miércoles, 19 de febrero de 2025

Milei paga el precio de un criptofraude

[Escrito el 19 de febrero de 2025] 

Javier Milei, presidente de Argentina, se encuentra entre las patas de un peligroso caballo, marcado con la palabra estafa. El viernes de la semana pasada, el primer mandatario publicó en su cuenta personal de X un mensaje en el cual promocionaba con mucho entusiasmo una nueva “memecoin,” denominada $LIBRA, que es un emprendimiento del estadounidense Hayden Mark Davis. 

Lamentablemente, Javier Milei, quien es economista de profesión, no evaluó adecuadamente el comportamiento del precio del memecoin lanzado hace un mes por el presidente Donald Trump, que lleva su nombre. Al igual que lo hizo el presidente argentino, Trump invitó a sus seguidores de X y de Truth Social a participar de esa oportunidad de inversión, sin decirles que podían perder gran parte de su dinero.  

El $TRUMP fue emitido el 17 de enero de 2025 y su precio pasó de 7 dólares a 73.94 dólares al 19 de enero, equivalente a un crecimiento porcentual de un 956%. Tal como he explicado en otros comentarios, ese tipo de criptoactivos no tiene ningún valor fundamental y, por tanto, su precio de equilibrio es igual a cero. 

El precio de 73.94 dólares que alcanzó el $TRUMP sólo reflejaba el componente especulativo denominado burbuja que, como es previsible, tarde o temprano, siempre se desinfla. Al 20 de enero el precio del $TRUMP ya había retrocedido a 32.18 dólares y el 18 de febrero se colocó en 15.94 dólares, destruyéndose alrededor de 11,600 millones de dólares de capitalización respecto al nivel máximo. En ese proceso de subida y caída exponencial del precio del $TRUMP hubo muchos compradores que perdieron toda su inversión y otros, seguramente pocos, ganaron mucho dinero. 

En el caso de la $LIBRA promovida por Milei, esta fue lanzada el 14 de febrero con un precio inicial de un dólar y se afirma que su capitalización de mercado superó los cuatro mil millones de dólares. Lamentablemente para los compradores de ese criptoactivo, un día después la cotización cayó a 15 centavos de dólar producto del retiro de 90 millones de dólares realizado por un pequeño grupo de especuladores que poseían información privilegiada, cayendo el nivel de capitalización a 76 millones de dólares. 

Frente a ese terrible resultado Javier Milei borró su mensaje y se ha limitado a decir que ese es un problema entre privados, como lo que ocurre en un casino. Por ello, es comprensible que muchas personas estén muy molestas con el presidente Milei, quien debe aprender la lección que enseña que una cosa es promover la libertad y otra el libertinaje económico.

De regreso al mercado de capitales

[Escrito el 18 de febrero de 2025] 

Hoy se anunció que el Ministerio de Hacienda realizó una emisión de nueva deuda pública en el mercado de capitales de Estados Unidos. De la mano de JPMorgan y del Citi, el gobierno dominicano realizó una oferta de emisión de títulos con el objetivo de financiar el déficit público de 2025 y también amortizar deuda vigente. 

El primer bono en dólares se emitió por una suma ascendente a dos mil millones de dólares con vencimiento a doce años (al 15 de marzo de 2037) y una tasa de rendimiento de 6.95%. Al momento de la emisión, el bono con vencimiento a 2036 tenía una tasa de rendimiento de 6.62%, lo cual revela que, como era previsible, la nueva emisión incluyó una prima adicional de alrededor de 25 puntos básicos. 

El segundo bono en dólares se emitió por un monto de mil millones de dólares con vencimiento a treinta años (al 24 de febrero de 2055), el cual se colocó a una tasa de rendimiento de 7.15%. Al comparar con la tasa de rendimiento del soberano con vencimiento en junio de 2049 (6.83%) y con la tasa del soberano con vencimiento en enero de 2060 (6.91%) se observa también que se pagó una prima adicional de alrededor de 25 puntos básicos. 

El tercer bono se emitió en pesos por un monto de 125 mil millones de pesos con un vencimiento a doce años (al 15 de marzo de 2037) y una tasa de rendimiento de 10.50%.  Dado que ese cupón no paga el 10% de impuesto sobre los ingresos por intereses, es equivalente a una tasa de rendimiento antes de impuestos de 11.67%. 

Resulta interesante destacar que hoy el Banco Central también emitió un título financiero en pesos a un vencimiento a tres años. La subasta pública consistía en 10 mil millones de Notas, pero apenas se colocaron 3,204 millones a una tasa de rendimiento promedio ponderado de 10.98%. Se recibieron ofertas por un valor nominal de 44,743 millones de pesos, pero con un precio a descuento de 89.62, lo que equivale a una tasa de rendimiento superior al 12% anual. 

