lunes, 31 de marzo de 2025

Un consumidor preocupado

[Frente al Statu Quo. Publicado en Diario Libre el 31 de marzo de 2025.] 

El consumidor es un agente económico fundamental, ya que su demanda representa la mayor parte del producto interno bruto (PIB). Por ello, sus expectativas influyen de manera significativa en la definición de políticas y en la evolución futura del desempeño económico. 

Las encuestas de la Universidad de Michigan revelan un deterioro en las expectativas de los estadounidenses sobre la situación económica. El índice de confianza del consumidor cayó por tercer mes consecutivo, al contraerse un 11.9% en marzo respecto al mes anterior y ubicarse en 57.  Esa disminución refleja una percepción creciente de empeoramiento de las condiciones de empleo, ingresos y bienestar. La evidencia empírica avala la estrecha relación entre caídas bruscas del índice de confianza y episodios de recesión. 

Por otro lado, la inflación esperada para los próximos doce meses se situó en marzo en un 5%, muy por encima de la meta de la Reserva Federal del 2%. Más preocupante es que la tasa de inflación prevista de largo plazo alcanzase el 4.1% en marzo, su nivel más alto desde febrero de 1993, lo cual indica el debilitamiento en el anclaje de las expectativas. Ese vertiginoso aumento puede atribuirse al impacto de la incertidumbre que genera la errática e imprevisible política arancelaria de Donald Trump.

Los datos registrados a febrero de 2025 muestran la persistencia en la variación de los precios. La tasa de inflación del mes pasado, medida por el cambio relativo del índice de precios de gastos de consumo, se situó en términos interanuales en un 2.5% y en un 0.3% respecto a enero. Por su parte, la inflación subyacente, que excluye los precios de los alimentos y de los combustibles, y guarda una sólida vinculación con la política monetaria, alcanzó un 2.8% interanual y un 0.4% respecto al mes de enero, equivalente a una variación anualizada de un 4.9%.

Ante esos datos, el mercado prevé que la Reserva Federal mantendrá, hasta la reunión del 18 de junio, la tasa de interés de referencia en el rango del 4.25% al 4.5%. No obstante, las autoridades monetarias, que redujeron recientemente el crecimiento económico proyectado y elevaron la inflación estimada, evaluarán con mucha cautela la información futura sobre las condiciones de los mercados de bienes y de trabajo para evitar la adopción de decisiones precipitadas que estimulen el proceso inflacionario. 

Austan Goolsbee, presidente de la Reserva Federal de Chicago, reconoció recientemente, en el Financial Times, la preocupación que se origina cuando suben las expectativas de inflación de manera significativa, como ha sucedido en los dos meses recientes. Goolsbee, también profesor de Economía de la Universidad de Chicago, afirmó que “cuando hay polvo en el aire, esperar y ver es el enfoque correcto cuando te enfrentas a la incertidumbre.” La consistencia a lo largo del tiempo en el manejo de la política monetaria, que podría incluso hacerse más restrictiva, es clave para mantener ancladas las expectativas de inflación a largo plazo. 

El presidente Trump está dificultando el trabajo de la Reserva Federal. La semana pasada anunció la imposición de un arancel del 25% sobre las importaciones de vehículos y componentes de automóviles. La medida, que entrará en vigor el 2 de abril, incluirá a México y a Canadá, a pesar de que ambos países tienen un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos. 

El nuevo arancel afectará negativamente al consumidor estadounidense, que deberá pagar un precio más elevado por los vehículos; perjudicará al fabricante extranjero, el cual verá reducido su margen de beneficios y su volumen de demanda; y, debido al incremento de los costos de importación de sus componentes, el fabricante estadounidense de vehículos perderá competitividad y rentabilidad. 

La noticia provocó la caída inmediata no solo del precio de las acciones de los fabricantes de vehículos, sino de todo el mercado bursátil de Estados Unidos. Entre la apertura del jueves y el cierre del viernes de la semana pasada, el Dow Jones retrocedió 871 puntos, equivalente a un descenso de un 2.1%. En esos dos días de operaciones bursátiles, el S&P 500 disminuyó un 2.3% y el Nasdaq, que agrupa las principales empresas tecnológicas, cayó un 3.2%. El índice de volatilidad, el VIX, que refleja el nerviosismo del mercado de capitales, subió un 18% y cerró el viernes en 21.7, cuando su nivel habitual es 15. En contraste, el precio del oro, que es un bien considerado como refugio de valor, se ubicó en torno a los 3,118 dólares por onza troy. 

El 3 de abril, Trump anunciará los “aranceles recíprocos” que impondrá a todos los países que comercian bienes con Estados Unidos. Su política arancelaria, junto a los despidos en el gobierno federal y las deportaciones, sigue acentuando el grado de incertidumbre, lo que eleva la probabilidad de que el PIB de la economía más grande del mundo arroje una variación negativa. 

Alan Blinder, profesor de Economía de la Universidad de Princeton, publicó hace unos días un artículo en el Wall Street Journal en el que sostiene que la probabilidad de que Estados Unidos entre en recesión pasó de casi cero al inicio de año a situarse entre un 50% y un 60%. 

Por su parte, la Reserva Federal de Atlanta proyecta, mediante la metodología “Nowcasting,” que la variación del PIB en el primer trimestre de 2025 será de un -2.8%. Otras fuentes que evalúan datos de ventas, producción industrial y empleo sugieren que en el primer trimestre habrá un mejor comportamiento; sin embargo, la variación proyectada del PIB -alrededor de 0.4%- sigue muy baja en comparación con el desempeño histórico de la actividad económica estadounidense.  

La caída del índice de confianza del consumidor, el aumento de la inflación esperada y la percepción de un deterioro en la capacidad de generar ingresos laborales pueden provocar el descenso de la demanda agregada privada y una contracción del flujo de efectivo en los negocios. Esto acentuaría el descenso del precio de las acciones y reduciría la riqueza financiera, lo cual, a su vez, frenaría el consumo de bienes y servicios. El resultado sería una recesión económica, acompañada de un incremento en los precios y una reducción del bienestar.

jueves, 27 de marzo de 2025

La locura arancelaria llega a los automóviles

[Escrito el 27 de marzo de 2025]

El presidente Donald Trump declaró que impondrá un arancel de un 25% sobre las importaciones de vehículos y partes de automóviles. La medida, que entrará en vigor el 3 de abril, incluirá a México y a Canadá, a pesar de que ambos países tienen un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos. 

El nuevo arancel afectará negativamente al consumidor estadounidense, pues tendrá que pagar un mayor precio; al fabricante extranjero, que sufrirá una reducción de su margen de beneficios y un menor volumen de demanda; y al fabricante estadounidense de vehículos, que enfrentará mayores costos de importación de partes y, por tanto, menor rentabilidad. 

La noticia provocó la caída inmediata no solo del precio de las acciones de los fabricantes de vehículos, sino de todo el mercado bursátil de Estados Unidos. 

El Dow Jones retrocedió 155 puntos, equivalente a un descenso de un 0.4%. El S&P 500 disminuyó un 0.3% y el Nasdaq, que abarca las principales empresas tecnológicas, cayó un 0.5%. El índice de volatilidad, el Vix, que refleja el nerviosismo del mercado de capitales subió casi un 2% y cerró en 18.7, cuando lo normal es un nivel de 15. En contraste, el precio del oro, que es un bien que sirve como refugio de valor, se situó en 3,069 dólares por onza troy. 

A los fabricantes de vehículos les fue peor que al mercado. El precio de las acciones de General Motors, retrocedió un 7.4%; Ford, -3.9%; Mercedes-Benz, -2.7%; y Toyota, -2%. Como excepción, Tesla, cuyo precio ha caído un 43% desde diciembre de 2024, avanzó hoy un 0.4%. 

El 3 de abril, Trump anunciará también los aranceles recíprocos que aplicará a todos los países que intercambian bienes con Estados Unidos. La política arancelaria de Trump sigue acentuando el grado de incertidumbre, lo que eleva la probabilidad de que esa nación caiga en recesión. Se proyecta que en el primer trimestre de este año la variación del producto interno bruto sea de un -1.8% y que en los próximos meses muestre un comportamiento que pudiese ser peor. Un entorno muy difícil para la República Dominicana. 

¿Por qué querría Trump una estanflación?

[Escrito el 26 de marzo de 2025]

El 17 de marzo de 2025 comenté que la política arancelaria y migratoria del presidente Donald Trump puede provocar una estanflación que impactaría negativamente la economía dominicana. 

Alan Blinder, profesor de Economía de la Universidad de Princeton, publicó ayer un ensayo en el Wall Street Journal en el cual sostiene que la probabilidad de que Estados Unidos entre en recesión pasó de casi cero al inicio de año a colocarse entre un 50% y un 60%. 

Más todavía, según Blinder los aranceles son impuestos que incrementan los precios y reducen el poder de compra de los ingresos de los consumidores. Ese resultado que combina menor consumo y mayores precios puede desembocar en una estanflación, que es un entorno económico caracterizado por estancamiento del producto interno bruto e inflación. 

Al igual que las teorías expuestas por los profesores Dixit (Princeton) y Pindyck (MIT) sobre los determinantes de la inversión, Blinder sostiene que la incertidumbre provocada por la política arancelaria de Trump reducirá la inversión y el empleo. Indica que hace sentido a los negocios esperar a ver qué ocurre con los aranceles aplicados a los principales socios comerciales de Estados Unidos. Basta con una noticia positiva relacionada a la no aplicación de un arancel previamente anunciado por Trump para que el mercado reaccione al alza, como se ha observado ayer y hoy. 

La política migratoria de Trump también tendrá un impacto negativo en el mercado laboral. Es sorprendente que el secretario del Comercio, Howard Lutnick, hable de que la política arancelaria hará que las empresas extranjeras produzcan sus bienes en Estados Unidos y que, al preguntársele con cuál mano de obra se fabricarán esos productos, afirme que se producirán con robots. 

El profesor Blinder también está preocupado por los despidos masivos de empleados federales, pues además de reducir los servicios públicos elevará la tasa de desempleo. El resultado final de la política de Trump será una posible recesión y un mayor nivel de precios, lo cual lleva al profesor de Princeton a preguntarse por qué querría Trump llevar a la economía estadounidense a una estanflación. Esa interrogante queda sin responder. 

El Banco Central puede recuperar la estabilidad cambiaria

[Escrito el 25 de marzo de 2025] 

El Banco Central de la República Dominicana es la institución pública con mayor credibilidad. Los agentes económicos confían en su capacidad de mantener la estabilidad de precios y de cambio, al mismo tiempo que ayuda a crear las condiciones para que la economía crezca de manera sostenida. 

En diversas ocasiones ha tenido que enfrentar choques externos y el resultado ha sido exitoso. Esos choques, tanto de oferta como de demanda, han reducido transitoriamente el crecimiento del producto interno bruto y han elevado los precios, impactando negativamente sobre el bienestar de la población. Cabe recordar, la crisis asiática de los noventa, la crisis financiera de Estados Unidos de 2008, la pandemia del covid-19 y el huracán Georges de 1998. 

Frente a esos choques, la economía dominicana demostró su resiliencia. Se ha confirmado que, si al sector privado dominicano se le mantiene un entorno macroeconómico adecuado para que pueda realizar sus inversiones y crear empleo, la recuperación económica se logra rápidamente. 

En la coyuntura actual, la incertidumbre provocada por la errática e imprevisible política arancelaria del presidente Donald Trump constituye un nuevo choque de oferta negativo. Esa situación económica ha llevado a la Reserva Federal a mantener una política monetaria restrictiva por más tiempo, lo cual presiona el mercado cambiario nacional y condiciona la política que puede ejecutar el Banco Central de la República Dominicana. 

Hoy las autoridades monetarias colocaron certificados por un monto de casi 26 mil millones de pesos a una tasa de interés de 11.64%. Esa extracción de liquidez es un paso importante hacia una postura de política monetaria más restrictiva que elevará la tasa de interés pasiva y ayudará a estabilizar la tasa de cambio del peso frente al dólar, como en otras ocasiones ha ocurrido. 

Recuperada la estabilidad cambiaria y después de que la Reserva Federal comience a reducir su tasa de interés de referencia, que se prevé se registre en la segunda parte de 2025, el Banco Central podrá flexibilizar su política monetaria, lo que tenderá a elevar el ritmo de crecimiento del PIB. A mi entender, esa secuencia de eventos de política es la mejor posible para la República Dominicana, dado el conjunto de restricciones externas. 

lunes, 24 de marzo de 2025

Cuéntame del dólar

[Frente al Statu Quo. Publicado en Diario Libre el 24 de marzo de 2025.] 

“Amigo, cuéntame del dólar, ¿crees que seguirá subiendo en los próximos días?”  Basta con analizar la tendencia ascendente de la tasa de cambio registrada desde la eliminación, en los años ochenta, de la paridad del peso frente al dólar, para responder que seguirá subiendo en los próximos días, semanas y meses. Ese comportamiento no excluye que se puedan producir ligeras reducciones puntuales, pero lo habitual es que luego retome su trayectoria de largo plazo cuya tendencia alcista responde, en gran medida, a que la tasa de inflación anual promedio de la República Dominicana supera a la de Estados Unidos.

