lunes, 23 de julio de 2012

El HSBC y el Banco de Reservas


El banco HSBC, uno de los más grandes del mundo,  está siendo investigado por el Senado de los Estados Unidos por haber facilitado operaciones de lavado de activos desde su sucursal en México en el período 2007-2008. Esa investigación provocó que su jefe de cumplimiento (anti-lavado) haya anunciado su dimisión.

El HSBC es muy conocido en la Republica Dominicana por su participación en el caso de corrupción y lavado de activos conocido como caso SunLand.En el libro ¨El  lado oscuro de la Sunland¨ se presentan las evidencias de la participación del HSBC. 
El banco HSBC jugó un papel protagónico entre el grupo de bancos que adquirieron y posteriormente transfirieron a terceros las Notas Promisorias del caso SunLand por un monto total de 130 millones de dólares. Frank Godino, Vice Presidente del HSBC Bank USA, NA, fue quien firmó el acuerdo de custodia de las Notas Promisorias con el Royal Bank of Scotland, comprometiéndose a servir de cobrador de los derechos que había adquirido el RBS.

Los ingresos de la emisión de las Notas Promisorias, que fueron vendidas a través del HSBC el 15 de diciembre de 2006 por la suma total de 112 millones de dólares (después de descontar las comisiones de los bancos y de los administradores del proyecto),   debieron ser depositados en la cuenta del Gobierno Dominicano en el Banco de Reservas o en el Banco Central. La realidad es que ese dinero no se depositó en esas cuentas, sino en una cuenta privada de la empresa SunLand en el banco Wachovia de la Florida. Ese banco a su vez, a solicitud de Félix Bautista, transfirió el dinero a una cuenta que había abierto una empresa creada y controlada por el entonces director de la OISOE llamada Consorcio Hemisferio Imperial, convirtiéndose esos recursos posteriormente en parte del patrimonio actual de Félix Bautista.

En el libro “El lado oscuro de la SunLand” se describe el conjunto de operaciones de corrupción y lavado de activos. Incluso se muestra evidencia detallada de la participación del HSBC en el cobro que posteriormente se hacía al gobierno de las Notas Promisorias, aun cuando las obras de la UASD no se estuvieran financiando con el dinero proveniente de la colocación de esos títulos financieros. Específicamente, el 13 de febrero de 2007, el banco HSBC presentó al cobro la Nota Promisoria No. 3 por la suma de 6.8 millones de dólares, la cual tenía como fecha de vencimiento el 15 de marzo de 2007. Una copia de ese requerimiento de pago fue enviada al Presidente Leonel Fernández y otra a la Dirección de Crédito Publico en el Ministerio de Hacienda.


A diferencia de lo que ocurre en los Estados Unidos, donde el Senado está investigando al HSBC por lavado de activos, en la República Dominicana se eligió como Senador al principal responsable del caso SunLand. Además, en vez de renunciar o que se cancelen a los principales responsables de los bancos involucrados en el caso de lavado de activos, como sí renunció el jefe de cumplimiento del HSBC, en el caso SunLand se premió al Administrador del Banco de Reservas convirtiéndolo en el Ministro de Hacienda. Nadie ha sido acusado ni despedido por su complicidad o involucramiento en el caso SunLand en la República Dominicana.

El costo reputacional ha sido enorme para el Banco de Reservas. Este ha perdido credibilidad y solvencia moral no solo por su participación en el caso SunLand, sino también por otros casos, como el ATIEMAR, en el cual se le otorgó préstamos a un narcotraficante español y por haber otorgado préstamos a tasas de interés subsidiadas al vicepresidente del consejo de directores.


jaimearisty@gmail.com

sábado, 21 de julio de 2012

Crisis fiscal


El presidente Danilo Medina heredará una terrible crisis fiscal. La aprobación del presupuesto complementario confirma la existencia de un déficit del sector público consolidado superior a los 110 mil millones de pesos. El desequilibrio entre ingresos y gastos, que se traduce en mayor deuda gubernamental, se explica por el desbordamiento de los gastos públicos no prioritarios. Las calificadoras de riesgo, los bancos de inversión y los tenedores de bonos soberanos comienzan a mostrar preocupación, lo cual es el preámbulo de un incremento de la prima de riesgo de la deuda dominicana. 

Ese nivel de déficit público es incompatible con el programa monetario del Banco Central. El organismo emisor había diseñado una política monetaria que permitiría alcanzar  metas aceptables de inflación, crecimiento, empleo, tasas de interés y de tipo de cambio siempre y cuando el déficit público de 2012 fuese de 22 mil millones de pesos.

Dado que el déficit fiscal será cinco veces mayor al programado, se producirán movimientos macroeconómicos inesperados. Habrá mayor demanda de divisas que presionará hacia el alza del tipo de cambio y acentuará las expectativas de inflación. Las tasas de interés subirán con el objetivo de  reducir la demanda del sector privado, disminuyendo el consumo,  inversión y empleo.  Muchos negocios, los menos rentables, quebrarán o despedirán personal. En consecuencia, la cartera de la banca se deteriorará, disminuyendo su nivel de solvencia.

El presidente Medina deberá adoptar medidas que eliminen el despilfarro del gasto público y otras que eleven la competitividad de los sectores productivos. El gasto debe reorientarse hacia las áreas de educación, salud e infraestructura, basándose en una evaluación de costo/beneficio. La devaluación fiscal es una medida que mejoraría la competitividad. Así se mantendría estable el tipo de cambio sin sacrificar excesivamente el empleo del sector privado.