El resultado de esa colocación del Banco Central confirma lo que comenté el 13 de febrero. Los ahorristas dominicanos exigen en la actualidad una mayor tasa de rendimiento por los instrumentos denominados en pesos de lo que se le está ofertando en el sistema bancario nacional. Por ello se puede pronosticar que en las próximas semanas subirá la tasa de interés pasiva

martes, 18 de febrero de 2025

La ineficiencia del arancel recíproco

[Escrito el 17 de febrero de 2025] 

La estrategia arancelaria del presidente Donald Trump es una fuente de incertidumbre para la economía global. 

Douglas A. Irwin, profesor de Economía en Darmouth College, ha criticado la propuesta de establecer aranceles recíprocos a los socios comerciales de Estados Unidos. Según Irwin, experto en política comercial, imponer un arancel igual al que imponen los otros países a las exportaciones estadounidenses “Parece justo…pero es en realidad una idea terrible.” 

Específicamente, indica que los aranceles recíprocos complicarían excesivamente el sistema arancelario de Estados Unidos porque habría que establecer miles de tasas. Esa decisión distorsionaría los precios relativos de las mercancías, lo cual crearía ineficiencias en la asignación de los recursos productivos y reduciría el nivel de bienestar del consumidor. Además, la industria estadounidense, que utiliza una gran cantidad de bienes importados para mejorar su competitividad, sería impactada negativamente. 

En un artículo que publiqué en Diario Libre el 20 de enero pasado señalé los costos del aumento de los aranceles. El efecto inmediato del incremento de los aranceles será el aumento de precios de los bienes importados, lo cual reduciría el ritmo de convergencia de la inflación a la meta del 2% establecida por la Reserva Federal. 

El Peterson Institute for International Economics, un centro de investigación localizado en Washington, D.C., estimó que el aumento de los aranceles costaría en promedio 2,600 dólares anuales a los hogares estadounidenses del tercer quintil de renta, equivalente a una caída de un 4.1% de su ingreso después de impuestos. Además, el aumento de los gravámenes a las importaciones acentuará la regresividad de la estructura arancelaria, pues las familias de menores ingresos sufrirán una caída de su renta disponible de un 6.3%, en contraste al descenso de solo un 1.4% que se observará en las remuneraciones de los hogares más ricos.

Frente a esos pronósticos negativos, lo mejor sería que la administración Trump entendiése que el déficit comercial depende del balance entre el ahorro doméstico y la inversión, lo cual tiene como contraparte los movimientos de capitales en forma de ahorro externo. Esto significa que el déficit comercial no depende del nivel de los aranceles, que es el instrumento de política que quieren utilizar los mercantilistas enquistados en el gobierno de Trump. 

lunes, 17 de febrero de 2025

Una inflación importada persistente

[Frente al Statu Quo. Publicado en Diario Libre el 17 de febrero de 2025]

La tasa de inflación de Estados Unidos registrada en enero sorprendió a los agentes económicos. Medida por la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC), dicha tasa subió en términos interanuales hasta un 3%, por encima del 2.9% proyectado por los economistas y lejos de la meta del 2%. Respecto a diciembre, el IPC varió en un 0.5%, arrojando una tasa anualizada del 6.2%. 

Algunos expertos sostienen que el aumento de la inflación no puede atribuirse a la política arancelaria, migratoria, fiscal y regulatoria del presidente Donald Trump, ya que todavía no ha comenzado a tener efectos sobre los precios finales. Más bien, consideran que el comportamiento actual de la tasa de inflación es un reflejo de la solidez de los mercados de bienes y de trabajo, lo cual presiona hacia arriba los precios y los costos laborales. Adicionalmente, destacan que la caída de la producción de huevos, provocada por la gripe aviar que afecta a las gallinas ponedoras, originó un aumento significativo de precios de ese alimento que influyó sobre la tasa de inflación. 

Frente al comportamiento reciente del IPC, hay quienes afirman que la Reserva Federal se equivocó al reducir en 50 puntos básicos la tasa de interés de política monetaria en septiembre de 2024 y recortarla después dos veces más, acumulando un descenso total de 100 puntos básicos durante el año pasado. 

El mercado prevé con una alta probabilidad que la Reserva Federal no realizará nuevos recortes de su tasa de interés hasta, por lo menos, julio de 2025. Cuando se apruebe, la disminución será de 25 puntos básicos y previsiblemente será la única variación negativa del año. Ello implica que la tasa de interés de política monetaria cerraría el año 2025 entre un 4% y un 4.25%, a menos que la tasa de inflación en Estados Unidos muestre una trayectoria descendente en los próximos meses. Larry Summers, profesor de Economía de la Universidad de Harvard, afirmó incluso que el próximo movimiento de la tasa de interés podría ser hacia arriba en lugar de hacia abajo. 

