[Publicado el 3 de diciembre de 2014]
En el día
de hoy se publicó un artículo en el Financial Times que comenta sobre el
impacto que tendría el actual colapso de los precios del petróleo sobre los
flujos de petrodólares, que inundaron los mercados de capitales entre 2008 y 2014.
De acuerdo a ese artículo, el BNP Paribas estima que los miembros de la OPEP, organización
que incluye a Venezuela, sufrirán una disminución de sus ingresos en 2015 equivalente
a 316 mil millones de dólares.
Esto
significa que se detendrán las grandes compras de títulos del Tesoro de los
Estados Unidos, las inversiones en bonos corporativos, y las adquisiciones de
bienes inmuebles en París, Londres o Nueva York. Y quizás hasta se detenga el
financiamiento de Petrocaribe.
Para los
países importadores de capitales, como la República Dominicana, menor liquidez
externa es una mala noticia. Ese evento se complicaría por el aumento de las
tasas de interés que puede ser provocado por esa reversión de los flujos de
petrodólares.
El
comportamiento final de la actividad económica dependerá de si el efecto
positivo de la reducción del precio del petróleo es superior o no al impacto
negativo que provocará el aumento de las tasas de interés.
Si los
países deciden ahorrarse una parte de los recursos liberados por la menor
factura de petróleo, disminuiría la demanda de financiamiento, evitándose así
el incremento de las tasas de interés internacionales. Esto favorecería la
inversión, el empleo y el crecimiento del PIB.
Un entorno
muy positivo para la recuperación de la economía global.
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