miércoles, 19 de febrero de 2025

Milei paga el precio de un criptofraude

[Escrito el 19 de febrero de 2025] 

Javier Milei, presidente de Argentina, se encuentra entre las patas de un peligroso caballo, marcado con la palabra estafa. El viernes de la semana pasada, el primer mandatario publicó en su cuenta personal de X un mensaje en el cual promocionaba con mucho entusiasmo una nueva “memecoin,” denominada $LIBRA, que es un emprendimiento del estadounidense Hayden Mark Davis. 

Lamentablemente, Javier Milei, quien es economista de profesión, no evaluó adecuadamente el comportamiento del precio del memecoin lanzado hace un mes por el presidente Donald Trump, que lleva su nombre. Al igual que lo hizo el presidente argentino, Trump invitó a sus seguidores de X y de Truth Social a participar de esa oportunidad de inversión, sin decirles que podían perder gran parte de su dinero.  

El $TRUMP fue emitido el 17 de enero de 2025 y su precio pasó de 7 dólares a 73.94 dólares al 19 de enero, equivalente a un crecimiento porcentual de un 956%. Tal como he explicado en otros comentarios, ese tipo de criptoactivos no tiene ningún valor fundamental y, por tanto, su precio de equilibrio es igual a cero. 

El precio de 73.94 dólares que alcanzó el $TRUMP sólo reflejaba el componente especulativo denominado burbuja que, como es previsible, tarde o temprano, siempre se desinfla. Al 20 de enero el precio del $TRUMP ya había retrocedido a 32.18 dólares y el 18 de febrero se colocó en 15.94 dólares, destruyéndose alrededor de 11,600 millones de dólares de capitalización respecto al nivel máximo. En ese proceso de subida y caída exponencial del precio del $TRUMP hubo muchos compradores que perdieron toda su inversión y otros, seguramente pocos, ganaron mucho dinero. 

En el caso de la $LIBRA promovida por Milei, esta fue lanzada el 14 de febrero con un precio inicial de un dólar y se afirma que su capitalización de mercado superó los cuatro mil millones de dólares. Lamentablemente para los compradores de ese criptoactivo, un día después la cotización cayó a 15 centavos de dólar producto del retiro de 90 millones de dólares realizado por un pequeño grupo de especuladores que poseían información privilegiada, cayendo el nivel de capitalización a 76 millones de dólares. 

Frente a ese terrible resultado Javier Milei borró su mensaje y se ha limitado a decir que ese es un problema entre privados, como lo que ocurre en un casino. Por ello, es comprensible que muchas personas estén muy molestas con el presidente Milei, quien debe aprender la lección que enseña que una cosa es promover la libertad y otra el libertinaje económico.

De regreso al mercado de capitales

[Escrito el 18 de febrero de 2025] 

Hoy se anunció que el Ministerio de Hacienda realizó una emisión de nueva deuda pública en el mercado de capitales de Estados Unidos. De la mano de JPMorgan y del Citi, el gobierno dominicano realizó una oferta de emisión de títulos con el objetivo de financiar el déficit público de 2025 y también amortizar deuda vigente. 

El primer bono en dólares se emitió por una suma ascendente a dos mil millones de dólares con vencimiento a doce años (al 15 de marzo de 2037) y una tasa de rendimiento de 6.95%. Al momento de la emisión, el bono con vencimiento a 2036 tenía una tasa de rendimiento de 6.62%, lo cual revela que, como era previsible, la nueva emisión incluyó una prima adicional de alrededor de 25 puntos básicos. 

El segundo bono en dólares se emitió por un monto de mil millones de dólares con vencimiento a treinta años (al 24 de febrero de 2055), el cual se colocó a una tasa de rendimiento de 7.15%. Al comparar con la tasa de rendimiento del soberano con vencimiento en junio de 2049 (6.83%) y con la tasa del soberano con vencimiento en enero de 2060 (6.91%) se observa también que se pagó una prima adicional de alrededor de 25 puntos básicos. 

El tercer bono se emitió en pesos por un monto de 125 mil millones de pesos con un vencimiento a doce años (al 15 de marzo de 2037) y una tasa de rendimiento de 10.50%.  Dado que ese cupón no paga el 10% de impuesto sobre los ingresos por intereses, es equivalente a una tasa de rendimiento antes de impuestos de 11.67%. 

Resulta interesante destacar que hoy el Banco Central también emitió un título financiero en pesos a un vencimiento a tres años. La subasta pública consistía en 10 mil millones de Notas, pero apenas se colocaron 3,204 millones a una tasa de rendimiento promedio ponderado de 10.98%. Se recibieron ofertas por un valor nominal de 44,743 millones de pesos, pero con un precio a descuento de 89.62, lo que equivale a una tasa de rendimiento superior al 12% anual. 