La relevancia de la pregunta formulada radica en que la variación de la tasa de cambio del primer trimestre del presente año es la mayor registrada en períodos similares desde la crisis bancaria de 2003 y 2004. Si la cotización del dólar cierra marzo en 63.38 pesos por dólar, que es el nivel observado al 21 de este mes, se habría registrado una variación acumulada de un 3.5% respecto al promedio de diciembre de 2024, equivalente a una tasa anualizada de un 14.8%. De mantenerse ese ritmo de depreciación en lo que resta del año, la tasa de cambio se ubicaría en diciembre en casi 70 pesos por dólar. 

Esa variación es atípica. Entre enero de 2012 y febrero de 2020, el alza de la tasa de cambio fue de un 4% anual, equivalente a un ritmo mensual de un 0.33%. Sin embargo, la pandemia del covid-19 provocó un cambio de régimen en la política monetaria. El cierre económico global que se llevó a cabo para contener la propagación del virus llevó a los bancos centrales a flexibilizar excesivamente los agregados monetarios, lo que elevó la volatilidad cambiaria. 

En la República Dominicana, a partir de marzo de 2020, se redujo la tasa de interés de referencia en 150 puntos básicos, hasta llevarla a un 3% anual en agosto de ese año, y se inyectó liquidez por más de 200 mil millones de pesos para que se otorgaran préstamos a tasas inferiores a las prevalecientes en el mercado. La flexibilización monetaria provocó que, entre abril y julio de 2020, la tasa de cambio subiese a un ritmo promedio mensual de un 2.1%. 

A partir de septiembre de 2020, se adoptaron medidas monetarias restrictivas que redujeron la tasa de cambio de 58.47 a 53.52 pesos por dólar en septiembre de 2022. Durante ese período de dos años, los valores en circulación del Banco Central, que sirven para extraer liquidez del mercado, aumentaron de 623,099 millones de pesos a 871,173 millones de pesos, diferencia cercana a un 40%. Además, entre noviembre de 2021 y noviembre de 2022, las autoridades monetarias elevaron la tasa de interés de referencia en 550 puntos básicos, llevándola a un 8.5% anual. Como consecuencia, la tasa de interés activa promedio ponderado se incrementó alrededor de 600 puntos básicos, ya que pasó de un 9.95% en septiembre de 2020 a un 15.89% en mayo de 2023. De manera similar, la tasa de interés pasiva subió durante ese mismo período en 678 puntos básicos, y alcanzó en mayo de 2023 un 10.36%. 

La citada apreciación del peso frente al dólar no resultó gratis. La política monetaria restrictiva desaceleró el ritmo de crecimiento del producto interno bruto (PIB) hasta situar la variación interanual acumulada a abril de 2023 en apenas un 1.6%. Para revertir esa situación, las autoridades iniciaron a partir de mayo de 2023 una nueva fase de flexibilización monetaria. Por ese motivo, la tasa de interés de referencia se redujo en 275 puntos básicos, hasta colocarse en un 5.75% en diciembre de 2024. Al mismo tiempo se inyectó liquidez por casi 200 mil millones de pesos a bajas tasas de interés y, después de que el total de los valores en circulación del Banco Central superara el millón de millones de pesos en el segundo semestre de 2023, las autoridades comenzaron a redimir a vencimiento esos títulos financieros, los cuales se redujeron en casi 175 mil millones de pesos entre septiembre de 2024 y marzo de 2025. El aumento de liquidez de pesos por encima de la demanda requerida para realizar transacciones económicas acentuó la tendencia a convertirlos en dólares.

La mayor flexibilidad monetaria impulsó el crecimiento del PIB en un 5% en 2024, pero al mismo tiempo explica, en gran parte, el significativo aumento de la tasa de cambio observado en lo que va de 2025, a pesar de que se han realizado intervenciones periódicas en el mercado cambiario mediante la venta de reservas internacionales. La evidencia anterior permite afirmar que, para reducir el ritmo de depreciación que actualmente lleva el peso dominicano, será necesario adoptar medidas monetarias restrictivas que eleven el rendimiento de los instrumentos financieros denominados en pesos. 

Tomando en consideración que la Reserva Federal mantendrá durante varios meses más su postura monetaria restrictiva, se puede estimar que la tasa de interés pasiva debe aumentar al menos 200 puntos básicos hasta situarse en un 11%. El Banco Central, cuyas Notas han comenzado a colocarse con una tasa de rendimiento en el entorno del 12%, debe enviar el mensaje adecuado al mercado financiero para que el retorno de los instrumentos en pesos suba y se frene la tendencia a la sustitución de pesos por dólares. 

Dado que “en economía no hay almuerzo gratis,” la estabilidad del peso frente al dólar tendrá un costo: las tasas de interés más altas disminuirán la inversión y el consumo, lo que impactará negativamente el crecimiento del PIB. Esto, junto al hecho de que la Reserva Federal de Estados Unidos proyecta que la política arancelaria y migratoria de Trump reducirá a un 1.7% el crecimiento del PIB de la principal economía del mundo, permite deducir que en 2025 la expansión económica de la República Dominicana se situará por debajo del 4.5% que estima el Fondo Monetario Internacional. En el mejor de los casos, el crecimiento económico se ubicará entre un 3% y un 3.5%, si es que se desea recuperar la estabilidad cambiaria y mantener el anclaje de las expectativas de inflación. 

jueves, 20 de marzo de 2025

La Reserva mantiene su política restrictiva

[Escrito el 20 de marzo de 2025]

Como reacción a la errática política arancelaria de Donald Trump, la Reserva Federal recortó su pronóstico de crecimiento económico y elevó la tasa de inflación esperada. 

Según el banco central de Estados Unidos, el producto interno bruto (PIB) crecerá un 1.7% en 2025 y la tasa de inflación se situará en un 2.7%, nivel muy superior a la meta del 2%. A diciembre pasado, se pronosticaba que la economía crecería un 2.1% y que la tasa de inflación se colocaría en un 2.5%. 

Frente a la elevada incertidumbre provocada por Trump, las autoridades monetarias estadounidenses decidieron mantener la política monetaria en territorio restrictivo. La tasa de interés de referencia quedó en el rango que va del 4.25% al 4.5% y se prevé que no haya ninguna modificación, por lo menos, hasta junio de este año. 

Jerome Powell, el presidente de la Reserva, lo dejó claro en su rueda de prensa. “Una buena parte” de la disminución esperada del crecimiento y de la mayor tasa de inflación se desprende de la política arancelaria de Trump. Por eso, el banco central no tiene prisa en reducir la tasa de interés de referencia, ya que prefiere evitar aumentos excesivos de la tasa de inflación. 

