martes, 31 de enero de 2012

Sobre los pasos de Grecia


            El Gobierno Dominicano ha estado ejecutando una política económica preocupante. Sus decisiones han provocado un mayúsculo déficit público y una creciente deuda estatal, que coloca a la República Dominicana sobre la misma trayectoria que llevó a Grecia a la debacle de su economía.

            Al igual que los gobiernos griegos, el gobierno de Leonel Fernández ha hipotecado el futuro de los dominicanos. En los últimos cuatro años el déficit de las finanzas públicas ha sido superior a los 50 mil millones de pesos. De hecho, en el 2011 el déficit superó los 61 mil millones de pesos, casi el doble de lo acordado con el Fondo Monetario Internacional. La contraparte de esos déficits ha sido la acumulación de deuda pública, que pasó de 9,700 millones de dólares en 2004 a 23,000 millones de dólares en 2011.

El déficit público y la acumulación de deuda se registraron a pesar de que en los últimos 7 años se ejecutaron cinco reformas tributarias. En el período 2001-2004 cada dominicano pagó en promedio 8,777 pesos en impuestos. En el período 2007-2010, los impuestos per cápita subieron un 169.9%, al situarse en 23,691 pesos. Esos mayores impuestos constituyen la causa principal del alto costo de la vida y de los crecientes precios que disminuyen el bienestar de la gente.

            El 80% de la población ya no soporta los efectos negativos de la política económica del gobierno actual. Ese porcentaje de los dominicanos afirma que la situación económica es mala o muy mala y, en consecuencia, desea un cambio. Un cambio que modifique la influencia gubernamental sobre el empleo, el costo de la vida, la calidad de los servicios de educación y salud, y la inseguridad ciudadana.

            El desequilibrio en las finanzas públicas de Grecia la ha convertido en la vergüenza de toda Europa. La semana pasada salió publicado un documento preparado por Alemania en el cual le advierte a Grecia que debe ceder el control sobre sus finanzas públicas. El texto se inicia señalando que Grecia incumplió sus metas fiscales en el 2011 y, por lo tanto, no honró sus acuerdos con el FMI y sus acreedores. Ante esa situación, el gobierno alemán le propuso a la Unión Europea, al Banco Central Europeo y al Fondo Monetario Internacional que un comisionado se encargue del manejo presupuestario del gobierno griego. El principal objetivo de ese control presupuestario es destinar los ingresos públicos en primer lugar para el servicio de la deuda pública. Lo que quede de dinero se usará para pagar los gastos gubernamentales. Si Grecia no acepta, no habrá más recursos para el rescate de su maltrecha economía.

            La República Dominicana ya vivió una vergüenza similar. Debido al descontrol del gasto público y la acumulación de deuda soberana, el gobierno del General Lilís cedió el control de las finanzas públicas a los acreedores extranjeros. Después de una serie de eventos azarosos, como la muerte del presidente en una calle de Moca el 26 de julio de 1899, se firmó la Convención Dominico-Americana de 1907 donde el país cedió al gobierno de los Estados Unidos el control de los ingresos de las aduanas y su distribución a favor del servicio de la deuda pública.

            Leonel Fernández debe aprender esa lección. Su gobierno ha incumplido las metas fiscales acordadas con el Fondo Monetario Internacional. El déficit público de 2011 ha sido el mayor de la historia y la deuda pública ha alcanzado niveles nunca antes registrados. Estamos transitando sobre los pasos de Grecia.

La República Dominicana va por mal camino. Se necesita un cambio, por el bien de todos los dominicanos.

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