El resultado de esa colocación del Banco Central confirma lo que comenté el 13 de febrero. Los ahorristas dominicanos exigen en la actualidad una mayor tasa de rendimiento por los instrumentos denominados en pesos de lo que se le está ofertando en el sistema bancario nacional. Por ello se puede pronosticar que en las próximas semanas subirá la tasa de interés pasiva

martes, 18 de febrero de 2025

La ineficiencia del arancel recíproco

[Escrito el 17 de febrero de 2025] 

La estrategia arancelaria del presidente Donald Trump es una fuente de incertidumbre para la economía global. 

Douglas A. Irwin, profesor de Economía en Darmouth College, ha criticado la propuesta de establecer aranceles recíprocos a los socios comerciales de Estados Unidos. Según Irwin, experto en política comercial, imponer un arancel igual al que imponen los otros países a las exportaciones estadounidenses “Parece justo…pero es en realidad una idea terrible.” 

Específicamente, indica que los aranceles recíprocos complicarían excesivamente el sistema arancelario de Estados Unidos porque habría que establecer miles de tasas. Esa decisión distorsionaría los precios relativos de las mercancías, lo cual crearía ineficiencias en la asignación de los recursos productivos y reduciría el nivel de bienestar del consumidor. Además, la industria estadounidense, que utiliza una gran cantidad de bienes importados para mejorar su competitividad, sería impactada negativamente. 

En un artículo que publiqué en Diario Libre el 20 de enero pasado señalé los costos del aumento de los aranceles. El efecto inmediato del incremento de los aranceles será el aumento de precios de los bienes importados, lo cual reduciría el ritmo de convergencia de la inflación a la meta del 2% establecida por la Reserva Federal. 

El Peterson Institute for International Economics, un centro de investigación localizado en Washington, D.C., estimó que el aumento de los aranceles costaría en promedio 2,600 dólares anuales a los hogares estadounidenses del tercer quintil de renta, equivalente a una caída de un 4.1% de su ingreso después de impuestos. Además, el aumento de los gravámenes a las importaciones acentuará la regresividad de la estructura arancelaria, pues las familias de menores ingresos sufrirán una caída de su renta disponible de un 6.3%, en contraste al descenso de solo un 1.4% que se observará en las remuneraciones de los hogares más ricos.

Frente a esos pronósticos negativos, lo mejor sería que la administración Trump entendiése que el déficit comercial depende del balance entre el ahorro doméstico y la inversión, lo cual tiene como contraparte los movimientos de capitales en forma de ahorro externo. Esto significa que el déficit comercial no depende del nivel de los aranceles, que es el instrumento de política que quieren utilizar los mercantilistas enquistados en el gobierno de Trump. 

lunes, 17 de febrero de 2025

Una inflación importada persistente

[Frente al Statu Quo. Publicado en Diario Libre el 17 de febrero de 2025]

La tasa de inflación de Estados Unidos registrada en enero sorprendió a los agentes económicos. Medida por la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC), dicha tasa subió en términos interanuales hasta un 3%, por encima del 2.9% proyectado por los economistas y lejos de la meta del 2%. Respecto a diciembre, el IPC varió en un 0.5%, arrojando una tasa anualizada del 6.2%. 

Algunos expertos sostienen que el aumento de la inflación no puede atribuirse a la política arancelaria, migratoria, fiscal y regulatoria del presidente Donald Trump, ya que todavía no ha comenzado a tener efectos sobre los precios finales. Más bien, consideran que el comportamiento actual de la tasa de inflación es un reflejo de la solidez de los mercados de bienes y de trabajo, lo cual presiona hacia arriba los precios y los costos laborales. Adicionalmente, destacan que la caída de la producción de huevos, provocada por la gripe aviar que afecta a las gallinas ponedoras, originó un aumento significativo de precios de ese alimento que influyó sobre la tasa de inflación. 

Frente al comportamiento reciente del IPC, hay quienes afirman que la Reserva Federal se equivocó al reducir en 50 puntos básicos la tasa de interés de política monetaria en septiembre de 2024 y recortarla después dos veces más, acumulando un descenso total de 100 puntos básicos durante el año pasado. 

El mercado prevé con una alta probabilidad que la Reserva Federal no realizará nuevos recortes de su tasa de interés hasta, por lo menos, julio de 2025. Cuando se apruebe, la disminución será de 25 puntos básicos y previsiblemente será la única variación negativa del año. Ello implica que la tasa de interés de política monetaria cerraría el año 2025 entre un 4% y un 4.25%, a menos que la tasa de inflación en Estados Unidos muestre una trayectoria descendente en los próximos meses. Larry Summers, profesor de Economía de la Universidad de Harvard, afirmó incluso que el próximo movimiento de la tasa de interés podría ser hacia arriba en lugar de hacia abajo. 