Trump criticó la decisión de la Reserva Federal en la plataforma Truth e indicó que a esa institución le iría mucho mejor recortando tasas. Es muy probable que dicho banco central lo que haga sea mantener sin cambios la tasa de interés de referencia hasta que se registre una tendencia hacia la baja de la tasa de inflación. A partir de esa situación, en el mejor de los casos, se pudieran realizar antes de fin de año dos recortes de tasas de interés de veinticinco puntos básicos cada uno.  

El oro pudo ser más brillante

[Escrito el 19 de marzo de 2025] 

En noviembre de 2020, comenté que la mina de Pueblo Viejo de la República Dominicana producía entre 900 mil y un millón de onzas troy de oro al año, siendo una de las operaciones más importantes en el proceso de generación de ingresos y beneficios de Barrick Gold y Newmont a nivel global. 

Para ese entonces, se tenía conocimiento que dicha mina tenía reservas de 9.5 millones de onzas de oro y recursos de oro medidos e indicados de 29 millones de onzas, que podían ser explotados en los próximos años si Barrick realizaba una inversión adicional de 1,300 millones de dólares. Por tanto, señalé, hace más de cuatro años, cuando la onza troy de oro se cotizaba en 1,951 dólares, que la explotación de esas reservas de manera responsable e inteligente, significaba que la mina de Pueblo Viejo podía seguir siendo una importante fuente de generación de ingresos, tanto para la empresa como para la República Dominicana.

Lamentablemente, los permisos necesarios para la realización de las inversiones necesarias no se obtuvieron oportunamente y la producción de oro descendió hasta colocarse en 2023 en el entorno de las 600 mil onzas, equivalente a una caída de un 35%. El valor total de las exportaciones de ese mineral en 2023 fue de 1,148 millones de dólares, un 32% menos que el valor exportado en 2020, aun cuando el precio de 2023 superó en 8.8% el precio registrado en 2020. En 2024, el nivel de producción fue de 585 mil onzas, casi la mitad de los mejores años de explotación de la mina. 

Esto significa que, en este año 2025, el país se beneficiará del elevado precio del oro, pero menos de lo que pudo haberse beneficiado si el volumen de producción se hubiese mantenido entre las 900 mil y un millón de onzas troy. 

En efecto, la incertidumbre provocada por la política arancelaria de Donald Trump, ha provocado un aumento de la demanda de oro que ha llevado su precio a un nivel récord. Al 18 de marzo de 2025, el precio de la onza troy de oro cerró en 3,042 dólares, casi un 30% por encima al precio promedio de 2024 que se situó en 2,345 dólares. 

Asumiendo que el volumen de oro exportado no se reduce, el incremento del precio del oro aumentará los ingresos de divisas por concepto de exportaciones de bienes y mejorará el saldo de las cuentas externas y fiscales del país. La magnitud del beneficio que recibirá la economía dominicana dependerá del precio promedio del oro que se alcance durante todo el año y de que la Barrick Gold pueda mantener su nivel de producción, por lo menos en el mismo nivel que en años anteriores. 

Wall Street vuelve a caer

[Escrito el 18 de marzo de 2025]

La incertidumbre provocada por la errática política arancelaria de Trump sigue provocando un alto costo para la economía de Estados Unidos. 

Los tres principales indicadores bursátiles volvieron a retroceder de manera significativa. El Dow Jones retrocedió un 0.6%, el S&P 500 descendió un 1.1% y el Nasdaq, que representa las empresas tecnológicas, cayó un 1.7%. 

Nueve de los once sectores que cotizan en el S&P 500 arrojaron variaciones negativas, lo que pone de manifiesto el nerviosismo de los agentes económicos sobre el futuro del desempeño económico estadounidense. Se prevé que el crecimiento del PIB en 2025, en el mejor de los casos, se situará en un 1.7%. 

En el caso del precio de las acciones de Tesla, la burbuja automovilística de Elon Musk, retrocedió en un 5.3%. Desde la toma de posesión de Trump, el precio ha caído un 47% y, a pesar de ello, expertos opinan que ese precio se encuentra todavía muy por encima de su verdadero valor. Basta con observar que la razón de precio a ganancias de Tesla es de casi 111, mientras que el de Toyota es de 7.4; el de Volkswagen, 5.1; General Motors, 7.9; y Ford, 6.8. Esos datos confirman que el precio de Tesla podría caer más. 

La Reserva Federal anunciará mañana el resultado de su reunión de política monetaria. Se prevé que mantenga inalterada su tasa de interés de referencia y que su presidente, Jerome Powell, declare que las autoridades monetarias le darán seguimiento a las decisiones comerciales y fiscales de la Administración Trump para evaluar su impacto sobre la actividad económica y los precios. 

lunes, 17 de marzo de 2025

El costo de la estanflación importada

[Frente al Statu Quo. Publicado en Diario Libre el 17 de enero de 2025.] 

La incertidumbre provocada por la arbitraria e imprudente política comercial del presidente Donald Trump comienza a tener un alto costo. Algunas instituciones prevén que la tasa de crecimiento del producto interno bruto (PIB) de Estados Unidos se reducirá entre 0.7 y 1 punto porcentual, lo cual lo situaría por debajo de un 2%. 

Recientemente, la Universidad de Michigan publicó que el índice de confianza del consumidor, un indicador clave para proyectar la demanda agregada, cayó a su nivel más bajo desde noviembre de 2022, al pasar de 64.7 en febrero a 57.9 en marzo. Al mismo tiempo, las expectativas de inflación para los próximos doce meses se elevaron de un 4.3% a un 4.9%, una cifra muy por encima de la meta del 2% de la Reserva Federal. Lo preocupante es que la expectativa de inflación era, en noviembre de 2024, de un 2.6%. La combinación del estancamiento económico con subidas de precios, conocida como estanflación, deteriora significativamente la calidad de vida de los hogares. 

Muchos economistas están preocupados por las decisiones de Trump. Larry Summers, profesor de Economía de la Universidad de Harvard, advirtió que “la Reserva Federal debe destacar el enorme impacto que la incertidumbre está teniendo en la economía.” No obstante, reconoció que “su capacidad para responder a esa incertidumbre es muy limitada.” Por su parte, Olivier Blanchard, profesor de Economía del MIT, afirmó que la incertidumbre está provocando la desaceleración de la economía estadounidense, ya que “lleva a los consumidores a preocuparse, a las empresas a esperar para invertir y a la caída de la demanda.” Agregó que esa política no conduce a nada bueno; al contrario, “solo a una pérdida pura.” Ante ese panorama, Summers, exsecretario del Tesoro, proyecta que la probabilidad de una recesión en Estados Unidos es de un 50%, a menos que se modifique la política arancelaria de la actual administración. 

