[Escrito el 23 de febrero de 2023]
La primera vez que supe de Sam Bankman-Fried fue hace varios años al
leer una entrevista publicada en el Financial Times. En ese momento se le
trataba al fundador de FTX como un genio de las finanzas modernas, en las
cuales la criptomoneda constituía la gallina de los huevos de oro. Hoy, libre después
de pagar una fianza de centenares de millones de dólares, está siendo sometido
a la justicia estadounidense bajo cargos criminales por haberse apropiado de
los fondos de sus clientes y haber desaparecido como por arte de magia negra
más de 32 mil millones de dólares.
En la República Dominicana, Wilkin García, mejor conocido como
Mantequilla, se promovía como el genio de las finanzas, “el Einstein
dominicano.” Ese personaje prometía a sus clientes duplicar el monto invertido
en un período de 12 días. Bastaba con hacer la matemática de ese ritmo de
crecimiento para concluir que se trataba de una estafa. Hoy Mantequilla está
preso en la cárcel de la Victoria.
Jairo González, otro mago de las finanzas basadas en criptomonedas,
prometía elevados retornos por los recursos que captaba del público
supuestamente para realizar inversiones en ese tipo de instrumento financiero. Después
de haber manejado y desaparecido más de cien millones de dólares de los
clientes, está preso y en espera de que se le conozcan medida de coerción de
una acusación de estafa y lavado de activos. Ante la posibilidad de fuga, es
altamente probable que se le ratifique su permanencia en la cárcel. Más de 140 clientes se han querellado contra Jairo.
Los magos financieros tienen en común un conocimiento poco profundo de
las finanzas. No creo que aprueben un examen básico de esa materia. En cambio,
tienen una extraordinaria habilidad de manipular la mente humana. En particular
saben cómo aprovechar el deseo de las personas de enriquecerse rápidamente y
con poco esfuerzo. Aprovechan esa debilidad y les ofrecen un retorno rápido,
elevado y seguro que les cambiará la vida y les hará cumplir todos sus sueños.
Al final del proceso, cuando se descubre la estafa y el dinero de los clientes
desaparece, lo único que queda de lo prometido es un cambio de vida, pero hacia
peor.
Todo esto me lleva recomendar a todos ustedes que no crean en ese tipo
de promesas de altos retornos de inversión, pues no son reales. Nadie puede
prometer ese nivel de rentabilidad con poco riesgo. Quien prometa algo así no
es más que un miembro del clan de estafadores.
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