Ese escenario no es del agrado del presidente Trump, quien hace unos días declaró que “las tasas de interés deberían ser recortadas, algo que debería ir de la mano con los próximos aranceles.” Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, aseguró, con calma, ante miembros del Senado de Estados Unidos que la política monetaria seguirá “centrada en la evidencia” y que la entidad que dirige no responderá a la presión de la nueva administración para recortar las tasas de interés. Ese tipo de afirmaciones evidencia la tensión entre la Casa Blanca y la Reserva Federal. 

El mantenimiento de la tasa de interés de la Reserva Federal en territorio restrictivo condicionará la política monetaria del Banco Central de la República Dominicana. Dado que el diferencial actual entre las dos tasas de referencia es de apenas 1.25 puntos porcentuales, nivel que contrasta con la diferencia promedio de 4.5 puntos porcentuales, es muy probable y también prudente que el organismo emisor dominicano no vuelva a reducir su tasa de interés hasta que lo haga el banco central de Estados Unidos. 

Desde finales del año pasado, el Banco Central ha tomado medidas para reducir las tasas de interés activa y pasiva. En su informe sobre las condiciones monetarias y financieras al cierre de 2024, el organismo emisor indicó que desde la reunión de política de agosto redujo su tasa de interés de referencia en cinco ocasiones, cada una en 25 puntos básicos, hasta llegar a 5.75% en diciembre. Además, durante el último trimestre del año se redimieron a vencimiento alrededor de 140 mil millones de pesos de títulos del Banco Central y se aprobó la liberación de más de 35 mil millones de pesos del encaje legal destinados a convertirse en préstamos de la banca a una tasa de interés no mayor al 10%. 

Con el fin de evitar un aumento excesivo de la tasa de cambio, que cerró el año con una variación de un 5% y con un promedio de casi 61 pesos por dólar, el Banco Central intervino en el mercado cambiario mediante la venta de reservas internacionales netas. Esa medida redujo la liquidez y contrarrestó el efecto expansivo que buscaba el rector de la política monetaria nacional. 

Entre noviembre y diciembre de 2024, la tasa de interés activa bajó 104 puntos básicos, de un 16.09% a un 15.05%. Sin embargo, en lo que va de año, la tasa de interés activa ha vuelto a subir y se ha colocado en un 15.62% en los primeros 13 días de febrero. En contraste, entre octubre de 2024 y febrero de 2025, la tasa de interés pasiva, que beneficia a los ahorristas, cayó de un 10.34% a un 9.12%, un descenso de 122 puntos básicos. Aun así, se puede proyectar que el comportamiento a la baja de la tasa de interés pasiva será transitorio. 

En la subasta competitiva de Notas del Banco Central celebrada el 12 de febrero, por un monto de 10 mil millones de pesos, con un plazo de vencimiento a tres años y una tasa de interés cupón del 8%, el mercado presentó ofertas de compra a un precio descontado de 90.51, equivalente a una tasa de interés anual de casi un 12%. Ante esas propuestas, el banco decidió declarar desierta la subasta. 

Dicho resultado deja claro que los ahorristas comenzarán a exigir un mayor retorno por los instrumentos denominados en pesos y, si en las próximas semanas no se percibe un incremento de la tasa de interés pasiva, podría registrarse un aumento de la sustitución de pesos por dólares. Ese movimiento, estimulado por la política restrictiva de la Reserva Federal implementada para enfrentar su inflación persistente, aumentaría el ritmo de depreciación del peso por encima del previsto por las autoridades. Un escenario poco deseable, pues la tasa de cambio ya se colocó en 62.25 pesos por dólares en la banca comercial y en 62.80 pesos por dólar en los agentes de cambio, lo que dificulta la tarea de mantener ancladas las expectativas de inflación en el país. 

jueves, 13 de febrero de 2025

Las tasas de interés seguirán subiendo

[Escrito el 13 de febrero de 2025]

Desde finales del año pasado, el Banco Central ha tomado medidas para reducir la tasa de interés de mercado. En su informe sobre las condiciones monetarias y financieras al cierre de 2024, el organismo emisor indicó que desde la reunión de política de agosto redujo su tasa de interés de referencia en cinco ocasiones cada una. Además, durante el último trimestre del año se redimió a vencimiento alrededor de 140 mil millones de pesos de títulos del Banco Central y se aprobó la liberación de más de 35 mil millones de pesos del encaje legal para que se otorgaran préstamos a través de la banca a una tasa no mayor al 10%. 

Para evitar un aumento excesivo de la tasa de cambio, que cerró el año con una variación de un 5% y con un promedio de casi 61 pesos por dólar, el Banco Central intervino en el mercado cambiario mediante la venta de reservas internacionales netas. Esa decisión redujo la liquidez y contrarrestó el efecto expansivo que buscaba el rector de la política monetaria. 

Entre noviembre y diciembre de 2024, la tasa de interés activa se redujo en 104 puntos básicos, al pasar de un 16.09% a un 15.05%. Sin embargo, en lo que va de año, la tasa de interés activa ha vuelto a subir y se ha colocado en un 15.47% en los primeros 11 días de febrero. 

En contraste, entre octubre de 2024 y febrero de 2025, la tasa de interés pasiva, la que beneficia a los ahorristas, pasó de un 10.34% a un 9.16%, una disminución de 118 puntos básicos. Pero ese comportamiento a la baja será transitorio. 

En la subasta competitiva de Notas del Banco Central celebrada el 12 de febrero por un monto de 10 mil millones de pesos con un plazo de vencimiento a tres años y una tasa de interés cupón de 8%, el mercado presentó ofertas de compra con precio descontado de 90.51, lo que equivale a una tasa de interés de casi un 12%. Ante esas ofertas del público, el banco declaró desierta la subasta. 

Esto deja claro que los ahorristas exigen un mayor retorno por los instrumentos denominados en pesos y, si en las próximas semanas no se percibe una mejora de la tasa de interés pasiva, podrían aumentar las decisiones de sustitución de pesos por dólares. Esa acción aumentaría el ritmo de depreciación del peso por encima del previsto por las autoridades. Un escenario poco deseable. 

¿Ahorrar en pesos o en dólares?

[Escrito el 11 de febrero de 2025] 

Numerosas personas que desean tomar decisiones de ahorro e inversión me preguntan sobre la evolución esperada de las tasas de interés de instrumentos financieros denominados en pesos y de la tasa de cambio del peso respecto al dólar. La respuesta depende de las acciones del Banco Central de la República Dominicana, que a su vez están condicionadas por las decisiones de la Reserva Federal, el banco central de Estados Unidos. 

Pero antes de conocer sobre la trayectoria de esas variables, lo primero que deben tomar en consideración es que, para ahorrar en pesos, la tasa de interés de instrumentos financieros en pesos debe ser por lo menos igual a la tasa de interés de los instrumentos financieros denominados en dólares más la tasa de depreciación esperada del peso. Si el banco o el puesto de bolsa le está ofreciendo una tasa de interés o retorno anual de un 10% y existe un instrumento similar en dólares que le ofrece una tasa anual de un 4.5%, para que le haga sentido ahorrar en pesos la depreciación de la moneda nacional debe ser inferior al 5.5% anual. Si la depreciación lleva un ritmo superior, entonces conviene ahorrar en dólares porque ahorrar en pesos significaría perder riqueza en términos de dólares.  

El ejemplo anterior asume que el costo de canjear pesos por dólares, y viceversa, es bajo. Lamentablemente, en el sistema bancario de la República Dominicana el canje de una moneda a otra tiene un costo de hasta un 3%, que es extremadamente alto. Ese costo impide a los agentes económicos aprovechar al máximo el diferencial de las tasas de interés y la expectativa de depreciación del peso.   

Sobre la evolución de las tasas de interés y de la tasa de cambio, cabe decirles que, si el Banco Central redime a vencimiento sus certificados de inversión, o inyecta liquidez a tasas de interés subsidiadas o rebaja el encaje legal, presionaría a la baja la tasa de interés de los instrumentos financieros en pesos. Esa política monetaria expansiva provocará al mismo tiempo la depreciación del peso frente al dólar. Por otra parte, si la Reserva Federal mantiene alta su tasa de interés de referencia se produciría una sustitución de pesos hacia dólares y, probablemente, fuga de recursos al exterior. Lo inverso sucedería si el Banco Central mantiene una postura monetaria restrictiva que eleve la tasa de interés, reduzca el ritmo de depreciación de la tasa de cambio y haga atractivo ahorrar en instrumentos financieros en pesos.  

Trump sigue subiendo aranceles

[Escrtio el 10 de febrero de 2025] 

El presidente Donald Trump anunció que, a partir de hoy, lunes 10 de febrero, impondría un arancel de 25% a las importaciones de acero y aluminio. Esto constituye un paso adicional que dirige hacia una guerra comercial, que se prevé se intensifique esta semana porque el primer mandatario anunció que impondría nuevos arancelas a los países que gravan los bienes exportados de origen estadounidense. 

China, México y Canadá son los principales exportadores de esos productos hacia Estados Unidos, colocando en ese mercado alrededor de 54 mil millones de dólares. Se puede prever que llevaran a cabo una retaliación en contra de esas medidas proteccionistas, imponiendo aranceles a las exportaciones estadounidenses. 

Pero hay otros países que también serían afectados negativamente con la nueva medida arancelaria de Trump. La Unión Europea indicó que tomará medidas para defender los intereses de sus empresas, trabajadores y consumidores frente a las medidas injustificadas que esta adoptando el gobierno federal de Estados Unidos. 