Los mercados bursátiles han estado enviando un mensaje claro. Desde la fecha de toma de posesión de Trump hasta el 13 de marzo, el Dow Jones cayó un 7.3%, el S&P 500 retrocedió un 8.7% y el Nasdaq perdió un 12.4%. Esa destrucción de capital implica un deterioro de la capacidad del consumidor para mantener su nivel adquisitivo. Se estima que por cada 100 dólares que se pierde de riqueza financiera, el consumo se reduce en 7 dólares. Ese resultado se traducirá en una menor demanda agregada y, por lo tanto, menor actividad productiva.

La combinación de altos aranceles, deportaciones masivas, restricciones a la inmigración, despidos en el gobierno federal y el recorte del financiamiento a programas de investigación y desarrollo de las universidades provoca simultáneamente choques negativos, tanto por el lado de la oferta como de la demanda. Dichas medidas pueden desembocar en un escenario de estanflación.

El aumento de un 159% en el precio del petróleo en 1974, debido al recorte de la oferta impuesto por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), llevó a Estados Unidos a una recesión entre dicho año y 1975. Durante ese período, el PIB tuvo una variación promedio anual de -0.4%, mientras que la inflación alcanzó el 12.2% en 1974 y el 7% en 1975, lo cual originó una estanflación que elevó la tasa de desempleo a un 8.5% en ese último año. A finales de la década, volvió a registrarse un nuevo choque de oferta provocado por incrementos de precios del crudo que generó otro episodio de estanflación. 

En el pasado, la República Dominicana sufrió los efectos de la estanflación importada. Entre 1970 y 1973, el PIB del país, que se expandió a un vertiginoso ritmo anual del 11.3%, se redujo a la mitad, y registró un promedio de un 5.6%, mientras que la tasa de inflación promedio alcanzó el 13.8%. El impacto desfavorable no fue mayor gracias a que la economía dominicana se benefició de un aumento de los términos de intercambio de un 57%, derivado de la subida de los precios del azúcar en el mercado internacional. Ese incremento fortaleció los ingresos por exportaciones y generó ingresos al gobierno que permitieron una expansión de la inversión pública de hasta un 9% del PIB en 1975. Sin embargo, la estanflación de finales de los años setenta y las medidas monetarias extremadamente restrictivas adoptadas por Estados Unidos para combatirla desencadenaron, en los años ochenta, la crisis denominada la “década perdida” de América Latina, de la cual formó parte la República Dominicana. 

En la actualidad, a pesar de que la economía dominicana se ha diversificado e integrado a mercados de otros países, sigue manteniendo una fuerte dependencia del desempeño de Estados Unidos. Por cada punto porcentual que crece el PIB estadounidense, el dominicano se expande entre 1.7 y 2.2 puntos porcentuales. Si Estados Unidos entrase en recesión o, peor aún, en una estanflación, la República Dominicana sufriría una desaceleración de su actividad económica debido a la disminución de la demanda de servicios turísticos, la reducción del valor de las remesas familiares y la contracción de las exportaciones, tanto nacionales como de zonas francas. 

El sostenimiento de altas tasas de interés en Estados Unidos, una política requerida para enfrentar la inflación derivada de los altos aranceles de Trump, obligaría al Banco Central de la República Dominicana a mantener una postura restrictiva, con tasas de interés reales superiores al 12%, lo que reduciría la inversión privada, en particular la relacionada con la construcción. Si a todo lo anterior se añade que la inversión pública presupuestada para 2025 es de solo un 2.2% del PIB, puede deducirse que la probabilidad de alcanzar un ritmo de crecimiento anual del PIB entre un 4.5% y un 5%, como está contemplado en el Marco Macroeconómico consensuado por el gobierno y el Banco Central, o del 5%, según la más reciente proyección del Fondo Monetario Internacional, es cercana a cero. La variación de apenas un 3.1% del Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE), registrada como promedio entre noviembre de 2024 y enero de 2025, confirma la desaceleración económica y lo difícil que resultará lograr el ritmo de crecimiento potencial en un entorno internacional tan convulso e imprevisible.  

viernes, 14 de marzo de 2025

Crecen las perturbaciones arancelarias de Trump

[Escrtio el 13 de marzo de 2025]

 El presidente Donald Trump no se detiene en el ataque a sus socios comerciales. Hoy afirmó que impondría un arancel de 200% sobre las importaciones de vino, champaña y otras bebidas alcohólicas provenientes de la Unión Europea, cuyo monto asciende a 10 mil millones de dólares anuales. Esa medida golpeará principalmente a Francia, Italia y España que son grandes productores y exportadores de ese tipo de bebidas. 

La nueva amenaza arancelaria es la respuesta de Trump a la decisión de la Unión Europea de establecer un arancel de 50% al whiskey americano. Medida que se adoptó, a su vez, como reacción al establecimiento de un gravamen de 25% a las importaciones de acero y aluminio de origen europeo. 

Como es lógico, el mercado bursátil estadounidense reaccionó mal. El Dow retrocedió 1.3%, el S&P 500 cayó un 1.4% y el Nasdaq descendió casi un 2%. Desde la fecha de toma de posesión de Trump, el Dow ha caído un 7.3%, el S&P 500 ha retrocedido un 8.7% y el Nasdaq ha perdido un 12.4%. Esa destrucción de riqueza financiera implica un deterioro de la capacidad del consumidor de mantener su capacidad de adquirir bienes y servicios. Se estima que por cada 100 dólares que se pierde de riqueza financiera, el consumo se reduce en 7 dólares. Eso se traducirá en menor demanda agregada y, por lo tanto, menor actividad productiva.

Si continúa el ojo por ojo arancelario, el mundo pronto quedará ciego en un entorno de estancamiento económico y de inflación.

La burbuja de Tesla en peligro

[Escrito el 12 de marzo de 2025]

El 8 de septiembre de 2020 y el 29 de diciembre de 2022 comenté que el precio de mercado de Tesla es una anomalía del mercado o simplemente una burbuja. 

Entre la fecha de toma de posesión de Donald Trump y hoy, el precio de las acciones de Tesla ha pasado de 424.07 dólares a 230.58 dólares, una impresionante caída de un 46%. 

De manera inusual, el presidente Donald Trump saltó al ruedo a ayudar a su amigo Elon Musk, propietario de gran parte de las acciones de Tesla. Trump elogió el trabajo de Musk e indicó que su empresa Tesla estaba siendo afectada por un boicot, y que la apoyaría comprando un automóvil Tesla.  

Trump aumenta la incertidumbre

[Escrito el 11 de marzo de 2025]

Parece ser que el presidente Donald Trump no ha entendido el mensaje que le está enviando el mercado de capitales. A pesar de que los tres principales índices bursátiles cayeron ayer de manera significativa, Trump siguió echándole leña al fuego de la incertidumbre. 

