[Escrito el 19 de julio de 2016]
Las
reducidas tasas de interés están disminuyendo los beneficios de la banca
internacional. El Bank of America, uno de los mejores bancos de los Estados
Unidos, ha declarado que sus beneficios se han reducido en un 17% con relación
a sus utilidades del año pasado. El Citigroup también registró un descenso de
14% y se estima que otros grandes bancos tendrán un comportamiento similar.
La decisión
de la Reserva Federal de no aumentar la tasa de interés de referencia explica
los bajos niveles de tasa de interés. Esto significa que hay dinero disponible
para los agentes económicos, públicos y privados, a niveles que pueden permitir
el financiamiento de numerosos proyectos de inversión.
Los países
emergentes deben mantener su casa en orden para atraer parte de esos capitales.
Una sana política económica ayudaría a que los bancos internacionales decidan
destinar recursos al financiamiento de proyectos productivos. De invertirse
adecuadamente, esto elevaría el nivel de capitalización per cápita y, en
consecuencia, el nivel de ingreso promedio de los habitantes de los países en
desarrollo.
Un dato
importante es que los recursos se inviertan adecuadamente. Esto significa que
el flujo de efectivo del proyecto de inversión sea sostenible en el tiempo, con
un riesgo controlado incluso en escenarios de estrés financiero. Y, sobre todo,
que el valor presente neto de ese flujo de efectivo generado por la empresa sea
positivo aun cuando la tasa de interés suba. De esa manera se logrará
transformar ese financiamiento en capital productivo eficiente, mejorando las
condiciones de vida de la población.
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