El impacto sobre las empresas estadounidenses que utilizan esos materiales como insumos de su producción será negativo. Los fabricantes de vehículos sufrirían un aumento de costos, pérdida de competitividad y una reducción de su flujo libre de efectivo. Esto se traducirá en la reducción del valor de sus negocios y en la caída en el precio de sus acciones.  

El nivel de precios de la manufactura de Estados Unidos subirá. Ese resultado llevará a la Reserva Federal a mantener elevadas las tasas de interés por más tiempo. Un costo alto de los fondos prestables presionará a la baja el ritmo de crecimiento de las actividades productivas y alejará la expansión del producto interno bruto de la meta de un 3% que quiere alcanzar la administración Trump.

lunes, 10 de febrero de 2025

Misa o procesión

[Frente al Statu Quo. Publicado en Diario Libre el 10 de febrero de 2025.] 

El anuncio de las primeras medidas económicas del presidente Donald Trump ha perturbado la economía global. Se prevé que la imposición de altos aranceles a sus principales socios comerciales y las deportaciones masivas incrementen los precios de bienes y servicios en Estados Unidos, lo que llevará a la Reserva Federal a mantener por más tiempo su política monetaria en un territorio restrictivo con altas tasas de interés. Ante ese entorno económico internacional, ¿es posible, al mismo tiempo, reducir la tasa de interés y moderar el ritmo de depreciación de la tasa de cambio del peso frente al dólar en la República Dominicana? 

El Banco Central, dirigido por un equipo de técnicos que goza de una extraordinaria credibilidad y experiencia, ha logrado mantener desde mayo de 2023 la tasa de inflación interanual dentro de su rango meta de un 4%1%. Para reducir la inflación, que en abril de 2022 alcanzó en términos interanuales un 9.64%, y posteriormente anclar las expectativas de inflación alrededor del 4%, las autoridades utilizaron de manera restrictiva diversos instrumentos de política monetaria, como son la tasa de interés de referencia y los valores en circulación del organismo emisor. 

La desaceleración del crecimiento del producto interno bruto (PIB) registrada en el primer semestre de 2023 llevó al Banco Central a iniciar una etapa de flexibilización monetaria. Entre mayo de 2023 y diciembre de 2024, redujo la tasa de interés de referencia en 275 puntos básicos -de un 8.5% al 5.75%-. Durante ese período, se redimieron valores en circulación por un monto de 111,293 millones de pesos, se inyectó liquidez por casi 200 mil millones de pesos para el otorgamiento de préstamos a través de la banca y los agregados monetarios, como la base monetaria restringida y el medio circulante, se expandieron en 99,941 millones de pesos y 142,590 millones de pesos, respectivamente. 

La tasa de interés activa promedio ponderado, que se aplica a los préstamos, no respondió a la baja con la magnitud prevista. En lugar de caer significativamente, subió de un 15.89% en mayo de 2023 a un 16.09% en noviembre de 2024. En diciembre pasado, tras la liberación de 35 mil millones de pesos del encaje legal, la tasa de interés activa disminuyó en 104 puntos básicos. Una variación muy inferior a los 275 puntos básicos en los que se redujo durante el mismo período la tasa de interés de referencia. Todo ello sugiere que el mecanismo de transmisión no operó adecuadamente, ya que, en condiciones normales, la tasa de interés activa se hubiese reducido en una cantidad de puntos básicos similar. En lo que va del año 2025 se observa un aumento de la tasa de interés activa, que se ha colocado en la primera semana de febrero en un 15.43%. 

Por lo general, la inyección de liquidez en la economía provoca un aumento de la tasa de cambio. Entre mayo de 2023 y diciembre de 2024, la tasa de cambio de venta subió 6.25 pesos, al pasar de 54.67 pesos a 60.94 pesos por dólar, tal como se había proyectado en esta columna en septiembre pasado. El comportamiento ascendente de la tasa de cambio fue amortiguado por las intervenciones continuas que realizó el Banco Central en el mercado cambiario. En ese período, las reservas internacionales netas se redujeron en 2,804 millones de dólares, cerrando el año en 13,383 millones de dólares. Cabe recordar que la venta de reservas internacionales en el mercado cambiario extrae pesos de circulación y reduce el ritmo de depreciación de la moneda nacional. De manera excepcional, en enero de 2025, las reservas internacionales netas cayeron en casi 778 millones de dólares; no obstante, en ese mes la tasa de cambio se incrementó hasta cerrar en un promedio de 61.67 pesos por dólar y alcanzó los 62.20 pesos por dólar en los primeros días de febrero. 

La evidencia expuesta sugiere que al Banco Central le será muy difícil reducir la tasa de interés y, al mismo tiempo, moderar la depreciación cambiaria.  Para disminuir el ritmo de depreciación del peso frente al dólar sería necesario endurecer más la política monetaria, lo que implica que los agregados monetarios registren un ritmo de crecimiento por debajo de la expansión del PIB en términos nominales (alrededor de un 9% anual) y que las tasas de interés suban a niveles que impactarían negativamente la actividad económica, en particular, de la construcción, que lleva varios meses en caída. 

