[Escrito el 26 de julio de 2016]
Las propuestas
económicas de Donald Trump no son del agrado de los economistas. No obstante,
las describiré objetivamente, guiándome de un trabajo publicado por The Wall
Street Journal.
Para promover el
empleo afirma Trump que aumentará la inversión pública en infraestructura. Con
relación a los impuestos afirma que los reducirá, específicamente se estima que
su propuesta disminuiría la tasa de impuesto sobre la renta de personas físicas
de un 39.6% a un 25% y la tasa corporativa de 35% a un 15%. Con esas medidas
aumentará la demanda agregada de bienes y servicios y se estimulará la creación
de puestos de trabajo, pues, de acuerdo a Trump, no aumentará el déficit
público y, en consecuencia, no habrá un incremento de tasas de interés que
desplace la inversión privada.
El candidato
republicano se opone al libre comercio. Hace unos días Trump prometió que
sacaría a los Estados Unidos de la Organización Mundial de Comercio. Esa posición
es consistente con sus ideas de restringir el comercio con China, México y
cualquier país que se piense haya “robado” empleo estadounidense mediante el
aprovechamiento de sus ventajas competitivas. En resumen, su posición con
relación al comercio internacional es aumentar los aranceles para proteger la
industria estadounidense.
Sobre el Sistema de
Seguridad Social, Trump señala que fortalecerá su viabilidad financiera
mediante la reducción del despilfarro y del abuso que cometen quienes se
aprovechan de ese sistema. No diré nada de lo que dicen los expertos sobre esas
ideas. Les remito al Wall Street Journal para que lo lean.
Hay más propuestas, sobre
deuda pública, inmigración, política monetaria, entre otras, que presentaré en
futuros comentarios.
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