miércoles, 27 de noviembre de 2013

La pesadilla fiscal

El domingo pasado sufrí una terrible pesadilla. Soñé que la República Dominicana volvía a ser víctima de un comportamiento errático en el manejo de la política de impuestos y de gastos públicos, que impactaba negativamente sobre el bienestar de la gente.

En esa pesadilla se estaban recreando los escenarios fiscales de años recientes, en particular el desastre de las finanzas públicas registrado en el año 2012. Soñé que el gasto público volvía a incrementarse en 40%, llevando el déficit a un nivel siete veces superior al presupuestado.

La pesadilla cobró un hiper realismo cuando observé a las empresas privadas disminuir sus inversiones debido a que el gobierno, para financiar un déficit de 6.7% del PIB, absorbía casi la totalidad del financiamiento adicional disponible. El efecto inmediato fue la quiebra de negocios y el aumento de la tasa de desempleo.

La situación se agravó cuando en la pesadilla comenzaron a subir los impuestos. El nuevo gobierno, ante el desastre financiero heredado, no tuvo más opción que aumentar los impuestos y reducir la inversión pública. Lamentablemente, esto provocó una disminución del ritmo de crecimiento económico y peor calidad de vida para la gente.

Afortunadamente, desperté y me di cuenta de que había sido una pesadilla, provocada por aquellos que piensan que a este país le agrada ser torturado por un manejo fiscal irresponsable, cuyo resultado es el empobrecimiento de la mayoría del pueblo dominicano.


Debemos trabajar para que sea una simple pesadilla y jamás una realidad. 

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