Hoy decidió aumentar a un 50% el arancel sobre las importaciones de acero y aluminio de origen canadiense. Esta fue su reacción ante la decisión de Doug Ford, primer ministro de Ontario, Canadá, de colocarle un 25% a la electricidad que suple al norte de Estados Unidos. El impuesto a las exportaciones de electricidad le incrementaría los precios a 1.5 millones de americanos que viven en Nueva York, Michigan y Minnesota. Después de un intercambio entre funcionarios estadounidenses y canadienses, a las pocas horas ambas medidas fueron suspendidas. 

Nadie hubiese pensado que Trump iba a embarcarse en una confrontación tan agresiva con uno de sus principales socios comerciales. 

La reacción del mercado bursátil fue de nuevo a la baja. El Dow Jones retrocedió 1.14%, el S&P 500 cayó 0.76%, y el Nasdaq disminuyó 0.18%. El índice de volatilidad se colocó en 27, nivel que refleja un alto nerviosismo del mercado. 

Esa caída del precio de las acciones implica una destrucción de riqueza financiera que reducirá el consumo y la actividad económica. Los fondos de pensiones y los ahorristas que tienen acciones en sus portafolios deben haber perdido el sueño con las erráticas decisiones comerciales de Trump. 

Los expertos en economía también están muy preocupados por las acciones de Trump y la capacidad de la Reserva Federal de lidiar con estos problemas que pudieran afectar el anclaje de las expectativas. Larry Summers, profesor de Economía de la Universidad de Harvard, ha señalado que “la semana próxima, la Reserva Federal debe poner de relieve el enorme impacto que la incertidumbre está teniendo en la economía.” Pero añadió que, “su capacidad para responder a esa incertidumbre es muy limitada.” 

Por su parte, Olivier Blanchard, Profesor de Economía del MIT, afirmó que la incertidumbre está provocando la desaceleración de la economía estadounidense. Incertidumbre “que lleva a los consumidores a preocuparse, a las empresas a esperar para invertir y a la caída de la demanda.” Y concluye indicando que esa política no lleva a nada bueno en el futuro, “solo a una pérdida pura.” 

Espero que Trump se consiga pronto buenos asesores económicos. 

La posible estanflación estadounidense

[Escrito el 10 de maro de 2025]

El presidente Donald Trump ha reconocido que su política arancelaria puede provocar una recesión económica al mismo tiempo que pudiese elevar el índice de precios al consumidor. 

La incertidumbre sobre el precio de los insumos importados aumenta el riesgo en el precio del producto final y, en consecuencia, sobre el beneficio esperado de los negocios. En ese contexto, la decisión óptima de los agentes económicos es posponer la acumulación de activos reales, lo cual frena el crecimiento económico, actual y futuro. El comportamiento de la inversión en un escenario de incertidumbre excesiva fue analizado en 1936 por John Maynard Keynes, en su obra “Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero.” En su trabajo introdujo el concepto de “espíritus animales,” que son los factores psicológicos y emocionales que influyen sobre la confianza y el optimismo de los inversionistas y consumidores. 

De manera más rigurosa, los profesores Avinash K. Dixit (Princeton) y Robert S. Pindyck (MIT), en su libro “Inversión bajo incertidumbre,” publicado en 1994, desarrollaron el valor de la opción de posponer la inversión aplicando herramientas de optimización dinámica estocástica, para demostrar que la incertidumbre y la volatilidad impactan negativamente sobre la inversión, en especial aquella que se considera irreversible y conlleva altos costos hundidos.

La combinación de aranceles elevados con una agresiva política de deportaciones masivas reduciría significativamente el crecimiento económico y elevaría el índice de precios, lo cual puede aumentar la probabilidad de que ocurra una estanflación. Ese es el peor de los mundos, pues implica simultáneamente la pérdida de empleos y la reducción del poder adquisitivo de los ingresos. El resultado de esa eventualidad económica es el deterioro de las condiciones de vida y el aumento de la pobreza.

El viernes pasado, Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, intentó calmar los ánimos. En su intervención, restó importancia a las preocupaciones sobre una posible recesión en Estados Unidos, lo que lleva a pensar que la entidad que dirige mantiene la prioridad de que la tasa de inflación alcance la meta del 2%. La Reserva no tiene prisa en reducir la tasa de interés de política monetaria y, en estos momentos, está concentrada “en separar la señal del ruido a medida en que evolucionan las perspectivas.” No obstante, en el mercado se ha ido instalando la narrativa de que la incertidumbre provocada por los vaivenes de la política arancelaria de Trump reducirá significativamente el ritmo de crecimiento económico y, por ello, se prevé que el banco central estadounidense tenga que recortar la tasa de interés en tres ocasiones antes de que finalice el año

lunes, 10 de marzo de 2025

El costo de la incertidumbre

[Frente al Statu Quo. Publicado en Diario Libre el 10 de marzo de 2025.] 

La incertidumbre, acrecentada por información limitada y contradictoria, es un fenómeno que se refiere a la imprevisibilidad de las condiciones económicas. En general, muchas personas suelen sufrir pérdidas financieras cuando se producen cambios económicos o institucionales bruscos que generan excesiva inseguridad. Por el contrario, los especialistas en la cuantificación y gestión de riesgos pueden encontrar oportunidades de obtener grandes ganancias. En sus respectivas trayectorias empresariales, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, y el secretario de Comercio, Howard Lutnick, han demostrado ser expertos en surfear las olas de la volatilidad y en alcanzar la orilla en mejores condiciones que muchos otros.  

La política arancelaria estadounidense ha intensificado la incertidumbre. El presidente Donald Trump anunció el 2 de febrero la imposición de aranceles a todas las importaciones provenientes de México y Canadá, dos de sus principales socios comerciales. Poco después, decidió aplazar durante un mes la entrada en vigor de la medida, que contemplaba gravámenes de un 25%. 

La semana pasada venció el plazo y se anunció que los aranceles se aplicarían de forma inmediata. Sin embargo, horas después se afirmó que no se gravarían las importaciones que realizan los fabricantes de vehículos con sede en Estados Unidos. Un poco más tarde, tras las conversaciones con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, Trump decidió frenar hasta el 2 de abril la puesta en marcha de las medidas arancelarias a las importaciones procedentes de México y Canadá que cumplan con el acuerdo de libre comercio firmado con Estados Unidos. 

En el caso de China, se han aprobado hasta la fecha dos aumentos para un arancel adicional de un 20%, medidas contra las que el gobierno chino ha respondido, a su vez, con gravámenes a productos estadounidenses.

