[6 de enero de 2014]
En un reciente artículo sobre las reformas en México, Jorge
Castañeda, Secretario de Relaciones Exteriores en el período 2000-2003, afirmó
que existen dos subconjuntos de reformas. El primero agrupa a las
modificaciones legislativas que son “incompletas, superficiales o que
esencialmente mantienen el statu quo.” El segundo subconjunto de reformas
agrupa a las que realmente podrán cambiar su país.
Castañeda, actualmente profesor de Política y Estudios
Latinoamericanos y Caribeños en la
Universidad de Nueva York, afirma que las reformas del presidente
Enrique Peña Nieto en el sector energía y en el ámbito político ayudarán en la
transformación de México, siempre y cuando se corrijan algunos aspectos que él
identifica.
Lo más interesante de su artículo “La Segunda Revolución deMéxico” es que identifica problemas que hay que enfrentar para lograr un
crecimiento sostenible del PIB en el
entorno del 5% anual. De acuerdo a Castañeda las reformas deberán resolver los
problemas de educación deficiente, infraestructura, seguridad, justicia y corrupción
administrativa si se desea mejorar las condiciones de vida de la población.
El marco de análisis de Castañeda se puede aplicar al caso
dominicano. En este país se han realizado muchas reformas económicas y
políticas que, lamentablemente, han sido incompletas, superficiales o que
mantienen el statu quo.
Para modernizar la República Dominicana se requieren
reformas profundas y completas que mejoren la calidad de la educación de los
dominicanos y que fortalezcan las instituciones para lograr que el crimen y la
corrupción sean sancionados, eliminándose para siempre la impunidad que impera
en esta sociedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario