[Escrito el 23 de febrero de 2021]
El presidente Joe Biden está decidido a
rescatar la economía de los Estados Unidos. A diferencia de su predecesor,
Biden piensa que para poner en pie a los agentes económicos privados se
requiere de un estímulo fiscal de 1.9 millones de millones de dólares (9% del
PIB).
Algunos economistas piensan que ese paquete es
demasiado grande, otros que tiene el tamaño adecuado. Entre los que apoyan el
programa de Biden se encuentran Paul Krugman y Gita Gopinath. Entre los que han
señalado que ese plan fiscal pudiera desatar los demonios inflacionarios se
encuentran Larry Summers y Olivier Blanchard. Todos son extraordinarios
macroeconomistas, por lo cual cada parte posee argumentos muy sólidos.
En contraste, Jerome Powell, presidente de la
Reserva Federal, observa ese debate fiscal desde las gradas. Un senador republicano
le preguntó hoy en el Congreso si estaba de acuerdo con la no aprobación del
paquete de estímulo fiscal de Biden. La respuesta de Powell fue evasiva, concentrándose
en los temas monetarios.
Powell señaló que el nivel de empleo y la tasa
de inflación se encuentran lejos de sus metas. En consecuencia, dejó claro que el
banco central continuará con tasas de interés cercanas a cero y seguirá
ejecutando el programa de compra de activos financieros hasta que la economía
muestre una mayor recuperación. Y, aunque no apoyó explícitamente la política
fiscal de Biden, señaló que lograr una recuperación económica total es lo
prioritario.
Esas declaraciones evitaron que el mercado
bursátil retrocedería tal como lo hizo al inicio del día. Al ser cuestionado
sobre si los precios de los activos financieros reflejaban la política
monetaria expansiva que se ha ejecutado para enfrentar la recesión provocada
por el covid-19, Powell indicó que los precios de las acciones se explican por las
expectativas sobre el avance de la aplicación de la vacuna contra el covid, la
reapertura de los mercados, el ahorro privado disponible para gastar, las
mayores ventas y beneficios empresariales, todo esto unido al estímulo fiscal y
a una política monetaria acomodaticia.
Las expectativas de recuperación económica
también influyen sobre los precios de los bienes básicos, los cuales han estado
en alza por varios meses. Después de subir durante el día, el West Texas cerró ligeramente
a la baja hasta 61.20 dólares por barril, pero otros bienes básicos, como el
maíz, trigo y soya subieron.
El plan de rescate de Biden y la política
monetaria de Powell tendrán efectos positivos y negativos sobre la economía
dominicana. Los positivos se desprenden del aumento del empleo y de la
actividad económica, lo cual favorece las remesas y, cuando se avance en la
vacunación, el turismo. Los negativos se concentran en el aumento de la
inflación importada, lo cual significará un reto importante para la
administración del presidente Abinader.
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