En enero pasado las reservas internacionales netas del Banco
Central cayeron en 545 millones de dólares. Dado el comportamiento histórico de
esa variable se puede calcular que la probabilidad de que descendiera en esa
magnitud era de sólo un 3%.
Las variaciones de las reservas revelan el grado de presión
en el mercado cambiario. Cuando hay mucha demanda de divisas el tipo de cambio
se deprecia y se pierden reservas. Esa demanda está afectada por factores
estacionales. Por lo general, en diciembre hay mucha oferta de dólares y en
enero hay mucha demanda.
La excesiva demanda de divisas estacional hace que cada
enero se reduzcan las reservas internacionales, tal como se muestra en la
gráfica. Pero también se observa que durante el año se registran eventos que incrementan
la disponibilidad de divisas, permitiéndole al Banco Central acumular más
dólares en sus cuentas.
El organismo emisor tiene instrumentos de política monetaria
para enfrentar esos movimientos estacionales. Uno de ellos es la tasa de
interés, que es el caballo de batalla del enfoque de política basado en metas
de inflación.
El adecuado manejo de las tasas de interés, y de otros
instrumentos financieros, ha permitido a las autoridades monetarias mantener
relativamente estable el tipo de cambio y acumular, entre enero de 2009 y enero
de 2014, 1,746 millones de dólares de reservas internacionales. Por eso, a mí
no me sorprendería si el Banco Central decide usar las tasas de interés en las
próximas semanas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario