jueves, 23 de diciembre de 2021

¿Cómo enfrentar de manera óptima la variante Ómicron?

[Escrito el 22 de diciembre de 2021]

La variante del covid-19 denominada Ómicron es muy contagiosa, pero menos mortal que las demás variantes, entre ellas la Delta. Con esa información se puede diseñar una estrategia óptima para enfrentarla, que tenga como objetivo minimizar la cantidad de fallecidos por esa variante sin que esto provoque el colapso de las actividades económicas.

Los países más avanzados, tengan o no la presencia de la Ómicron, han decidido reducir la probabilidad de contagio. Israel, Japón y Singapur, entre otros, levantaron barreras a la entrada de personas a sus territorios. Otros países, como el Reino Unido, Alemania y Francia, han reducido las actividades que implican un intenso contacto social, acentuando simultáneamente el uso obligatorio de las mascarillas en interiores.

Aun cuando se ha dado a conocer que la variante Ómicron tiene una gran capacidad de burlar la protección inmunológica que brinda la vacuna, o por haber sido contagiado previamente, se ha comenzado a promover la aplicación de la cuarta dosis de la vacuna contra el covid-19. Israel, siempre a la vanguardia, ha decidido ofrecer esa cuarta dosis a la población con edad superior a los 60 años y a los trabajadores del sector salud. 

Esto cobra una gran importancia, pues hoy se difundieron los resultados de un estudio que demuestra que la variante Ómicron tiene una menor probabilidad de enviar a un infectado al hospital. Investigadores de Sudáfrica han estimado que el riesgo de hospitalización con la Ómicron es 70% a 80% menor que el riesgo asociado a la variante Delta. Debe destacarse que la probabilidad de mortalidad es menor para los vacunados o aquellos que han sido infectados previamente, por eso es imprescindible que toda la población meta se vacune y se coloque también la dosis de refuerzo lo antes posible.

Los datos anteriores sugieren que, dada la elevada transmisibilidad de la Ómicron, la estrategia óptima para enfrentarla incluye combinar el uso de mascarillas con el mantenimiento de un prudente distanciamiento social, y completar el proceso de vacunación de toda la población meta, incluyendo la dosis de refuerzo. Esa estrategia reduciría el ritmo de contagio, mantendría muy baja la cantidad de hospitalizados y minimizaría la mortalidad de la variante Ómicron. Si se logra su implementación oportuna, el impacto económico de esa variante del covid-19 sería también el mínimo posible. 


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