miércoles, 29 de mayo de 2024

Responsabilidad fiscal y el déficit eléctrico

[Escrito el 29 de mayo de 2024]

Ayer comenté que la reducción del déficit del sector eléctrico es una condición necesaria para que se pueda ejecutar la reforma tributaria. Esa condición cobra una mayor importancia si toma en consideración la restricción que impondrá sobre la evolución del gasto público primario el proyecto de Ley de Responsabilidad Fiscal presentado en el Congreso Nacional por el Ministerio de Hacienda a mediados del año pasado.

De acuerdo con ese proyecto de Ley, el gasto público primario, definido como el gasto público total menos el gasto correspondiente a los intereses de la deuda pública, no podrá crecer en términos porcentuales por encima de la cifra que resulte de sumar tres puntos porcentuales a la inflación esperada. Si se asume que la inflación esperada es 4% anual, el gasto primario sólo podría expandirse hasta 7% anual.

Hay que recordar que la Ley General de Educación establece que el gasto público en educación debe ser como mínimo igual al 4% del producto interno bruto (PIB) nominal. Esto significa que el gasto en educación crecerá anualmente al ritmo del PIB nominal, que, asumiendo una tasa de crecimiento real de largo plazo de 5% y una variación del deflactor del PIB de 4%, se estima será de 9% anual.

Visto que esa variación relativa del gasto en educación superará la tasa de crecimiento del gasto primario total establecida por la Ley de Responsabilidad Fiscal, la participación del gasto en educación, como porcentaje del gasto primario, será cada vez mayor. En contraste, la participación del gasto en salud, vivienda, asistencia social, infraestructura, entre otros, como porcentaje del gasto primario total irá disminuyendo con el paso del tiempo.

La dinámica anterior se agravaría si no se reduce el déficit del sector eléctrico, que se financia con transferencias del gobierno central registradas como gasto primario. Si las distribuidoras de electricidad no mejoran su eficiencia operativa y su déficit financiero sigue expandiéndose, por ejemplo a la tasa de variación del PIB nominal, el resto del gasto primario -donde se encuentra la inversión en salud- se reducirá como porcentaje del PIB de manera más acentuada.

Ese comportamiento del resto del gasto público primario es inconsistente con el aporte positivo que debe tener el Estado a favor de la gente. De ahí se desprende como recomendación que antes de presentar el proyecto de reforma tributaria, evento que le exigirá a la población un mayor sacrificio económico, se indique cuáles serán las medidas que se adoptarán para reducir el déficit financiero del sector eléctrico, las cuales deben lograr que los usuarios que no están pagando lo que consumen de electricidad comiencen a cumplir con esa obligación. Así las cosas, concluyo reiterando que la reforma eléctrica es una condición necesaria para la reforma tributaria.

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