La incertidumbre sobre el precio de los insumos importados aumenta el riesgo en el precio del producto final y, en consecuencia, sobre el beneficio esperado de los negocios. En ese contexto, la decisión óptima de los agentes económicos es posponer la acumulación de activos reales, lo cual frena el crecimiento económico, actual y futuro. El comportamiento de la inversión en un escenario de incertidumbre excesiva fue analizado en 1936 por John Maynard Keynes, en su obra “Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero.” En su trabajo introdujo el concepto de “espíritus animales,” que son los factores psicológicos y emocionales que influyen sobre la confianza y el optimismo de los inversionistas y consumidores. 

De manera más rigurosa, los profesores Avinash K. Dixit (Princeton) y Robert S. Pindyck (MIT), en su libro “Inversión bajo incertidumbre,” publicado en 1994, desarrollaron el valor de la opción de posponer la inversión aplicando herramientas de optimización dinámica estocástica, para demostrar que la incertidumbre y la volatilidad impactan negativamente sobre la inversión, en especial aquella que se considera irreversible y conlleva altos costos hundidos.

La errática política arancelaria de la administración Trump ha creado una gran inseguridad económica en Estados Unidos, México y Canadá. Se ha estimado que dicha política perjudicará tanto a los fabricantes como a los hogares de los tres países. Dada la fuerte dependencia de las exportaciones de México y de Canadá del mercado estadounidense, se proyecta que ambas economías entrarían en recesión. 

Con relación a China, si bien el mercado estadounidense es más importante para ese país asiático que el mercado chino para los Estados Unidos, China representa un eslabón importante de la cadena de suministro de insumos y bienes intermedios del sector industrial de los Estados Unidos, lo cual es fundamental para la competitividad de sus empresas manufactureras.

Los consumidores estadounidenses también se verán perjudicados. Según los cálculos del Peterson Institute for International Economics (PIIE), un arancel del 25% a las importaciones de productos fabricados en México y Canadá, junto con uno del 10% sobre los productos chinos, costaría a cada hogar estadounidense del tercer quintil una media de 1,200 dólares anuales.  

La combinación de aranceles elevados con una agresiva política de deportaciones masivas reduciría significativamente el crecimiento económico y elevaría el índice de precios, lo cual puede aumentar la probabilidad de que ocurra una estanflación. Ese es el peor de los mundos, pues implica simultáneamente la pérdida de empleos y la reducción del poder adquisitivo de los ingresos. El resultado de esa eventualidad económica es el deterioro de las condiciones de vida y el aumento de la pobreza.

De seguir ampliándose el grado de incertidumbre, los inversionistas podrían optar por postergar las nuevas inversiones hasta obtener más información sobre la estructura arancelaria final. El mercado de capitales, especialmente el de acciones, ha estado enviando un claro mensaje al presidente Trump sobre lo costoso de la incertidumbre arancelaria. Entre el 20 de enero, fecha de la toma de posesión de su cargo, y el 6 de marzo de 2025, el S&P 500 retrocedió un 5.1%, mientras que el Nasdaq, que agrupa las principales empresas tecnológicas, cayó un 8.5%; el Dow Jones, por su parte, descendió un 3.3%. Además, el índice de volatilidad, que mide el temor de los mercados, subió en ese período de 15 -que es un nivel relativamente normal- a 25, situación que refleja un enorme nerviosismo de los inversionistas.

El viernes pasado, Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, intentó calmar los ánimos. En su intervención, restó importancia a las preocupaciones sobre una posible recesión en Estados Unidos, lo que lleva a pensar que la entidad que dirige mantiene la prioridad de que la tasa de inflación alcance la meta del 2%. La Reserva no tiene prisa en reducir la tasa de interés de política monetaria y, en estos momentos, está concentrada “en separar la señal del ruido a medida en que evolucionan las perspectivas.” No obstante, en el mercado se ha ido instalando la narrativa de que la incertidumbre provocada por los vaivenes de la política arancelaria de Trump -junto a otras medidas como las deportaciones masivas o el despedido de funcionarios públicos- reducirá significativamente el ritmo de crecimiento económico y, por ello, se prevé que el banco central tenga que recortar la tasa de interés en tres ocasiones antes de que finalice el año.

jueves, 6 de marzo de 2025

La gravísima incertidumbre arancelaria

 [Escito el 6 de marzo de 2025]

El presidente Donald Trump anunció hace un mes que Estados Unidos establecería aranceles a todas las importaciones de México y Canadá, dos de sus principales socios comerciales. Poco después decidió posponer por treinta días la entrada en vigor de la medida que implicaba aranceles de 25% para las importaciones provenientes de esos países.

Esta semana venció el plazo y anunció que los aranceles se aplicarían de forma inmediata. Horas después indicó que las tarifas sobre las importaciones que realizan los fabricantes de vehículos localizados en Estados Unidos no se aplicarían. Y poco más tarde, después de hablar con la presidenta de México, Claudia Sheimbaun, Trump decidió posponer hasta el 2 de abril la aplicación de las medidas arancelarias contra las importaciones provenientes de México y Canadá que cumplan con el acuerdo de libre comercio firmado con Estados Unidos. Por su parte, el primer ministro canadiense Justin Trudeau indicó que Canadá probablemente estará en guerra comercial con Estados Unidos en el futuro previsible.

Ese tipo de acciones ha creado una terrible incertidumbre en Estados Unidos, México y Canadá. Se ha estimado que los fabricantes y los hogares de los tres países se perjudicarán. Dada la extraordinaria dependencia de México y de Canadá del mercado estadounidense se proyecta que ambas economías caerían en recesión. 

El mercado de capitales, en particular el de renta variable, le ha estado enviando un claro mensaje al presidente Trump de lo costoso que resulta la incertidumbre arancelaria. Entre el 20 de enero, fecha de la toma de posesión, y el 6 de marzo de 2025 el S&P 500 retrocedió un 5.1%. El Nasdaq, que agrupa las principales empresas tecnológicas, cayó un 8.5%. Y el Dow Jones descendió un 3.3%. El índice de volatilidad, que mide el miedo del mercado, ha subido de 15 -que es un nivel relativamente normal- a 25, que implica mucho nerviosismo.

Espero que la administración Trump capte el mensaje, antes de que sea demasiado tarde.

Un tiro arancelario en el pie estadounidense

[Comentario Noti 5 de marzo de 2025]

El Wall Street Journal lo calificó de manera correcta. Los aranceles a México y Canadá son los más tontos de la historia porque el impacto es negativo no solo para los mexicanos y canadienses, sino también para los estadounidenses. 

Los productos importados desde México más importantes para Estados Unidos son: equipos de transporte, 131 mil millones de dólares; equipos electrónicos, 85 mil millones de dólares; y maquinarias, 81 mil millones de dólares 

En el caso de Canadá, las principales importaciones realizadas por Estados Unidos son: combustibles, 123 mil millones de dólares; equipos de transporte, 65 mil millones de dólares; y metales, 34 mil millones de dólares. 

