[Escrito el 15 de enero de 2025]
La inflación en Estados Unidos, medida por la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC), cerró el año en términos interanuales en un 2.9%. Respecto a noviembre, la variación del IPC de diciembre fue de un 0.4%, equivalente a una inflación anualizada de un 4.91%. Ambas cifras se encuentran muy por encima de la meta de un 2% establecida por la Reserva Federal.
El alza de la inflación se explica por el incremento de un 4.4% en el precio del componente de combustibles con relación a noviembre. Si se excluye esa variación de precios, al igual que la de los precios de los alimentos, se obtiene que la inflación subyacente interanual a diciembre cerró en 3.2%. Respecto al mes anterior, la variación del IPC subyacente, que está muy asociado con la política monetaria, fue de un 0.2%, equivalente a una tasa anualizada de un 2.43%.
Dado que los agentes económicos proyectaban una inflación subyacente mayor, en particular de un 3.3% interanual, la reacción del mercado de capitales fue positiva. El Dow avanzó 703 puntos, lo cual significa una variación relativa de 1.65%. El S&P 500 subió un 1.83% y el Nasdaq, que agrupa las principales empresas tecnológicas, se elevó en un extraordinario 2.45%. Por el lado de los títulos de renta fija, se puede destacar que hubo un aumento de la demanda de las Notas del Tesoro, lo que provocó que su tasa de rendimiento bajara entre ayer y hoy de un 4.78% a un 4.65%.
A mi entender esa reacción del mercado fue incorrecta y será transitoria, pues lo que es importante para los precios de los activos financieros no es el pasado sino el futuro. Se puede proyectar, dado el conjunto de medidas que ha prometido ejecutar el presidente electo Donald Trump, que se podría producir un aumento de la inflación.
Si esto ocurriese, la Reserva Federal mantendría su postura monetaria restrictiva y no bajaría su tasa de interés de referencia hasta que la inflación se reduzca a un nivel cercano a la meta. Ese escenario de política monetaria será incompatible con aumentos excesivos en los precios de las acciones y de los bonos.
Ante esa incertidumbre, el Banco Central de la República Dominicana debe mantener una política monetaria cautelosa con el objetivo de asegurar el anclaje de las expectativas de inflación. Los primeros meses de la administración Trump serán muy movidos, por lo cual es recomendable seguir con los cinturones bien abrochados.
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