martes, 15 de agosto de 2023

Medidas para acelerar la convergencia del ingreso per cápita

[Escrito el 11 de agosto de 2023] 

En un reciente documento del Fondo Monetario Internacional se presenta la capacidad que ha tenido la República Dominicana de acercarse al ingreso per cápita de los Estados Unidos. De acuerdo con sus cálculos, en 2022 el producto interno bruto dominicano por habitante representa un 32% del producto per cápita estadounidense, superando significativamente el 25% que exhibe en promedio América Latina.

En los cincuenta años comprendidos entre 1972 y 2022, la República Dominicana alcanzó una velocidad de convergencia promedio superior a otros países de la región, incluyendo a Panamá y Chile que son otras economías con muy buen desempeño. Por cada diez años, la velocidad media de convergencia dominicana es de tres puntos porcentuales; es decir, en diez años el ingreso por habitante se acerca al ingreso per cápita de los Estados Unidos a un ritmo de tres puntos porcentuales.  Panamá y Chile lo hacen alrededor de dos puntos porcentuales. Colombia, Uruguay y Costa Rica a una tasa de convergencia menor a un punto porcentual. Y otros países, como México, Haití, Guatemala, Perú, El Salvador, Bolivia, Ecuador, Honduras, Brasil tienen tasas de convergencia negativas; es decir, que con el paso del tiempo su ingreso per cápita se aleja del estadounidense.

República Dominicana ha logrado la mayor tasa de convergencia porque la economía ha crecido más rápido que la de los demás países de la región. En cincuenta años, el producto interno bruto real dominicano se ha expandido a un ritmo anual de 4.9%, superando a Panamá, 4.5%; Paraguay, 4.2%; Costa Rica, 4.1%; y Colombia, 3.8%; entre otros. Ese comportamiento le ha permitido a la República Dominicana alcanzar en la región el sexto producto interno bruto per cápita medido en paridad de poder adquisitivo.

En el estudio elaborado por Frank Fuentes, Emilio Fernández y Alejandro Santos del FMI, se recomiendan reformas estructurales para elevar el ritmo de crecimiento potencial y acelerar la tasa media de convergencia del ingreso per cápita. Entre esas reformas se encuentran: la encaminada a mejorar el nivel educativo de la población para así incrementar la productividad laboral; la reforma del sector eléctrico para mejorar el desempeño del sector eléctrico, en particular el de las empresas distribuidoras de electricidad, que es un agujero negro que deteriora las finanzas públicas y la capacidad del Estado de aumentar la inversión pública; y la reforma del mercado laboral para abordar la informalidad y elevar la calidad del empleo.

Esas tres reformas son indispensables para que se acelere el progreso de la República Dominicana, que se ha logrado gracias a que durante la mayor parte de esos cincuenta años se ha tenido estabilidad macroeconómica -con un banco central cada vez más fuerte e independiente- y una clase política que ha sabido ponerse de acuerdo en temas fundamentales para el fortalecimiento de la democracia y el bienestar de la nación.  

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