[Escrito el 1 de febrero de 2022]
A nivel global se observa cómo los bancos centrales reorientan la
política monetaria hacia la lucha contra la inflación. La recuperación de la
demanda agregada y la existencia de restricciones por el lado de la oferta se
traducen en aumentos de precios que afectan negativamente a la población. Ante
esa realidad, se ha decidido aumentar las tasas de interés para reducir la demanda
agregada y quitarle presión a la evolución ascendente de los precios.
El Banco Central de la República Dominicana anunció ayer que aumentó 50
puntos básicos a la tasa de interés de política monetaria. Ese incremento se
añade a las alzas autorizadas en noviembre, 50 puntos básicos, y diciembre, 100
puntos básicos, alcanzando la tasa de política monetaria un 5%. El objetivo de
esa medida es reducir el consumo y la inversión de los agentes económicos, para
disminuir la tasa de inflación que cerró el año 2021 en 8.5%.
En su comunicado de política publicado el 31 de enero, el Banco Central indicó
que la decisión de aumentar la tasa de interés de referencia se basó en la
persistencia de las presiones inflacionarias externas. De acuerdo con el
organismo emisor, los precios domésticos siguen siendo afectados por
perturbaciones provenientes del exterior vinculadas con los aumentos de los
precios de los combustibles y fletes, incremento del costo de las materias
primas importadas que se utilizan para la producción doméstica de bienes
agropecuarios e industriales, y disrupciones de la cadena de suministro.
La Reserva Federal de los Estados Unidos ha continuado con el desmonte
de su programa de estímulo monetario y la semana pasada dejó claro que a partir
de marzo se registrarán aumentos de la tasa de interés de referencia. Originalmente se había señalado que durante
este año 2022 se realizarían tres alzas, pero algunos banqueros afirman que es
posible que se registren entre cinco y siete aumentos.
En América Latina se han producido ajustes significativos de las tasas
de interés. En una lista publicada en el comunicado de política del Banco
Central se resaltan los siguientes incrementos: Brasil (725 puntos básicos);
Chile (500 puntos básicos); Paraguay (475 puntos básicos); Perú (275 puntos
básicos); y Colombia (225 puntos básicos), entre otros.
Los bancos centrales de esos países tienen como meta reducir la
inflación y proteger así el bolsillo de su gente. El reto es hacerlo sin
provocar una recesión que desemboque en un aumento del desempleo. Un elemento
clave para lograrlo es mantener ancladas las expectativas de inflación
alrededor de la meta. Esto evitaría que las empresas aumenten los precios al
mismo tiempo que se contrae la demanda de bienes y servicios.
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