[Escrito el 3 de abril de 2024]
Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, declaró hoy que la
lucha contra la inflación no ha terminado. Y es lógico que piense de esa
manera, pues tanto la variación interanual a febrero del índice de precios al
consumidor como la del índice de precios de gastos de consumo se encuentran por
encima de la meta de inflación de 2% anual.
Powell indicó que no es apropiado reducir la tasa de política monetaria
hasta que se tenga una mayor confianza en que la inflación se está moviendo de
manera sostenible hacia la meta. Algunos miembros del banco central de Estados
Unidos han reforzado esa opinión señalando que ese organismo no tiene prisa en
iniciar el ciclo de reducción de la tasa de interés, aun cuando se sigue
proyectando que el proceso de recorte de tasas comenzará este año.
Actualmente el mercado tiene expectativas de tasas de interés más altas
que la Reserva Federal en el largo plazo. El banco central estadounidense proyecta
que la tasa de interés se situará en el largo plazo en 2.6%, mientras que el
mercado la proyecta en 3.6% para el año 2027. La diferencia entre ambas
proyecciones se explica por la importancia que el mercado le está asignando al
aumento de la productividad que sería generada por la difusión de la
inteligencia artificial y por el sostenimiento de un elevado gasto público en
los próximos años.
En el caso de la eurozona, el mercado prevé que la tasa de interés de
referencia de largo plazo del Banco Central Europeo se colocará entre 2% y
2.25%. Hoy se conoció que la tasa de inflación interanual de la zona euro cayó
de 2.6% a 2.4% entre febrero y marzo tal como se esperaba. No obstante, es casi
seguro que en la reunión de política de abril se mantenga inalterada en 4% la
tasa de interés de referencia.
Para el caso de la República Dominicana se puede estimar, utilizando la
tasa promedio de depreciación del peso frente al dólar de 3.5% y la tasa de
interés de referencia de Estados Unidos proyectada por la Reserva Federal de
2.6%, que en el largo plazo la tasa de referencia debería ser superior a 6.1%.
Al comparar con el nivel de la tasa de interés de referencia actual de
7%, se puede señalar que ésta puede bajar como máximo 90 puntos básicos. Si la
tasa de interés de referencia local se reduce más habría una tendencia a la
sustitución del peso por el dólar, lo cual presionaría hacia arriba la tasa de
cambio y elevaría la tasa de inflación. Ambos eventos serían negativos para los
consumidores.
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