[Escrito el 7 de enero de 2022]
La variante del covid-19 denominada Ómicron es, hasta ahora, la más contagiosa, pero -afortunadamente- tiene una baja letalidad. Esa característica implica que una gran cantidad de personas, vacunadas o no, afectadas previamente por esa enfermedad o no, se contagiará de covid-19 en las próximas semanas. Ayer se registró un total de 5,968 nuevos casos, 25 veces superior al promedio de la primera quincena de diciembre de 2021. Ese aumento del contagio tendrá un costo económico importante para la sociedad dominicana, por lo cual hay que tratar de minimizarlo.
Algunos médicos han recomendado que se tomen medidas que limiten el
contacto físico de la población. El presidente Luis Abinader afirmó que el
costo económico del cierre de las actividades productivas, o del
establecimiento de un estado de emergencia, sería demasiado elevado. Y utiliza
la experiencia de otros países en los cuales no se han adoptado medidas de ese
tipo, tomando en consideración que la letalidad de esa variante Ómicron es
menor que la registrada por otras variantes de ese virus.
La propagación de la Ómicron producirá un mayor costo para el bolsillo
de las personas, por concepto de realización de pruebas de covid-19 y por la
adquisición de los medicamentos requeridos para tratar esa enfermedad. El gobierno, que suple servicios de salud en
los hospitales a los afectados por la enfermedad, que adquiere medicamentos y
los suministra a través de las boticas populares, tendrá que destinar una mayor
parte de recursos para enfrentar el aumento de la cantidad de personas
contagiadas.
Y las empresas, sean formales o informales, grandes, medianas o
pequeñas, serán impactadas negativamente por el aumento de la cantidad de su
personal contagiado por el covid-19. Esos negocios tendrán que pagar el 15 y 30
de enero el sueldo a todo su personal sea que esté contagiado o no, y, en
consecuencia, tendrá que pagarles a los empleados sea que estén aportando o no a
la generación de ingresos durante ese período. En esta ocasión no hará ningún
tipo de ayuda gubernamental. Las empresas, que por el aumento de su personal
contagiado experimenten una disminución del ratio de ingresos a gastos, serán
las que cargarán con la mayor parte del costo económico de la propagación de la
variante Ómicron.
Ante esa realidad es recomendable que la población que no se ha vacunado lo haga lo antes posible, y que aquellos que ya tienen dos dosis se coloquen la dosis de refuerzo. Al mismo tiempo hay retomar la práctica de distanciamiento social y el uso contino de la mascarilla. Si toda la población colabora, se podrá enfrentar exitosamente esta variante del covid-19, minimizando su costo económico.
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