[Escrito el 3 de febrero de 2023]
El mercado de trabajo de los Estados Unidos registró un comportamiento
extraordinariamente bueno en enero. Se crearon 517 mil puestos de trabajo y se
redujo la tasa de desocupación a 3.4%, el nivel más bajo en 53 años. Los
empleos en las actividades de hoteles, bares y restaurantes (128 mil personas),
comercio y transporte (63,000) y en los servicios salud (58,200) fueron los que
registraron mayores incrementos.
Ese resultado laboral, que aleja el fantasma de la recesión, retumbó en
los mercados bursátiles, provocando la caída de los tres principales índices.
El Dow retrocedió 128 puntos, equivalente a una caída de 0.4%; el S&P 500
descendió 1%; y el Nasdaq perdió 1.6%.
Los inversionistas, que daban por descontado que la Reserva Federal
pudiera pausar e incluso reducir la tasa de interés de referencia en los
próximos meses, deben estar muy preocupados. El aumento del ritmo de creación
de puestos de trabajo puede mantener elevado el crecimiento interanual del
salario nominal por hora, el cual, aun cuando se desaceleró al pasar de 4.8% en
diciembre a 4.4% en enero, se mantiene muy por encima de la meta de inflación
que es 2%.
Esto llevaría a las autoridades monetarias a incrementar la tasa de
interés más allá del 5.25% que actualmente pronostican los agentes económicos,
para asegurarse que la tasa de inflación siga reduciéndose. Esto significa que,
además de subir la tasa de interés en 25 puntos básicos en las reuniones de
marzo y mayo, la suban 25 puntos básicos en la reunión de junio. Cabe recordar
que cuando sube la tasa de interés, se reduce el valor de los instrumentos
financieros, como las acciones, lo cual lleva a los agentes a vender esos
títulos provocando un descenso de sus precios, tal como sucedió hoy en el
mercado bursátil.
Jerome Powell, el presidente de la Reserva Federal, lo dejó claro en la
rueda de prensa del miércoles pasado. Si se necesita subir la tasa de interés
de referencia por encima de la proyección de diciembre, que la coloca en el
rango que va de 5% a 5.25%, “seguro que lo haremos.” La decisión de la Reserva
sobre la tasa de interés dependerá del resultado de la inflación de enero -que
se publicará a mediados de febrero- y del comportamiento del mercado laboral en
febrero, cuyo reporte será publicado en marzo justo antes de la reunión de
política. Si la inflación baja lentamente, el apriete monetario será más
intenso, a menos que se demuestre que la influencia de la política monetaria
tiene un rezago muy grande y haya que esperar a que su impacto sobre la demanda
de bienes y precios se manifieste en el mediano plazo.
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