jueves, 5 de noviembre de 2020

Trump vs. Biden

 [Escrito el 3 de noviembre de 2020]

Los estadounidenses eligen hoy a su Presidente. Por un lado, Donald Trump, el incumbente, quien ha ejecutado una política económica proteccionista y a favor de las grandes empresas e inmensas fortunas. Por otro lado, Joe Biden, quien promete aumentos de gastos sociales financiados a través de aumentos de impuestos sobre los ingresos y ganancias de capital de los ricos.

Desde el punto de vista de la incidencia fiscal, el recorte impositivo realizado por Trump en diciembre de 2017 fue regresivo, pues benefició más a los más ricos. Debe señalarse que la disminución de impuestos también tuvo un impacto positivo sobre la demanda, el empleo y la producción, lo cual permitió un aumento del nivel de ingreso promedio de la población.

La economía estadounidense se encontraba en condiciones excelentes antes de que fuera impactada por la pandemia del coronavirus en marzo de 2020. Trump logró mantener la trayectoria descendente del desempleo, el cual pasó de 9.3% en diciembre de 2010 a 4.7% en noviembre de 2016 y luego a 3.5% en febrero de 2020. Debe destacarse que la reducción del desempleo durante el período de Trump fue muy meritoria, pues se logró al mismo tiempo en que aumentó el porcentaje de población económicamente activa (PEA) en 0.6 puntos porcentuales, mientras que durante Obama se redujo la PEA en 2.9 puntos porcentuales (al pasar de 65.7% a 62.8%).  La tasa de crecimiento anualizada del PIB se mantuvo durante el período -precovid- de Trump (2.5%) cercano al promedio registrado por Obama (2.4%), que fue la tasa de crecimiento alcanzada después de la gran recesión de 2008-2009.

El mayor error de Trump ha sido el manejo de la crisis del Covid-19. El vertiginoso aumento de los contagios y las muertes asociadas ha generado un costo que muchos estadounidenses están dispuestos a cobrárselo en estas elecciones. Su negativa a lograr con el Congreso un nuevo acuerdo de apoyo a las empresas y hogares también le será cobrado.  

Las propuestas económicas de Biden, en particular las fiscales, podrían tener un impacto negativo sobre la economía. El aumento de impuestos a los negocios a 28% y aplicar una tasa de 39.6% a las ganancias de capital por encima de un millón que propone Biden, y el incremento de los gastos sociales (como el Obamacare), podrían aumentar los costos de emplear y de acumular capital, lo cual repercutiría negativamente sobre el empleo, la inversión y el crecimiento del PIB. Simultáneamente, la aplicación de su “revolución de energía limpia,” que implicaría un aumento de las regulaciones sobre la producción de energía (como el fracking y la energía renovable) y sobre los vehículos convencionales para que se reduzcan las emisiones, impactaría sobre el precio de la energía (e.g., del gas natural), así como sobre el precio de los vehículos y otros productos y, en consecuencia, sobre el nivel de bienestar de los contribuyentes de menores ingresos. De acuerdo con estimaciones de Casey B. Mulligan, profesor de Economía de la Universidad de Chicago, el costo de esas regulaciones representaría un 15.3% del ingreso total del quintil más pobre. Los más ricos, pertenecientes al quintil más alto, tendrán un impacto de solo 2.2%.

A pesar de esas críticas, trece profesores galardonados con el Premio Nivel de Economía firmaron una carta en la cual apoyan los principios y políticas económicas de Joe Biden. De acuerdo con ellos, aunque reconocen que tienen puntos de vista distintos en varias políticas económicas, piensan que la agenda económica de Biden mejorará la salud, la inversión, la sostenibilidad, la resiliencia, las oportunidades de empleo y la equidad en los Estados Unidos, superando las políticas de Donald Trump. Los firmantes son: George Akerlof; Peter Diamond; Oliver Hart; Eric Maskin; Daniel McFadden; Roger Myerson; William Nordhaus; Edmund Phelps; Paul Romer; Robert Solow; Michael Spence; Joseph Stiglitz; y Richard Thaler. Asimismo, 1,084 excelentes economistas, entre ellos Daron Acemoglu y Alberto Abadie, firmaron una carta abierta oponiéndose a la reelección de Trump debido a su forma caótica de gestionar la economía, tanto en el ámbito nacional como internacional. No obstante, otro grupo de economistas firmó una carta apoyando a Trump.

En términos del mercado se afirma que Trump será positivo para las acciones de crecimiento (growth stocks), que son aquellas empresas muy innovadoras que registran un crecimiento de sus ingresos más rápido que sus competidores (e.g., Amazon, Facebook, Alibaba, Netflix, Alphabet, entre otras).

Biden sería positivo para las acciones de valor (value stocks), que son empresas que están subvaluadas con relación al promedio de la industria, utilizando métricas como el ratio de precios a beneficios (P/E), y que tienen potencial de largo plazo por tener buenos fundamentos (e.g., JP Morgan, Citigroup, Ford, Energía).  

Sobre las elecciones, cabe destacar que en algunos estados los votos que se realizaron por correo sólo se podrán contar a partir de hoy. Esto implica un retraso de varios días. De acuerdo con el Wall Street Journal, se habían emitido por correo casi 100 millones de votos y los funcionarios electorales de muchos estados se preparan para un proceso de conteo prolongado. No obstante, a partir de los resultados que se obtengan de la votación de hoy se puede realizar una inferencia sobre el resultado final.

Si se asume que los demócratas y los simpatizantes demócratas tienen mayor aversión al coronavirus-19 es muy probable que la mayor proporción de esos votos sea por Biden. Los radicales anti-Trump piensan que el Presidente podría intentar retrasar o detener el conteo de los votos que se han enviado por correo. Esto sería terrible contra la democracia del país más poderoso de la tierra.

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