Ese escenario no es del agrado del presidente Trump, quien hace unos días declaró que “las tasas de interés deberían ser recortadas, algo que debería ir de la mano con los próximos aranceles.” Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, aseguró, con calma, ante miembros del Senado de Estados Unidos que la política monetaria seguirá “centrada en la evidencia” y que la entidad que dirige no responderá a la presión de la nueva administración para recortar las tasas de interés. Ese tipo de afirmaciones evidencia la tensión entre la Casa Blanca y la Reserva Federal. 

El mantenimiento de la tasa de interés de la Reserva Federal en territorio restrictivo condicionará la política monetaria del Banco Central de la República Dominicana. Dado que el diferencial actual entre las dos tasas de referencia es de apenas 1.25 puntos porcentuales, nivel que contrasta con la diferencia promedio de 4.5 puntos porcentuales, es muy probable y también prudente que el organismo emisor dominicano no vuelva a reducir su tasa de interés hasta que lo haga el banco central de Estados Unidos. 

Desde finales del año pasado, el Banco Central ha tomado medidas para reducir las tasas de interés activa y pasiva. En su informe sobre las condiciones monetarias y financieras al cierre de 2024, el organismo emisor indicó que desde la reunión de política de agosto redujo su tasa de interés de referencia en cinco ocasiones, cada una en 25 puntos básicos, hasta llegar a 5.75% en diciembre. Además, durante el último trimestre del año se redimieron a vencimiento alrededor de 140 mil millones de pesos de títulos del Banco Central y se aprobó la liberación de más de 35 mil millones de pesos del encaje legal destinados a convertirse en préstamos de la banca a una tasa de interés no mayor al 10%. 

Con el fin de evitar un aumento excesivo de la tasa de cambio, que cerró el año con una variación de un 5% y con un promedio de casi 61 pesos por dólar, el Banco Central intervino en el mercado cambiario mediante la venta de reservas internacionales netas. Esa medida redujo la liquidez y contrarrestó el efecto expansivo que buscaba el rector de la política monetaria nacional. 

Entre noviembre y diciembre de 2024, la tasa de interés activa bajó 104 puntos básicos, de un 16.09% a un 15.05%. Sin embargo, en lo que va de año, la tasa de interés activa ha vuelto a subir y se ha colocado en un 15.62% en los primeros 13 días de febrero. En contraste, entre octubre de 2024 y febrero de 2025, la tasa de interés pasiva, que beneficia a los ahorristas, cayó de un 10.34% a un 9.12%, un descenso de 122 puntos básicos. Aun así, se puede proyectar que el comportamiento a la baja de la tasa de interés pasiva será transitorio. 

En la subasta competitiva de Notas del Banco Central celebrada el 12 de febrero, por un monto de 10 mil millones de pesos, con un plazo de vencimiento a tres años y una tasa de interés cupón del 8%, el mercado presentó ofertas de compra a un precio descontado de 90.51, equivalente a una tasa de interés anual de casi un 12%. Ante esas propuestas, el banco decidió declarar desierta la subasta. 

Dicho resultado deja claro que los ahorristas comenzarán a exigir un mayor retorno por los instrumentos denominados en pesos y, si en las próximas semanas no se percibe un incremento de la tasa de interés pasiva, podría registrarse un aumento de la sustitución de pesos por dólares. Ese movimiento, estimulado por la política restrictiva de la Reserva Federal implementada para enfrentar su inflación persistente, aumentaría el ritmo de depreciación del peso por encima del previsto por las autoridades. Un escenario poco deseable, pues la tasa de cambio ya se colocó en 62.25 pesos por dólares en la banca comercial y en 62.80 pesos por dólar en los agentes de cambio, lo que dificulta la tarea de mantener ancladas las expectativas de inflación en el país. 

jueves, 13 de febrero de 2025

Las tasas de interés seguirán subiendo

[Escrito el 13 de febrero de 2025]

Desde finales del año pasado, el Banco Central ha tomado medidas para reducir la tasa de interés de mercado. En su informe sobre las condiciones monetarias y financieras al cierre de 2024, el organismo emisor indicó que desde la reunión de política de agosto redujo su tasa de interés de referencia en cinco ocasiones cada una. Además, durante el último trimestre del año se redimió a vencimiento alrededor de 140 mil millones de pesos de títulos del Banco Central y se aprobó la liberación de más de 35 mil millones de pesos del encaje legal para que se otorgaran préstamos a través de la banca a una tasa no mayor al 10%. 

Para evitar un aumento excesivo de la tasa de cambio, que cerró el año con una variación de un 5% y con un promedio de casi 61 pesos por dólar, el Banco Central intervino en el mercado cambiario mediante la venta de reservas internacionales netas. Esa decisión redujo la liquidez y contrarrestó el efecto expansivo que buscaba el rector de la política monetaria. 

Entre noviembre y diciembre de 2024, la tasa de interés activa se redujo en 104 puntos básicos, al pasar de un 16.09% a un 15.05%. Sin embargo, en lo que va de año, la tasa de interés activa ha vuelto a subir y se ha colocado en un 15.47% en los primeros 11 días de febrero. 

En contraste, entre octubre de 2024 y febrero de 2025, la tasa de interés pasiva, la que beneficia a los ahorristas, pasó de un 10.34% a un 9.16%, una disminución de 118 puntos básicos. Pero ese comportamiento a la baja será transitorio. 

En la subasta competitiva de Notas del Banco Central celebrada el 12 de febrero por un monto de 10 mil millones de pesos con un plazo de vencimiento a tres años y una tasa de interés cupón de 8%, el mercado presentó ofertas de compra con precio descontado de 90.51, lo que equivale a una tasa de interés de casi un 12%. Ante esas ofertas del público, el banco declaró desierta la subasta. 

Esto deja claro que los ahorristas exigen un mayor retorno por los instrumentos denominados en pesos y, si en las próximas semanas no se percibe una mejora de la tasa de interés pasiva, podrían aumentar las decisiones de sustitución de pesos por dólares. Esa acción aumentaría el ritmo de depreciación del peso por encima del previsto por las autoridades. Un escenario poco deseable. 

¿Ahorrar en pesos o en dólares?

[Escrito el 11 de febrero de 2025] 

Numerosas personas que desean tomar decisiones de ahorro e inversión me preguntan sobre la evolución esperada de las tasas de interés de instrumentos financieros denominados en pesos y de la tasa de cambio del peso respecto al dólar. La respuesta depende de las acciones del Banco Central de la República Dominicana, que a su vez están condicionadas por las decisiones de la Reserva Federal, el banco central de Estados Unidos. 

Pero antes de conocer sobre la trayectoria de esas variables, lo primero que deben tomar en consideración es que, para ahorrar en pesos, la tasa de interés de instrumentos financieros en pesos debe ser por lo menos igual a la tasa de interés de los instrumentos financieros denominados en dólares más la tasa de depreciación esperada del peso. Si el banco o el puesto de bolsa le está ofreciendo una tasa de interés o retorno anual de un 10% y existe un instrumento similar en dólares que le ofrece una tasa anual de un 4.5%, para que le haga sentido ahorrar en pesos la depreciación de la moneda nacional debe ser inferior al 5.5% anual. Si la depreciación lleva un ritmo superior, entonces conviene ahorrar en dólares porque ahorrar en pesos significaría perder riqueza en términos de dólares.  

El ejemplo anterior asume que el costo de canjear pesos por dólares, y viceversa, es bajo. Lamentablemente, en el sistema bancario de la República Dominicana el canje de una moneda a otra tiene un costo de hasta un 3%, que es extremadamente alto. Ese costo impide a los agentes económicos aprovechar al máximo el diferencial de las tasas de interés y la expectativa de depreciación del peso.   

Sobre la evolución de las tasas de interés y de la tasa de cambio, cabe decirles que, si el Banco Central redime a vencimiento sus certificados de inversión, o inyecta liquidez a tasas de interés subsidiadas o rebaja el encaje legal, presionaría a la baja la tasa de interés de los instrumentos financieros en pesos. Esa política monetaria expansiva provocará al mismo tiempo la depreciación del peso frente al dólar. Por otra parte, si la Reserva Federal mantiene alta su tasa de interés de referencia se produciría una sustitución de pesos hacia dólares y, probablemente, fuga de recursos al exterior. Lo inverso sucedería si el Banco Central mantiene una postura monetaria restrictiva que eleve la tasa de interés, reduzca el ritmo de depreciación de la tasa de cambio y haga atractivo ahorrar en instrumentos financieros en pesos.  

Trump sigue subiendo aranceles

[Escrtio el 10 de febrero de 2025] 

El presidente Donald Trump anunció que, a partir de hoy, lunes 10 de febrero, impondría un arancel de 25% a las importaciones de acero y aluminio. Esto constituye un paso adicional que dirige hacia una guerra comercial, que se prevé se intensifique esta semana porque el primer mandatario anunció que impondría nuevos arancelas a los países que gravan los bienes exportados de origen estadounidense. 

China, México y Canadá son los principales exportadores de esos productos hacia Estados Unidos, colocando en ese mercado alrededor de 54 mil millones de dólares. Se puede prever que llevaran a cabo una retaliación en contra de esas medidas proteccionistas, imponiendo aranceles a las exportaciones estadounidenses. 

Pero hay otros países que también serían afectados negativamente con la nueva medida arancelaria de Trump. La Unión Europea indicó que tomará medidas para defender los intereses de sus empresas, trabajadores y consumidores frente a las medidas injustificadas que esta adoptando el gobierno federal de Estados Unidos. 

El impacto sobre las empresas estadounidenses que utilizan esos materiales como insumos de su producción será negativo. Los fabricantes de vehículos sufrirían un aumento de costos, pérdida de competitividad y una reducción de su flujo libre de efectivo. Esto se traducirá en la reducción del valor de sus negocios y en la caída en el precio de sus acciones.  

El nivel de precios de la manufactura de Estados Unidos subirá. Ese resultado llevará a la Reserva Federal a mantener elevadas las tasas de interés por más tiempo. Un costo alto de los fondos prestables presionará a la baja el ritmo de crecimiento de las actividades productivas y alejará la expansión del producto interno bruto de la meta de un 3% que quiere alcanzar la administración Trump.

lunes, 10 de febrero de 2025

Misa o procesión

[Frente al Statu Quo. Publicado en Diario Libre el 10 de febrero de 2025.] 

El anuncio de las primeras medidas económicas del presidente Donald Trump ha perturbado la economía global. Se prevé que la imposición de altos aranceles a sus principales socios comerciales y las deportaciones masivas incrementen los precios de bienes y servicios en Estados Unidos, lo que llevará a la Reserva Federal a mantener por más tiempo su política monetaria en un territorio restrictivo con altas tasas de interés. Ante ese entorno económico internacional, ¿es posible, al mismo tiempo, reducir la tasa de interés y moderar el ritmo de depreciación de la tasa de cambio del peso frente al dólar en la República Dominicana? 

El Banco Central, dirigido por un equipo de técnicos que goza de una extraordinaria credibilidad y experiencia, ha logrado mantener desde mayo de 2023 la tasa de inflación interanual dentro de su rango meta de un 4%1%. Para reducir la inflación, que en abril de 2022 alcanzó en términos interanuales un 9.64%, y posteriormente anclar las expectativas de inflación alrededor del 4%, las autoridades utilizaron de manera restrictiva diversos instrumentos de política monetaria, como son la tasa de interés de referencia y los valores en circulación del organismo emisor. 

La desaceleración del crecimiento del producto interno bruto (PIB) registrada en el primer semestre de 2023 llevó al Banco Central a iniciar una etapa de flexibilización monetaria. Entre mayo de 2023 y diciembre de 2024, redujo la tasa de interés de referencia en 275 puntos básicos -de un 8.5% al 5.75%-. Durante ese período, se redimieron valores en circulación por un monto de 111,293 millones de pesos, se inyectó liquidez por casi 200 mil millones de pesos para el otorgamiento de préstamos a través de la banca y los agregados monetarios, como la base monetaria restringida y el medio circulante, se expandieron en 99,941 millones de pesos y 142,590 millones de pesos, respectivamente. 

La tasa de interés activa promedio ponderado, que se aplica a los préstamos, no respondió a la baja con la magnitud prevista. En lugar de caer significativamente, subió de un 15.89% en mayo de 2023 a un 16.09% en noviembre de 2024. En diciembre pasado, tras la liberación de 35 mil millones de pesos del encaje legal, la tasa de interés activa disminuyó en 104 puntos básicos. Una variación muy inferior a los 275 puntos básicos en los que se redujo durante el mismo período la tasa de interés de referencia. Todo ello sugiere que el mecanismo de transmisión no operó adecuadamente, ya que, en condiciones normales, la tasa de interés activa se hubiese reducido en una cantidad de puntos básicos similar. En lo que va del año 2025 se observa un aumento de la tasa de interés activa, que se ha colocado en la primera semana de febrero en un 15.43%. 

Por lo general, la inyección de liquidez en la economía provoca un aumento de la tasa de cambio. Entre mayo de 2023 y diciembre de 2024, la tasa de cambio de venta subió 6.25 pesos, al pasar de 54.67 pesos a 60.94 pesos por dólar, tal como se había proyectado en esta columna en septiembre pasado. El comportamiento ascendente de la tasa de cambio fue amortiguado por las intervenciones continuas que realizó el Banco Central en el mercado cambiario. En ese período, las reservas internacionales netas se redujeron en 2,804 millones de dólares, cerrando el año en 13,383 millones de dólares. Cabe recordar que la venta de reservas internacionales en el mercado cambiario extrae pesos de circulación y reduce el ritmo de depreciación de la moneda nacional. De manera excepcional, en enero de 2025, las reservas internacionales netas cayeron en casi 778 millones de dólares; no obstante, en ese mes la tasa de cambio se incrementó hasta cerrar en un promedio de 61.67 pesos por dólar y alcanzó los 62.20 pesos por dólar en los primeros días de febrero. 

La evidencia expuesta sugiere que al Banco Central le será muy difícil reducir la tasa de interés y, al mismo tiempo, moderar la depreciación cambiaria.  Para disminuir el ritmo de depreciación del peso frente al dólar sería necesario endurecer más la política monetaria, lo que implica que los agregados monetarios registren un ritmo de crecimiento por debajo de la expansión del PIB en términos nominales (alrededor de un 9% anual) y que las tasas de interés suban a niveles que impactarían negativamente la actividad económica, en particular, de la construcción, que lleva varios meses en caída. 

 Por otro lado, si las autoridades pretenden reducir las tasas de interés, será imprescindible limitar las intervenciones en el mercado cambiario solo cuando ocurran grandes perturbaciones desestabilizadoras, tal como recomienda el Fondo Monetario Internacional. La mayor disponibilidad de moneda nacional presionaría a la baja la tasa de interés de los préstamos y de los depósitos. Ese escenario requeriría mayor flexibilidad cambiaria y, muy probablemente, una tasa de cambio algo más elevada que la actual. 

Ello demuestra que no se puede estar en misa y en procesión al mismo tiempo. Más aún, la trayectoria de la tasa de interés y de la tasa de cambio estará condicionada por la política arancelaria y monetaria de Estados Unidos. Si el presidente Trump impone el arancel del 25% a México y a Canadá, el peso mexicano y el dólar canadiense se depreciarían respecto al dólar. Dicho resultado reduciría la competitividad de las exportaciones dominicanas en general y, en particular, de sus servicios turísticos. En consecuencia, se registraría una presión hacia la depreciación del peso dominicano. Además, si los nuevos aranceles provocan un aumento de la inflación estadounidense, la Reserva Federal no bajaría su tasa de interés en los próximos meses, lo que significa un límite inferior a la tasa de interés en el mercado financiero dominicano. 

En pocas palabras, la política de Trump podría generar en el país un aumento  simultáneo de la tasa de interés y del ritmo de depreciación del peso, un escenario perjudicial para la mayoría de los agentes económicos, sobre todo para los que tienen deudas denominadas en dólares.

jueves, 6 de febrero de 2025

Recomendaciones para enfrentar los altos aranceles de Trump

[Escrito el 6 de febrero de 2025]

A los países que sean golpeados por la política de altos aranceles de Donald Trump se les recomienda no contraatacar mediante represalias arancelarias. Al menos, esa es la opinión de Dani Rodrik, profesor de Economía de la Universidad de Harvard, quien afirma que la mejor reacción debe ser “mantener la calma y resistir la tentación de magnificar la locura.” Las represalias conducirían a una caída de la actividad económica a nivel global como sucedió en los años treinta. 

Canadá y México, cuyo comercio exterior depende en gran parte de Estados Unidos, serían impactados negativamente si deciden imponer aranceles a las importaciones de origen estadounidense. Los consumidores canadienses y mexicanos sufrirían porque los nuevos impuestos elevarían los precios de los bienes importados, lo que se acentuaría porque las monedas de ambos países se depreciarían respecto al dólar durante esa guerra arancelaria. 

Diversos estudios indican que existe una alta probabilidad de que ese escenario comercial provoque una recesión en Canadá y México. Ese resultado implica un incremento del desempleo y empeoramiento de las condiciones de vida de la población, tanto porque los precios domésticos serían más altos como debido a la destrucción de ingreso laboral. Estados Unidos también sufriría, pero en menor medida porque el comercio exterior tiene un menor peso en su economía.  

Rodrik opina que el mensaje óptimo de Canadá y México para Trump es: “Eres libre de destruir tu propia economía. Nosotros no planeamos hacer lo mismo. En su lugar, recurriremos a otros socios comerciales más confiables.” Eso no elimina la posibilidad de que se adopten algunas represalias contra empresas específicas que estén bajo el control de personas cercanas a Trump, como es el caso de Tesla. Gabriel Zucman, profesor de Economía de la Universidad de Berkeley, recomendó que esos dos países deben imponer un impuesto a la riqueza de Elon Musk si quiere vender sus automóviles en Canadá y México. Otros expertos han propuesto que los países golpeados por altos aranceles se apropien de propiedad intelectual de empresas estadounidenses que operan en sus territorios. 

Lamentablemente, el resultado final de todas esas medidas, o variaciones, será un menor nivel de producto interno bruto y peores condiciones de vida. Un escenario que se puede evitar si se impone el sentido común. 

