El decreto 698-20 es temporalmente inconsistente
porque no define una política óptima para reducir el ritmo de contagio. El
decreto lleva a las 7 de la noche la hora máxima para que los negocios puedan
operar, pero mantiene hasta las 9 de la noche el libre tránsito de las personas.
En síntesis, hay dos horas menos para trabajar y dos horas más para divertirse
de casa en casa, reunirse con los amigos y tomarse las bebidas alcohólicas que
podrán comprar hasta las 6 de la tarde. El resultado de ese nuevo toque de
queda será un aumento del contacto social y, en consecuencia, de la tasa de
contagio de la enfermedad.
Dado que las personas saben que ese decreto no
será efectivo, y que el gobierno tendrá que modificarlo cuando siga aumentando
la cantidad de casos activos, aprovecharán esas dos horas de libre tránsito al
máximo mientras se pueda. Esto implica un aumento del contacto y una reducción
del distanciamiento social, lo cual se traduce en un incremento de la tasa de
contagio. Ante ese resultado, la única opción del gobierno será la de modificar
el decreto y aprobar un toque de queda más severo. Esto demuestra la
inconsistencia temporal del decreto.
Lo grave es que además de ser un decreto con
inconsistencia temporal, es una medida que reduce el nivel de bienestar de la
población. En términos económicos el decreto obliga a los negocios a cerrar a
las 7 de la noche, lo cual significa dos horas menos para la realización de
actividades y creación de valor agregado. Eso implica menores niveles de
empleo, salarios y beneficios. Y en términos de salud, dado que el decreto
aumentará el contagio, habrá mayor gasto en salud, pérdida de horas de trabajo
por causa de la enfermedad y, casi seguro, una mayor cantidad de fallecidos. Si
se suman ambos efectos negativos, se puede concluir que el decreto 698-20, que
establece el nuevo toque de queda con libre tránsito, fue escrito por alguien
inexperto en esos temas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario