miércoles, 19 de octubre de 2022

Al borde de una nueva intervención militar en Haití

[Escrito el 12 de octubre de 2022] 

Los Estados Unidos se prepara para intervenir militarmente el territorio haitiano. El subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de los Estados Unidos, Brian A. Nichols, visitará hoy y mañana Puerto Príncipe junto al Teniente General Andrew Croft, Comandante Militar Adjunto del Comando Sur (SOUTHCOM). Esa delegación, acompañada de asesores en temas de narcotráfico y defensa, se reunirá con el Primer Ministro Ariel Henry, el Grupo Montana, líderes del sector privado y grupos de la sociedad civil para discutir una estrategia que permita mejorar la seguridad en ese territorio.

La necesidad de desplegar la ayuda necesaria para enfrentar la propagación del cólera, que el gobierno haitiano no puede llevar a cabo debido a las acciones de las bandas, será la razón para la intervención militar. Como mensaje preliminar, el servicio de Guardia Costera de los Estados Unidos ha enviado un poderoso buque a patrullar las costas de Puerto Príncipe.

La intervención militar estadounidense provocará nuevos flujos migratorios desde Haití hacia la República Dominicana. Esto significa que el gobierno del presidente Luis Abinader debe prepararse para enfrentar las consecuencias económicas. Los gastos en que incurrirá el gobierno dominicano serán elevados, no solo por concepto de movimientos de tropas hacia la frontera y por la compra de los equipos necesarios para un enfrentamiento adecuado con los miembros de bandas haitianas que pasarán al territorio dominicano, sino por concepto del incremento de la demanda de servicios sociales de los haitianos que pasarán irregularmente al territorio dominicano.

En ese contexto quiero recordarles un artículo escrito por Moisés Naím el 17 de enero de 2010 en el periódico español El País a propósito del terremoto que afectó Haití ese año. De acuerdo con Naím, Haití no tenía la capacidad de absorber la abundante ayuda internacional que estaba llegando. Por eso recomendó que había que ayudar a su gobierno a tener la capacidad de “ofrecerle los servicios básicos a la población” entre los que citaba agua, electricidad, salud. Lamentablemente, más de una década después, Haití está en peores condiciones, pues el control de las calles está en manos de las bandas y de los narcotraficantes.

Tal como pronosticó Naím en ese entonces, “la catástrofe de Haití va a estimular aún más la emigración de haitianos a la República Dominicana, aumentando la presión social y las demandas sobre los ya desbordados servicios públicos.” Ante esa posibilidad, el escritor venezolano recomendó a la comunidad internacional que ayudaran a la República Dominicana a soportar ese tsunami migratorio, que de hecho ha sucedido, pues basta con pasearse por los centros urbanos o zonas rurales para ver la extraordinaria densidad de la población de origen haitiano. Espero que ahora llegue esa cooperación.

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