La tasa de inflación bajo control de las autoridades

[Escrito el 5 de febrero de 2025]

El Banco Central de la República Dominicana publicó que la tasa de inflación interanual a enero, medida por la variación del índice de precios al consumidor (IPC), se colocó en un 3.32%. Esa variación se encuentra por debajo del centro del rango meta de inflación de 4%±1%.  

Respecto al mes de diciembre, el IPC se incrementó en un 0.37%, equivalente a una variación anualizada de 4.53%. El grupo de alimentos y bebidas no alcohólicas registró una variación de 0.83% y explica la mitad de la inflación de enero. El resultado sugiere que existen condiciones en el mercado de alimentos que presionan hacia arriba los precios y colocan su variación anualizada por encima del rango meta. En enero volvieron a subir los precios del pollo fresco, café, plátanos y huevos, entre otros componentes de la canasta básica del dominicano. 

El precio del grupo de transporte arrojó un buen resultado al registrarse una variación de -0.29%. Cabe destacar que la política de subsidio a los precios domésticos de los combustibles que ejecuta el gobierno limita el impacto de los aumentos de precios que se registran en los mercados internacionales. A pesar de que ese subsidio generalizado es regresivo, pues beneficia más a los más ricos, hay que reconocer que al reducir la tasa de variación del IPC se beneficia a toda la población. 

Las autoridades informaron simultáneamente que la tasa de inflación subyacente, la que se obtiene al excluir del índice de precios los alimentos y combustibles, se colocó en términos interanuales a enero en un 4.03%. Ese nivel de tasa de inflación, que guarda una estrecha relación con la política monetaria, revela que la estrategia de metas de inflación que aplica la autoridad monetaria ha logrado recuperar y mantener la estabilidad de precios desde mayo de 2023. Dicho resultado permite concluir que el Banco Central sigue cumpliendo exitosamente con su objetivo.

Trump lanza sus misiles arancelarios

[Escrito el 3 de febrero de 2025] 

El presidente Donald Trump cumplió su advertencia. Ayer anunció la imposición de un arancel de 25% a la mayoría de las importaciones provenientes de México y Canadá y de un 10% a las importaciones chinas.  Se estima que los nuevos aranceles, que afectarán mercancías por un monto de 1.4 millones de millones dólares, triplicarán la tarifa promedio actual de estados Unidos que oscila alrededor del 3%. 

Trump no escuchó a ninguno de los expertos sobre economía internacional. A pesar de que la mayoría de los economistas, no solo los estadounidenses, critica el uso de la política arancelaria para reducir el déficit comercial o para estimular la reindustrialización de Estados Unidos, Trump decidió castigar con altos aranceles a dichos países. 

Incluso llegó a decir que el pueblo estadounidense debe estar preparado a pagar el precio que pudiese producir los aranceles más altos a cambio de hacer grande de nuevo a América. Los constructores de viviendas y los fabricantes de automóviles estadounidenses, entre otros productores, indicaron hoy que esas medidas arancelarias incrementarían significativamente sus costos y, en consecuencia, los consumidores tendrían que pagar mayores precios. 

La reacción del mercado fue inmediata. Los tres principales indicadores bursátiles descendieron significativamente. El Dow retrocedió 123 puntos, equivalentes a un descenso de 0.3%. El S&P 500 cayó 0.8% y el Nasdaq descendió 1.2%. Hay que destacar que esas variaciones al cierre fueron mucho menores a las observadas durante las horas de la mañana. 

Las tasas de cambio del dólar frente al peso mexicano y respecto al dólar canadiense se comportaron como establecen los libros de texto; ambas hacia arriba.  La moneda mexicana llegó a depreciarse en un 2% y la canadiense en un 1%.  

Afortunadamente, después de una llamada telefónica, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció que había acordado con Trump posponer por treinta días la entrada en vigor de los nuevos aranceles. El gobierno mexicano se comprometió a reforzar la frontera norte para evitar el tráfico de droga. La decisión de México fue inteligente, pues una retaliación arancelaria hubiese sido muy costosa para su población. 

El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, también conversó con Trump y logró posponer por treinta días la aplicación de la medida arancelaria. Canadá se comprometió a fortalecer la lucha contra el flujo de fentanilo que va al territorio estadounidense.  

Después de los citados acuerdos, tanto el peso mexicano como el dólar canadiense mejoraron su posición frente al dólar, recuperando gran parte del valor que habían perdido durante la mañana. Es deseable que en los próximos días se registren negociaciones intensas que eviten de manera definitiva la aplicación de esos altos aranceles.  

lunes, 3 de febrero de 2025

El costo de doblegar al banco central

[Frente al Statu Quo. Publicado en Diario Libre el 3 de febrero de 2025.]

