[Escrito el 2 de septiembre de 2021]
El presidente Luis Abinader ha dejado ver los principios de la reforma tributaria que presentará al Congreso Nacional. En una entrevista realizada hoy en el programa Matinal, reseñada en Diario Libre, el primer mandatario señaló que la reforma tributaria que se está evaluando consiste en bajar impuestos y eliminar exenciones tributarias, que ascienden este año a casi 210 mil millones de pesos; equivalente a 4% del PIB.
La reforma tributaria tendría como objetivo
mejorar la progresividad del sistema impositivo. Esto lo dejó claro Abinader,
al señalar que “los que tienen que cargar con cualquier aumento de impuestos
son los que más tienen.” Esa afirmación implica dos resultados.
El primer resultado es que alguien tendrá que
pagar mayores impuestos, aun cuando Abinader haya dicho que la reforma
tributaria consistirá en bajar impuestos. Si se refiere a bajar tasas, habría
que pensar que su estrategia asume que menores tasas aumentarían la base
imponible y, en consecuencia, se incrementarían los ingresos fiscales, tal como
sugiere el economista estadounidense Arthur Laffer.
El segundo es que las exenciones que se
eliminarán no son las que benefician actualmente a los más pobres y a los
grupos vulnerables. Ejemplos de esas exenciones a favor de los pobres son las que
dejan fuera de la base imponible del Itbis alimentos como arroz, habichuela,
carne de pollo, huevos, entre otros. Me imagino que en esa reforma tributaria
esos productos, y otros más, seguirán exentos.
El presidente Abinader no especificó cuáles
exenciones serán eliminadas, pero señaló que “aquí ya no puede haber muchas de
las exenciones que hay.” ¿Se habrá referido a las exenciones que benefician a
las zonas francas? ¿Al turismo? ¿A la industria nacional? ¿Habrá estimado el
impacto sobre la inversión, el empleo y el nivel de precios? Me imagino que sí,
pues afirmó que esas exenciones benefician a las empresas ya establecidas, en
perjuicio de otras que desean entrar y competir en el mercado.
Un aspecto muy positivo de la reforma a ser diseñada, aprobada y ejecutada por el gobierno de Abinader es que simplificará el sistema tributario. De las palabras presidenciales se desprende que el nuevo Código Tributario promoverá la formalización de la economía, lo cual es muy positivo. Esto reducirá la evasión de impuestos y fortalecerá el sistema dominicano de seguridad social.
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