 Por otro lado, si las autoridades pretenden reducir las tasas de interés, será imprescindible limitar las intervenciones en el mercado cambiario solo cuando ocurran grandes perturbaciones desestabilizadoras, tal como recomienda el Fondo Monetario Internacional. La mayor disponibilidad de moneda nacional presionaría a la baja la tasa de interés de los préstamos y de los depósitos. Ese escenario requeriría mayor flexibilidad cambiaria y, muy probablemente, una tasa de cambio algo más elevada que la actual. 

Ello demuestra que no se puede estar en misa y en procesión al mismo tiempo. Más aún, la trayectoria de la tasa de interés y de la tasa de cambio estará condicionada por la política arancelaria y monetaria de Estados Unidos. Si el presidente Trump impone el arancel del 25% a México y a Canadá, el peso mexicano y el dólar canadiense se depreciarían respecto al dólar. Dicho resultado reduciría la competitividad de las exportaciones dominicanas en general y, en particular, de sus servicios turísticos. En consecuencia, se registraría una presión hacia la depreciación del peso dominicano. Además, si los nuevos aranceles provocan un aumento de la inflación estadounidense, la Reserva Federal no bajaría su tasa de interés en los próximos meses, lo que significa un límite inferior a la tasa de interés en el mercado financiero dominicano. 

En pocas palabras, la política de Trump podría generar en el país un aumento  simultáneo de la tasa de interés y del ritmo de depreciación del peso, un escenario perjudicial para la mayoría de los agentes económicos, sobre todo para los que tienen deudas denominadas en dólares.

jueves, 6 de febrero de 2025

Recomendaciones para enfrentar los altos aranceles de Trump

[Escrito el 6 de febrero de 2025]

A los países que sean golpeados por la política de altos aranceles de Donald Trump se les recomienda no contraatacar mediante represalias arancelarias. Al menos, esa es la opinión de Dani Rodrik, profesor de Economía de la Universidad de Harvard, quien afirma que la mejor reacción debe ser “mantener la calma y resistir la tentación de magnificar la locura.” Las represalias conducirían a una caída de la actividad económica a nivel global como sucedió en los años treinta. 

Canadá y México, cuyo comercio exterior depende en gran parte de Estados Unidos, serían impactados negativamente si deciden imponer aranceles a las importaciones de origen estadounidense. Los consumidores canadienses y mexicanos sufrirían porque los nuevos impuestos elevarían los precios de los bienes importados, lo que se acentuaría porque las monedas de ambos países se depreciarían respecto al dólar durante esa guerra arancelaria. 

Diversos estudios indican que existe una alta probabilidad de que ese escenario comercial provoque una recesión en Canadá y México. Ese resultado implica un incremento del desempleo y empeoramiento de las condiciones de vida de la población, tanto porque los precios domésticos serían más altos como debido a la destrucción de ingreso laboral. Estados Unidos también sufriría, pero en menor medida porque el comercio exterior tiene un menor peso en su economía.  

Rodrik opina que el mensaje óptimo de Canadá y México para Trump es: “Eres libre de destruir tu propia economía. Nosotros no planeamos hacer lo mismo. En su lugar, recurriremos a otros socios comerciales más confiables.” Eso no elimina la posibilidad de que se adopten algunas represalias contra empresas específicas que estén bajo el control de personas cercanas a Trump, como es el caso de Tesla. Gabriel Zucman, profesor de Economía de la Universidad de Berkeley, recomendó que esos dos países deben imponer un impuesto a la riqueza de Elon Musk si quiere vender sus automóviles en Canadá y México. Otros expertos han propuesto que los países golpeados por altos aranceles se apropien de propiedad intelectual de empresas estadounidenses que operan en sus territorios. 

Lamentablemente, el resultado final de todas esas medidas, o variaciones, será un menor nivel de producto interno bruto y peores condiciones de vida. Un escenario que se puede evitar si se impone el sentido común. 

La tasa de inflación bajo control de las autoridades

[Escrito el 5 de febrero de 2025]

El Banco Central de la República Dominicana publicó que la tasa de inflación interanual a enero, medida por la variación del índice de precios al consumidor (IPC), se colocó en un 3.32%. Esa variación se encuentra por debajo del centro del rango meta de inflación de 4%±1%.  

Respecto al mes de diciembre, el IPC se incrementó en un 0.37%, equivalente a una variación anualizada de 4.53%. El grupo de alimentos y bebidas no alcohólicas registró una variación de 0.83% y explica la mitad de la inflación de enero. El resultado sugiere que existen condiciones en el mercado de alimentos que presionan hacia arriba los precios y colocan su variación anualizada por encima del rango meta. En enero volvieron a subir los precios del pollo fresco, café, plátanos y huevos, entre otros componentes de la canasta básica del dominicano. 

