[Escrito el 10 de diciembre de 2014]
La noticia
inesperada del gobierno de los Estados Unidos sobre el aumento del inventario
de crudo en ese país provocó una caída de -4.1% en el precio del petróleo.
El
comportamiento de ese precio castigó a las empresas vinculadas con la
producción de petróleo. Se estima que a precios cercanos a los 60 dólares
muchas empresas energéticas dejarán de ser rentables y no podrán obtener el
flujo operativo suficiente para pagar sus abultadas deudas. Asimismo, esos
precios tan reducidos paralizarán proyectos de exploración y de inversión,
tanto en los Estados Unidos como en el extranjero.
El Dow Jones reflejó ese impacto a través de
una caída de 268 puntos, equivalente a una variación de -1.51%. Es el tercer día consecutivo que cae
el Dow, acumulando una pérdida de alrededor de 400 puntos.
El Nasdaq y
el S&P 500 descendieron en 1.73% y 1.64%, respectivamente.
A mi
entender, la caída de esos índices bursátiles será transitoria. Pienso que la
reducción del precio del petróleo mejorará el flujo de efectivo de las empresas
industriales, comerciales y de servicios. Esto elevará su atractivo y precio en
los mercados de capitales.
Eso me
lleva a pronosticar que, después de estas caídas, se registrará una
recuperación significativa de los tres principales índices bursátiles. De
hecho, pienso que el Dow romperá la barrera de los 18 mil puntos antes del 31
de diciembre de este año.
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