[Escrito el 27 de mayo de 2024]
La reforma tributaria que se apruebe debe acercar el sistema tributario
hacia el sistema óptimo. La idea es que se pueda incrementar el total de
ingresos tributarios, distribuyendo la carga impositiva de la mejor manera
posible. Esa estrategia implica reducir a un mínimo las distorsiones provocadas
por los impuestos al mismo tiempo que se recauda de una manera equitativa.
Los cambios de tasas y base imponible deben distorsionar lo menos
posible las decisiones de ahorro, inversión, trabajo e innovación. Es sabido
que impuestos con tasas excesivamente variadas o muy altas tienden a
distorsionar las decisiones de los agentes económicos, provocando ineficiencias
y el deterioro del nivel de ingresos. El resultado de un sistema impositivo
distorsionante es una pérdida de bienestar.
La reforma tributaria debe ser equitativa y evitar medidas regresivas a
menos que los contribuyentes de menores ingresos sean compensados. Los cambios
impositivos deben promover la equidad vertical, que significa que los
contribuyentes más ricos paguen una mayor cantidad de impuestos al compararse
con los menos ricos. La reforma también debe promover la equidad horizontal,
para que así dos contribuyentes con el mismo nivel de ingresos o consumo paguen
la misma cantidad de impuestos.
La reforma impositiva debe permitir una mejora de la eficiencia
recaudatoria, simplificando el proceso de cumplimiento de la obligación
tributaria. Si la República Dominicana tuviese un nivel de eficiencia similar
al promedio de la región, las recaudaciones del Itbis y del impuesto sobre la
renta de personas físicas y jurídicas pudieran aumentar hasta en 4 puntos
porcentuales del producto interno bruto. La evasión -y la elusión impositiva
también- se traduce en la existencia de contribuyentes de altos ingresos con
una menor tasa de tributación efectiva que contribuyentes con menores ingresos.
Esto hace que el sistema tributario actual sea muy injusto.
Con relación a las exenciones tributarias que benefician a sectores
productivos, se deben realizar análisis costo-beneficio para determinar cuáles
exenciones han (o no han) cumplido su objetivo y deben ser eliminadas o
reducidas.
El objetivo de las autoridades encargadas del diseño y ejecución de la
reforma tributaria debe ser mejorar el sistema impositivo acercándolo al óptimo
y hacerlo lo más justo posible. Para mejorar la equidad y minimizar el impacto
negativo sobre los segmentos más pobres se debe poner en marcha un programa de
transferencias compensatorias, que tiendan a mantener constante las condiciones
de vida de los segmentos de menores ingresos del país.
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