[Escrito el 15 de agosto de 2023]
Argentina es un país rico en recursos naturales. No solo en aquellos bienes
que tienen demanda tradicional, sino en aquellos que se utilizan actualmente
para la producción de nuevas tecnologías. Lamentablemente, la tradición es ver
a su población sufrir por la ejecución de una mala política económica.
Resultados que se repiten continuamente en la economía argentina son:
gasto público excesivo; aumento del déficit de las finanzas públicas y del
endeudamiento gubernamental; descontrol de los agregados monetarios; pérdida de
credibilidad de las autoridades fiscales y monetarias; depreciación acelerada
de la moneda nacional; incremento exponencial de la inflación; deterioro del
poder de compra de los ingresos de la población; desaceleración o contracción
de la actividad económica y del empleo; deterioro de las condiciones de vida de
la gente; incumplimiento del pago de la deuda; ajuste severo y empobrecedor de
las finanzas públicas. Y el ciclo vuelve a comenzar.
El mercado cambiario es un desastre. La cotización del dólar en el
mercado negro -o libre- registró una depreciación de un 18%, situándose en 705
pesos por dólar, alejándose mucho más del tipo de cambio oficial de 361 pesos
por dólar. Las autoridades incrementaron la tasa de interés a 118% para
controlar la debacle del peso, pero ese nivel no será suficiente si se toma en
consideración que se proyecta una inflación anual en el entorno de 180%. Y esa
presión cambiaria e inflacionaria ocurre días antes de que el Directorio del
Fondo Monetario Internacional apruebe un desembolso de 7,500 millones de
dólares al gobierno argentino.
En esas elecciones primarias resultó favorecido con el 30.1% el
economista liberal Javier Milei, quien tiene un discurso en contra del statu
quo que ha gobernado Argentina por décadas. De ganar las elecciones
presidenciales de octubre, Milei ha prometido reducir el gasto público y
dolarizar la economía. Además ha señalado que le pondrá fin a “la clase
política parasitaria que está hundiendo el país.”
El partido Juntos por el Cambio, con Patricia Bullrich a la cabeza,
obtuvo el 28.3%. La Bullrich promete que desmantelará el legado populista del
peronismo y kirchnerismo, e indica que adoptará las medidas necesarias para
estabilizar la economía.
El candidato oficialista y actual ministro de Economía, Sergio Massa,
quien obtuvo el 27.2% en las primarias, está luchando para evitar que la
economía colapse en sus manos. Pero poco puede hacer, pues si ejecuta alguna
medida fiscal que ayude a estabilizarla cavaría su tumba política.
Lo ideal para el país es adelantar las elecciones y que un nuevo
gobierno se encargue de iniciar el ajuste económico. Desafortunadamente, el
capital político que tendrá el nuevo incumbente desde el inicio será muy bajo, pues
el nivel de sufrimiento económico a que ha sido sometido el pueblo argentino es
tan intenso que poca capacidad habrá para aguantar las necesarias medidas de
ajuste económico.
Wow! Aristy, tremenda panoramica ha usted descrito de la economia Argentina y su manejo económico. Es una pena que no hayan logrado controlar su macroeconomia en más de 20 años.
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