[Escrito el 2 de septiembre de 2020]
El Gobernador del Banco Central, Héctor Valdez
Albizu, utiliza una regla para fijar la tasa de interés de política monetaria.
Esa regla toma en consideración la desviación de la inflación esperada, con
relación a la meta de inflación establecida por las autoridades monetarias.
Además, la regla hace reaccionar la tasa de interés a la brecha entre el nivel
esperado del PIB en el horizonte de política y el nivel del PIB de largo plazo
o potencial. Por último, en el caso de Valdez, la regla incluye la volatilidad
del tipo de cambio.
El correcto uso de esa regla ha sido
beneficioso para el país. Ante diversos choques económicos, locales e
internacionales, la regla de Valdez ha permitido mantener la estabilidad
macroeconómica, caracterizada por la estabilidad de precios, un adecuado y
consistente crecimiento económico, y una trayectoria del tipo de cambio
peso-dólar con una reducida volatilidad.
Desde marzo de este año 2020, Valdez se
enfrenta al peor choque macroeconómico que haya impactado la República
Dominicana y la economía global. La contracción del PIB no tiene precedentes.
Ni siquiera durante la Gran Depresión se registró un colapso de la actividad
económica tan severo y súbito.
La reacción de Valdez fue igual de rápida. El 16 de marzo pasado, en una reunión extraordinaria, sacó sus
cañones monetarios y los ha estado disparando sin cesar, con el objetivo de
reducir la desviación del PIB real con relación al PIB potencial. Ese día
redujo en 100 puntos básicos la tasa de interés de política monetaria,
llevándola de 4.5% a 3.5%; disminuyó la tasa de expansión (Repos) y la tasa de
interés de depósitos remunerados (Overnight); y liberó en pocas semanas decenas
de miles de millones de pesos y centenares de millones de dólares en beneficio
de los agentes económicos privados.
Desde esa fecha, el Banco Central ha estado
apoyando el proceso de recuperación de la economía nacional. En su reunión del
mes de agosto, disminuyó nuevamente la tasa de interés de política monetaria,
llevándola de 3.5% a 3%, dándole prioridad a la evolución del PIB, pues la tasa
de inflación se encuentra dentro del rango meta de inflación de 4% ±1%.
El crecimiento del crédito al sector privado a
bajas tasas de interés, unido a la llegada de por lo menos 3 mil millones de
dólares provenientes de la emisión de los bonos soberanos, amortiguará los
efectos recesivos del Covid-19, permitiendo que para el año 2021 la economía
vuelva a crecer en el rango del 4% al 5%. Ese resultado será una nueva victoria
para la regla de Valdez.
Excelente articulo del Doctor Aristy Escuder me uno a su opinión
ResponderEliminarExcelente, como siempre.
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