El
Departamento de Trabajo de los Estados Unidos informó el viernes pasado que el empleo en
diciembre pasado creció en 74 mil personas, el menor aumento mensual en los
últimos tres años. Esa cifra, inesperada por los analistas, contrasta con el
aumento promedio de 200 mil puestos de trabajo en meses recientes. No obstante,
la tasa de desempleo se redujo de 7% a un 6.7% debido a la caída a un 62.8% de
la población económicamente activa, el nivel más reducido desde finales de los
años setenta.
El
comportamiento del empleo refleja elementos estacionales. La mayor parte del
incremento de la demanda laboral se originó en el sector comercio al detalle. Y
la mayor reducción se registró en las actividades de construcción. Algunos
expertos señalan que las severas condiciones climáticas, que se agravaron en la
primera semana del mes de enero, explican parte del deterioro del mercado de
trabajo.
La tasa de
desempleo actual de un 6.7% supera en mucho el 4.6% registrado justo antes de
la recesión iniciada en diciembre de 2007. Durante esa crisis se destruyeron 9
millones de puestos de trabajo, de los cuales se han recuperado alrededor de 8
millones desde el primer trimestre de 2010.
La llegada
de Janet Yellen a la Reserva Federal, una economista keynesiana, permite
pronosticar que continuarán los estímulos monetarios y bajas tasas de interés
hasta que se logre reducir la tasa de desempleo a los niveles prevalecientes
antes de la Gran Recesión, aun cuando eso le cueste una tasa de inflación
superior al 2% anual.
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