El precio del grupo de transporte arrojó un buen resultado al registrarse una variación de -0.29%. Cabe destacar que la política de subsidio a los precios domésticos de los combustibles que ejecuta el gobierno limita el impacto de los aumentos de precios que se registran en los mercados internacionales. A pesar de que ese subsidio generalizado es regresivo, pues beneficia más a los más ricos, hay que reconocer que al reducir la tasa de variación del IPC se beneficia a toda la población. 

Las autoridades informaron simultáneamente que la tasa de inflación subyacente, la que se obtiene al excluir del índice de precios los alimentos y combustibles, se colocó en términos interanuales a enero en un 4.03%. Ese nivel de tasa de inflación, que guarda una estrecha relación con la política monetaria, revela que la estrategia de metas de inflación que aplica la autoridad monetaria ha logrado recuperar y mantener la estabilidad de precios desde mayo de 2023. Dicho resultado permite concluir que el Banco Central sigue cumpliendo exitosamente con su objetivo.

Trump lanza sus misiles arancelarios

[Escrito el 3 de febrero de 2025] 

El presidente Donald Trump cumplió su advertencia. Ayer anunció la imposición de un arancel de 25% a la mayoría de las importaciones provenientes de México y Canadá y de un 10% a las importaciones chinas.  Se estima que los nuevos aranceles, que afectarán mercancías por un monto de 1.4 millones de millones dólares, triplicarán la tarifa promedio actual de estados Unidos que oscila alrededor del 3%. 

Trump no escuchó a ninguno de los expertos sobre economía internacional. A pesar de que la mayoría de los economistas, no solo los estadounidenses, critica el uso de la política arancelaria para reducir el déficit comercial o para estimular la reindustrialización de Estados Unidos, Trump decidió castigar con altos aranceles a dichos países. 

Incluso llegó a decir que el pueblo estadounidense debe estar preparado a pagar el precio que pudiese producir los aranceles más altos a cambio de hacer grande de nuevo a América. Los constructores de viviendas y los fabricantes de automóviles estadounidenses, entre otros productores, indicaron hoy que esas medidas arancelarias incrementarían significativamente sus costos y, en consecuencia, los consumidores tendrían que pagar mayores precios. 

La reacción del mercado fue inmediata. Los tres principales indicadores bursátiles descendieron significativamente. El Dow retrocedió 123 puntos, equivalentes a un descenso de 0.3%. El S&P 500 cayó 0.8% y el Nasdaq descendió 1.2%. Hay que destacar que esas variaciones al cierre fueron mucho menores a las observadas durante las horas de la mañana. 

Las tasas de cambio del dólar frente al peso mexicano y respecto al dólar canadiense se comportaron como establecen los libros de texto; ambas hacia arriba.  La moneda mexicana llegó a depreciarse en un 2% y la canadiense en un 1%.  

Afortunadamente, después de una llamada telefónica, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció que había acordado con Trump posponer por treinta días la entrada en vigor de los nuevos aranceles. El gobierno mexicano se comprometió a reforzar la frontera norte para evitar el tráfico de droga. La decisión de México fue inteligente, pues una retaliación arancelaria hubiese sido muy costosa para su población. 

El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, también conversó con Trump y logró posponer por treinta días la aplicación de la medida arancelaria. Canadá se comprometió a fortalecer la lucha contra el flujo de fentanilo que va al territorio estadounidense.  

Después de los citados acuerdos, tanto el peso mexicano como el dólar canadiense mejoraron su posición frente al dólar, recuperando gran parte del valor que habían perdido durante la mañana. Es deseable que en los próximos días se registren negociaciones intensas que eviten de manera definitiva la aplicación de esos altos aranceles.  

lunes, 3 de febrero de 2025

El costo de doblegar al banco central

[Frente al Statu Quo. Publicado en Diario Libre el 3 de febrero de 2025.]

Donald Trump se ha colocado sobre una ruta de colisión con la Reserva Federal. El presidente de Estados Unidos busca una reducción de la tasa de interés con el doble objetivo de crear condiciones favorables al crecimiento del producto interno bruto (PIB) y de mantener la tendencia ascendente del precio de los activos financieros, incluidos los digitales.  

La semana pasada, tal como se había previsto en esta columna, el banco central de Estados Unidos decidió mantener sin cambios y en territorio restrictivo la tasa de interés de política monetaria, debido a que la tasa de inflación continúa muy por encima de la meta del 2%. A diciembre de 2024, la tasa de inflación interanual, medida por la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC), se colocó en un 2.9% y la tasa de desocupación cerró en un nivel cercano al pleno empleo. En consecuencia, no era conveniente flexibilizar las condiciones monetarias, pues podría aumentar la inflación. 