El Peterson Institute for International Economics (PIIE) ha estimado que el impacto sobre la actividad económica en México y Canadá será brutal, registrándose una significativa caída del producto interno bruto (PIB), pues las exportaciones de ambos países tienen a Estados Unidos como principal destino. En caso de que haya represalia, la situación económica sería mucho peor para los consumidores mexicanos y canadienses, quienes sufrirían también por el aumento de precios. 

A Estados Unidos también le irá mal. De acuerdo con los cálculos del PIIE, un arancel de 25% sobre las importaciones provenientes de México y Canadá más un arancel de 10% sobre las chinas reducirían el PIB de Estados Unidos y además le costaría a la familia promedio estadounidense alrededor de 1,200 dólares anuales.  

De ahí que se pueda concluir que la citada medida arancelaria es equivalente a darle un tiro en el pie a los sectores productivos y a los hogares estadounidenses. 

lunes, 3 de marzo de 2025

¿Hacia dónde va la política monetaria?

[Frente al Statu Quo. Publicado en Diario Libre el 3 de marzo de 2025] 

El viernes pasado, el Banco Central tomó una decisión correcta al mantener sin cambios la tasa de interés de política monetaria. Sin embargo, un análisis riguroso del comunicado de política permite identificar elementos en la narrativa que deben ser modificados para que sean consistentes con el objetivo de reducir la depreciación cambiaria. 

La población tiene una marcada preferencia por un entorno económico caracterizado por la estabilidad de precios y un ritmo de crecimiento sostenible, que le permita obtener un buen empleo y proteger el poder adquisitivo de sus ingresos. El Banco Central es la institución responsable de adoptar las medidas necesarias para garantizar una variación de precios baja y estable, mantener la moneda nacional sin cambios bruscos y anclar las expectativas de inflación. 

Los bancos centrales influyen en los mercados a través de sus comunicados y ruedas de prensa, ya que en ellos se exponen de manera transparente los fundamentos económicos, la lógica de las decisiones de política y las perspectivas económicas. El análisis de cada palabra permite identificar el tono y consistencia de las declaraciones de las autoridades, lo que incide en las decisiones de consumo e inversión de los agentes económicos y, por tanto, afecta a la tasa de inflación y a los mercados financieros. Para evitar sorpresas y desviaciones excesivas de las metas, es fundamental que el contenido de las declaraciones refleje adecuadamente la dirección de las acciones de política que se ejecutan. De lo contrario, puede producirse una pérdida de credibilidad, efectividad y predictibilidad de la política monetaria. 

El tono del comunicado del 28 de febrero de 2025 es predominantemente positivo. A pesar de las condiciones económicas internacionales adversas, como las elevadas tasas de interés en Estados Unidos y las tensiones geopolíticas y comerciales, se subraya la resiliencia económica del país. Se destaca también que, tras la expansión del producto interno bruto (PIB) en 2024 a su ritmo potencial del 5%, se prevé un crecimiento del 4.5% para el 2025, con una tasa de inflación dentro del rango de 4%1%. 

El comunicado no incluye aspectos domésticos negativos, como es la caída por dos meses consecutivos de la actividad de la construcción, que es la de mayor ponderación en el PIB. Esto explica que en noviembre y diciembre la tasa de crecimiento del PIB se haya colocado por debajo del ritmo potencial. 

El documento del Banco Central destaca como aspectos positivos el mantenimiento de la estabilidad relativa de la tasa de cambio y el hecho que las reservas internacionales a febrero ascendieran a 14,800 millones de dólares. Sin embargo, no menciona que ese nivel de reservas se deriva del aumento de 2,500 millones de dólares de los depósitos del gobierno en dicha institución, recursos obtenidos mediante la colocación de nueva deuda externa por la suma de 5 mil millones de dólares. De no haberse realizado dicha colocación, el nivel de las reservas internacionales habría quedado 300 millones de dólares por debajo de los 12,605 millones de dólares registrados a finales de enero.  

En cuanto a la tasa de cambio, en 2024 subió en un 5.9%, lo cual refleja una desviación hacia arriba respecto al promedio del 3.5% anual. En los dos primeros meses de 2025, la tasa de cambio subió un 2.22%, una variación similar a la observada a febrero de 2024 y muy superior al 0.75% promedio de los dos primeros meses del período comprendido entre 2012 y 2023. Ese comportamiento está asociado con la reducción del diferencial entre la tasa de interés de los instrumentos financieros en pesos y las tasas de los instrumentos en dólares. Para revertir esa situación, es indispensable que el Banco Central adopte una postura monetaria más restrictiva que haga aumentar la tasa de interés pasiva. 

Desafortunadamente, el comunicado afirma que la postura monetaria es flexible y que seguirá siéndolo. La reducida tasa de inflación interanual a enero (3.32%) y el deseo de mantener el ritmo de crecimiento del PIB cerca del potencial llevan a las autoridades a mostrar una posición monetaria flexible, lo cual implica una tendencia a la baja de las tasas de interés “que deberá continuar conforme opera el mecanismo de transmisión de la política monetaria.”  Incluso se resalta que, desde mayo de 2023, la tasa de interés de referencia se redujo en 275 puntos básicos y que se adoptaron medidas de expansión de la liquidez en pesos, a través de la disminución del encaje y operaciones de “repo,” con el objetivo de que se “apoye el crecimiento del crédito privado y el dinamismo de la demanda interna durante el presente año.”  

Por otro lado, el comunicado incluye afirmaciones que sugieren la necesidad de una postura de política monetaria más restrictiva. La persistencia de la inflación estadounidense, la política monetaria restrictiva y altas tasas de interés de la Reserva Federal, los movimientos de capitales hacia Estados Unidos, la apreciación del dólar frente otras monedas y la decisión de varios bancos centrales de la región de aumentar sus tasas de interés son factores que deben llevar al Banco Central de la República Dominicana a tomar medidas que eleven la tasa de interés. 

Es importante destacar que el Banco Central ya comenzó a realizar su apriete monetario. A través de las subastas de sus Notas, se observa una tendencia ascendente de las tasas de interés de esos instrumentos financieros. La subasta de Notas del 12 de febrero fue declarada desierta porque el cupón era de un 8% y el público ofreció comprar a una tasa de rendimiento de 12%.  En la subasta del 18 de febrero solo se colocaron 3,204 millones de pesos a una tasa de rendimiento del 10.98%, mientras que en la del 25 de febrero se colocaron 20,726 millones de pesos a una tasa de rendimiento del 11.49%. El apriete monetario contrasta con el mensaje del Banco Central de que las tasas de interés en el mercado seguirán bajando. Dicha señal ha provocado el mantenimiento de la tasa de interés pasiva cerca del 9%, situación que puede incitar a la sustitución de pesos por dólares y su envío al extranjero. Un camino muy peligroso.