lunes, 22 de julio de 2013

La reincidencia haitiana

El gobierno haitiano continúa prohibiendo importaciones de bienes producidos en la República Dominicana. En el pasado le prohibió la entrada al salami, luego al pollo y a los huevos, hoy le toca a los productos de plástico.

El Foro Económico del Sector Privado de Haití exhortó a su gobierno a “aumentar el control de las mercancías que atraviesan regularmente la frontera reforzando las estructuras aduaneras establecidas” y a “abrir puestos sanitarios y fitosanitarios capaces de controlar las mercancías que presentan riesgo para la salud.”

Ese tipo de trabas no arancelarias son totalmente incompatibles con los acuerdos que administra la Organización Mundial del Comercio. Pero lo peor es que esas trabas al comercio perjudican tanto al productor –en este caso- dominicano, como al consumidor haitiano.

Lamentablemente eso parece no importarle al gobierno haitiano, el cual no tiene justificación para prohibir el comercio con el país que más beneficios le brinda a su economía. Es preciso recordarle a ese gobierno que en la República Dominicana hay cientos de miles de haitianos que envían todos los meses remesas a sus familiares y que, gracias a esos recursos, mejoran sus condiciones de vida.

El gobierno haitiano debe recordar que el 95% de los haitianos en territorio dominicano tiene una condición migratoria irregular. ¿Se imaginan que sucedería en Haití si los dominicanos hacen valer su legislación migratoria? ¿Por qué si los haitianos solicitan a su gobierno reforzar las estructuras aduaneras para evitar la entrada de productos dominicanos, el gobierno de la República Dominicana no responde reforzando su frontera para evitar el tránsito de ilegales haitianos?

La solución a las restricciones a los productos dominicanos se encuentra en la firma de un acuerdo de libre comercio. Las autoridades dominicanas deben enviar un mensaje contundente a las haitianas. Antes de permitir un nuevo trabajador haitiano en territorio dominicano es imprescindible permitir el libre flujo de bienes.

Así se hizo en Europa. Antes de permitir el libre tránsito de trabajadores entre países se promovió y aprobó la Unión aduanera. De esa manera ya no habría más prohibiciones a la entrada de productos dominicanos en Haití. Y mientras eso sucede, que las embajadas dominicanas se encarguen de promover las exportaciones nacionales en otros mercados más grandes y rentables. 

2 comentarios:

  1. Hola Jaime, buenos días.
    La gente hace su conducta usando los modelos que vio usar, puede mezclar motivos recientes, pero siempre del mismo modo que vio hacer.
    Se dice que la rencilla entre los dos países: Dominicana y Haití, ya fue resuelta. Ni hablar, para muestra se tiene este caso.
    El laberinto del pasado se impone y obliga a la gente a buscar salidas perdiéndose en numerosas entradas sin salida.
    En conclusión que hay que aprender a actuar sin el avivatismo y sin el laberinto del pasado. Claro del pasado que limitado que se enfoca en cada ocasión.
    Lo aclaro. La gente no vive mirando la realidad total, sino la enfoca a conveniencia.

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  2. Más bien son el 98 a 99% de ilegales haitianos que hay en RD; si empezamos a aplicar la couta laboral del 80% mano de obra dominicana, baja la criminalidad. Y un respiro para la economía nacional. A ver si la suben a un 95% la mano de obra dominicana y finalmente, que se expulsen los 2.3 millones de haitianos.

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