martes, 10 de enero de 2023

Medidas para un abastecimiento óptimo de huevos

[Escrito el 9 de enero de 2023]

El ministro de Agricultura, Limber Cruz, anunció la semana pasada la decisión del gobierno de suspender las exportaciones de huevos por quince días. El objetivo de esa medida es reducir la demanda de ese producto y lograr que el precio baje o, al menos, no siga subiendo.

Esa medida de comercio exterior tiende a beneficiar en el corto plazo al consumidor nacional. Ese beneficio se materializaría siempre y cuando se logre reducir el precio al consumidor final. Si los intermediarios acaparan el producto y logran almacenarlo por el plazo que dure la restricción comercial, solo se reduciría el precio a nivel de granja y no a nivel de consumidor final. En consecuencia, la prohibición de la exportación de huevos solo beneficiaría al intermediario del negocio propietario de grandes almacenes.

Asumiendo que no haya acaparamiento, se registraría una reducción del precio en el mercado y el consumidor final se beneficiaría. Dado que el consumo de huevos representa una mayor proporción del gasto total de los pobres, esa medida beneficiaría principalmente a los segmentos de población de menores ingresos.

Por otro lado, el productor nacional se perjudicaría con la suspensión de las exportaciones. Asumiendo que el productor logre vender en el mercado nacional la totalidad de los huevos que antes exportaba, el nivel de ingreso total se reduciría porque los vendería a un menor precio por unidad. Dada la estructura de costos, ese menor ingreso total implica un menor nivel de beneficios.

A nivel nacional, el efecto final de la suspensión de las exportaciones de huevos dependerá de si el beneficio que recibiría el consumidor final supera o no la pérdida de beneficio y de eficiencia que sufrirá el productor. Espero que los economistas del ministerio de Agricultura hayan realizado esos cálculos.

En lo que se publica ese dato sobre la variación del bienestar a nivel doméstico, les adelanto que el gran perjudicado con esa medida comercial será el consumidor haitiano.  La suspensión de las exportaciones implica menor disponibilidad de huevos en Haití, elevándose significativamente su precio en ese territorio.

Ante la necesidad de los haitianos de adquirir huevos, dado que ese alimento es una de las principales fuentes de proteínas de ese pueblo, es muy probable que se ponga en marcha algún mecanismo de contrabando. La frontera dominico-haitiana es muy porosa y, por tanto, se crearán muchas vías a través de las cuales se llevarán huevos de manera irregular hacia el territorio haitiano. El resultado final será un precio mayor que el que existía en Haití antes de la suspensión de las exportaciones y un traslado de rentas a favor de los contrabandistas dominico-haitianos.

Visto lo anterior, recomiendo al gobierno que, si quiere reducir el precio del huevo en el mercado nacional de forma permanente, adopte medidas que mejoren la capacidad productiva, la eficiencia y la productividad del sector avícola dominicano. Así se supliría de manera óptima la demanda total, tanto la del mercado nacional como la del haitiano e islas del Caribe, sin que nadie salga perjudicado. 

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