La tasa de interés de referencia de la Reserva Federal permanecerá dentro del rango que va del 4.25% al 4.5% durante varios meses más. El mercado prevé que no habrá recortes adicionales de dicha tasa hasta, al menos, la reunión de política que se celebrará en junio de este año. Además, en el mejor de los casos, se proyecta la aprobación durante 2025 de dos recortes de 25 puntos básicos cada uno. 

Ante la decisión de no reducir la tasa de interés, Trump afirmó que “debido a que Jay Powell y la Fed no lograron detener el problema que crearon con la inflación, lo haré liberando la producción de energía estadounidense, recortando la regulación, reequilibrando el comercio internacional y reactivando la fabricación estadounidense.” Esas declaraciones reflejan el malestar y la impaciencia de Trump, lo que sugiere que las relaciones entre la Reserva Federal y el primer mandatario serán extremadamente tensas y turbulentas hasta mayo de 2026, cuando concluya el mandato de Powell.

El banco central de Estados Unidos fue creado en diciembre de 1913 mediante la promulgación de la Ley de la Reserva Federal, con el propósito de que dicha institución dotara de credibilidad a la política monetaria y sirviera de respaldo al sistema bancario en tiempos de crisis. El banco central es la entidad responsable de crear la oferta de dinero base y de situar la tasa de interés en un nivel compatible con la doble meta de mantener una tasa de inflación baja y estable y un mercado laboral con pleno empleo. 

Algunas de las medidas económicas anunciadas por Trump preocupan a la Reserva Federal, ya que podrían provocar subidas de precios. La imposición de un arancel del 20% a todas las mercancías importadas, de un 25% a las importaciones provenientes de México y Canadá, o de un 10% a las originarias de China elevaría los precios y acentuaría la persistencia de la tasa de inflación. Asimismo, la deportación masiva de inmigrantes ilegales que se encuentran actualmente empleados equivaldría a un choque de oferta negativo que aumentaría los costos laborales unitarios y los precios de los bienes y servicios. Una inflación más persistente obligaría a la Reserva Federal a aplicar una política monetaria más restrictiva, lo que significaría un incremento de las tasas de interés. Esa postura monetaria generaría un gran malestar en la Casa Blanca. 

Un choque con el presidente Trump podría afectar a la independencia y credibilidad de las decisiones del principal banco central del mundo. Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE), advirtió recientemente -sin mencionar a Trump- que la interferencia política en las decisiones del organismo emisor perjudica su capacidad de reducir la inflación, puesto que produce una mayor volatilidad económica y genera aumentos de precios más pronunciados. 

La independencia del banco central respecto al poder político facilita la aplicación de una política monetaria consistente a lo largo del tiempo, tal como fue definida a finales de los años setenta por los profesores Edward C. Prescott y Finn Kydland, galardonados con el premio Nobel de Economía en el año 2004. De sus estudios se desprende que, cuando los intereses políticos traspasan las puertas del banco central y se instala en sus órganos de decisión la discrecionalidad en el manejo de la política monetaria, se reduce la transparencia y efectividad de las comunicaciones y se adoptan decisiones inesperadas, incoherentes e incompatibles con el control de la tasa de inflación. Con el paso del tiempo, la inconsistencia intertemporal reduce la credibilidad de los objetivos anunciados por las autoridades, disminuye la efectividad de la política monetaria a niveles subóptimos y crea un entorno riesgoso y desfavorable para el crecimiento sostenido de la actividad productiva y del empleo. 

Las acciones de la Reserva Federal, tanto antes como después de que Trump tome su control mediante el nombramiento de su próximo presidente en 2026, impactarían en la economía global y forzarían a los demás bancos centrales a adoptar medidas para enfrentar la inflación importada. En particular, la incertidumbre sobre las decisiones de la Reserva restringiría la capacidad del Banco Central de la República Dominicana para reducir la tasa de interés de mercado. A pesar de que en 2024 el dinámico sector privado nacional logró expandir el producto interno bruto en un 5%, no es menos cierto que cada día que pasa con tasas de interés excesivamente elevadas se contrae la posibilidad de que se pueda incrementar la inversión y el consumo a un ritmo compatible con el crecimiento del PIB potencial. 

En conclusión, si Trump consigue doblegar a las autoridades monetarias estadounidenses, o nombra presidente de la Reserva Federal a un político complaciente con los intereses y requerimientos del Ejecutivo, el costo puede resultar catastrófico. Una postura monetaria inadecuada provocaría aumentos de precios y la pérdida del anclaje de las expectativas de inflación. Debido a la incertidumbre económica resultante, es probable que los mercados financieros registren caídas significativas de los principales índices bursátiles. Ese escenario, unido a una mayor volatilidad, generaría un entorno pesimista para la población que reduciría la demanda agregada y el crecimiento económico.