[Escrito el 6 de diciembre de 2022]
El producto interno bruto (PIB) real, una variable que refleja el nivel
de actividad económica en un período determinado creció en el entorno de su
potencial en los primeros diez meses del año. Esto confirma la extraordinaria
capacidad de ajuste de la economía dominicana que aprovecha la parte positiva
del entorno internacional y se protege de la parte turbulenta y negativa.
De acuerdo con los estimados del Banco Central, el PIB se expandió en
5.2% en el período enero-octubre. Ese resultado lleva a las autoridades
monetarias a proyectar un crecimiento anual en torno a 5% cercano a su ritmo
potencial. Una expansión interanual promedio de 3.8% en los meses de noviembre
y diciembre, que es igual al nivel registrado en el mes de octubre, permitiría
alcanzar el crecimiento de 5% al cierre de 2022.
Esa expansión económica en la República Dominicana se estaría logrando
en un entorno con tendencia recesiva. El Fondo Monetario Internacional registra
la desaceleración de la actividad económica a nivel global y se prevé con
elevada probabilidad que muchos países, entre ellos socios comerciales de la
República Dominicana, entrarán en recesión en 2023.
A pesar de ese entorno negativo, la economía dominicana ha logrado sacar
provecho a la demanda de bienes y servicios internacionales. La actividad
hoteles, bares y restaurantes se expandió en los primeros diez meses de este
año a un ritmo promedio de 26.8% y la manufactura de zonas francas se elevó en
6.3%, dejando claro la capacidad de la estructura productiva doméstica de
insertarse exitosamente en los mercados internacionales. A esto se añadió el
flujo de remesas familiares, que se proyecta cerrará el año en casi 10 mil
millones de dólares, apoyando la demanda agregada nacional.
La estabilidad macroeconómica, otro rasgo que caracteriza la economía
dominicana gracias a la credibilidad en la política monetaria y la confianza en
el peso dominicano, ha permitido que otras actividades productivas sigan creciendo
sostenidamente. El comercio, estrechamente vinculado al consumo agregado, se
expandió en 6.2%; servicios de transporte, 7.1%; servicios financieros, 5.4%; y
servicios de comunicaciones, 5.1%. El sector construcción sigue rezagado en
comparación al resto de las actividades productivas, registrando un crecimiento
de solo 1.6%, lo cual se explica por el aumento de los precios internacionales
de los insumos de construcción y el aumento de las tasas de interés. El reto
del sector público es acelerar su ritmo de ejecución del gasto de capital, el
cual se encuentra un 31% por debajo de lo presupuestado.
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