martes, 1 de septiembre de 2020

Sobre la conversión de Punta Catalina a biomasa

 [Escrito el 31 de agosto de 2020]

La propuesta de convertir a la Central Termoeléctrica Punta Catalina (CPTC) para que utilice biomasa es irracional. Esa central eléctrica de 752MW, que se inauguró el 29 de julio pasado, se construyó con la tecnología más avanzada disponible para ese tipo de generadoras, con el objetivo de producir, a precios muy competitivos, el 30% de toda la electricidad del SENI.

Generalmente, las centrales que utilizan biomasa tienen una capacidad que oscila alrededor de los 25MW. En los EstadosUnidos, solo se produce el 1.4% de la electricidad con biomasa, siendo la central a biomasa más grande una de 114 MW y la mayoría de las centrales tienen un promedio de 25MW.

A nivel mundial, la central más grande lo fue, por un breve período de tiempo, una planta a carbón que, después de estar operando por 50 años en el Reino Unido, fue convertida a biomasa. Esa fue la central eléctrica a carbón Ironbridge, consistente en dos unidades de 500 MW cada una, que se construyó entre 1963 y 1969.

Después de agotar su vida útil hacia el año 2013, y debido a la necesidad de realizar nuevas y grandes inversiones en sus equipos de control de emisiones de gases, se decidió convertir a biomasa por la presión de los ambientalistas. Esa conversión disminuyó su capacidad total de 1,000MW a 740MW, lo cual redujo sus ingresos, eficiencia, competitividad y rentabilidad. En el año 2015 cerró sus puertas y comenzaron los preparativos para su demolición.  

En el caso de Punta Catalina, una central nueva con un moderno sistema de control de emisiones, su conversión a biomasa también provocaría una reducción de su capacidad, competitividad, ingresos y rentabilidad. En primer lugar, por el impacto negativo que produciría el cambio de tecnología de combustión. En segundo lugar, porque el país no será capaz de producir anualmente los cinco millones de toneladas de biomasa que se requerirán para operarla a plena capacidad. Hay que destacar que en este país no hay parques como el de Yellowstone (el del Oso Yogi), que supla toda la biomasa que quemaría regularmente Punta Catalina.

En la República Dominicana existe una generadora de electricidad a biomasa, conectada al SENI, que tiene una capacidad de 30MW, pero no hay suficiente combustible vegetal, que es el bagazo de caña, para operarla a plena capacidad todo el año. Por ese motivo, esa empresa también utiliza carbón mineral durante su proceso de generación de electricidad.

Es irracional pensar que en este país se podría producir el 30% de la electricidad con biomasa, mientras en lo Estados Unidos, un país con un territorio enorme, solo se produce el 1.4% de la electricidad con ese tipo de combustible.

Esa evidencia me lleva a recomendarle a las autoridades actuales que operen a Punta Catalina, por lo menos durante los próximos cincuenta años, con la tecnología que se diseñó y construyó. Así beneficiarán a todo el pueblo dominicano y no solo a un grupo, que pudiera estar interesado en el fracaso de esa central. 

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