[Escrito el 2 de febrero de 2022]
La tasa de inflación sigue dando dolores de cabeza a nivel global. Hoy
se conoció que la inflación en la zona euro en el mes de enero fue de 5.1%,
superando el 5% registrado a diciembre pasado. Esto implica que la variación de
los precios sigue acelerándose en una zona que, por años, luchó para subir la
inflación hasta la meta del 2%. Ahora el objetivo es bajarla, pues ese fenómeno
está erosionando los bolsillos de los hogares.
La zona euro está formada por 19 países europeos, miembros de la Unión
Europea, que comparten una moneda común. La política monetaria de esa zona la
define el Banco Central Europeo, el cual está encargado de emitir el euro y,
mediante un conjunto de instrumentos monetarios -como la tasa de interés-,
tiene como meta mantener controlada y baja la tasa de inflación.
A pesar de haber alcanzado una tasa de inflación de 5.1%, explicada por
el aumento de los costos de energía y alimentos, la presidenta del Banco
Central Europeo, Christine Lagarde, sigue aferrada a la idea de que la inflación
actual es un fenómeno transitorio. De acuerdo con ese planteamiento, cuando
comiencen a ceder las restricciones por el lado de la oferta, específicamente
la disrupción de la cadena de suministro, Lagarde prevé que la inflación se
reduciría. Por ese motivo, no quiere aumentar la tasa de interés, pues la
experiencia durante la Gran Recesión fue que la tasa de interés de política
monetaria se aumentó demasiado pronto y rápido, provocando la pérdida de empleo
y caída de la actividad económica.
Ya se verá si en la reunión del consejo de gobierno del Banco Central
Europeo, que se realizará mañana jueves, se adopta alguna medida que sugiera un
apriete monetario más acentuado. Cabe recordar que actualmente la tasa de interés
de referencia de ese organismo emisor es de -0.5%, lo cual no es del agrado de
los alemanes, belgas y austriacos, quienes prefieren una política monetaria más
restrictiva para controlar la inflación.
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