Donald Trump se ha colocado sobre una ruta de colisión con la Reserva Federal. El presidente de Estados Unidos busca una reducción de la tasa de interés con el doble objetivo de crear condiciones favorables al crecimiento del producto interno bruto (PIB) y de mantener la tendencia ascendente del precio de los activos financieros, incluidos los digitales.  

La semana pasada, tal como se había previsto en esta columna, el banco central de Estados Unidos decidió mantener sin cambios y en territorio restrictivo la tasa de interés de política monetaria, debido a que la tasa de inflación continúa muy por encima de la meta del 2%. A diciembre de 2024, la tasa de inflación interanual, medida por la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC), se colocó en un 2.9% y la tasa de desocupación cerró en un nivel cercano al pleno empleo. En consecuencia, no era conveniente flexibilizar las condiciones monetarias, pues podría aumentar la inflación. 

La tasa de interés de referencia de la Reserva Federal permanecerá dentro del rango que va del 4.25% al 4.5% durante varios meses más. El mercado prevé que no habrá recortes adicionales de dicha tasa hasta, al menos, la reunión de política que se celebrará en junio de este año. Además, en el mejor de los casos, se proyecta la aprobación durante 2025 de dos recortes de 25 puntos básicos cada uno. 

Ante la decisión de no reducir la tasa de interés, Trump afirmó que “debido a que Jay Powell y la Fed no lograron detener el problema que crearon con la inflación, lo haré liberando la producción de energía estadounidense, recortando la regulación, reequilibrando el comercio internacional y reactivando la fabricación estadounidense.” Esas declaraciones reflejan el malestar y la impaciencia de Trump, lo que sugiere que las relaciones entre la Reserva Federal y el primer mandatario serán extremadamente tensas y turbulentas hasta mayo de 2026, cuando concluya el mandato de Powell.

El banco central de Estados Unidos fue creado en diciembre de 1913 mediante la promulgación de la Ley de la Reserva Federal, con el propósito de que dicha institución dotara de credibilidad a la política monetaria y sirviera de respaldo al sistema bancario en tiempos de crisis. El banco central es la entidad responsable de crear la oferta de dinero base y de situar la tasa de interés en un nivel compatible con la doble meta de mantener una tasa de inflación baja y estable y un mercado laboral con pleno empleo. 

Algunas de las medidas económicas anunciadas por Trump preocupan a la Reserva Federal, ya que podrían provocar subidas de precios. La imposición de un arancel del 20% a todas las mercancías importadas, de un 25% a las importaciones provenientes de México y Canadá, o de un 10% a las originarias de China elevaría los precios y acentuaría la persistencia de la tasa de inflación. Asimismo, la deportación masiva de inmigrantes ilegales que se encuentran actualmente empleados equivaldría a un choque de oferta negativo que aumentaría los costos laborales unitarios y los precios de los bienes y servicios. Una inflación más persistente obligaría a la Reserva Federal a aplicar una política monetaria más restrictiva, lo que significaría un incremento de las tasas de interés. Esa postura monetaria generaría un gran malestar en la Casa Blanca. 

Un choque con el presidente Trump podría afectar a la independencia y credibilidad de las decisiones del principal banco central del mundo. Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE), advirtió recientemente -sin mencionar a Trump- que la interferencia política en las decisiones del organismo emisor perjudica su capacidad de reducir la inflación, puesto que produce una mayor volatilidad económica y genera aumentos de precios más pronunciados. 

La independencia del banco central respecto al poder político facilita la aplicación de una política monetaria consistente a lo largo del tiempo, tal como fue definida a finales de los años setenta por los profesores Edward C. Prescott y Finn Kydland, galardonados con el premio Nobel de Economía en el año 2004. De sus estudios se desprende que, cuando los intereses políticos traspasan las puertas del banco central y se instala en sus órganos de decisión la discrecionalidad en el manejo de la política monetaria, se reduce la transparencia y efectividad de las comunicaciones y se adoptan decisiones inesperadas, incoherentes e incompatibles con el control de la tasa de inflación. Con el paso del tiempo, la inconsistencia intertemporal reduce la credibilidad de los objetivos anunciados por las autoridades, disminuye la efectividad de la política monetaria a niveles subóptimos y crea un entorno riesgoso y desfavorable para el crecimiento sostenido de la actividad productiva y del empleo. 

Las acciones de la Reserva Federal, tanto antes como después de que Trump tome su control mediante el nombramiento de su próximo presidente en 2026, impactarían en la economía global y forzarían a los demás bancos centrales a adoptar medidas para enfrentar la inflación importada. En particular, la incertidumbre sobre las decisiones de la Reserva restringiría la capacidad del Banco Central de la República Dominicana para reducir la tasa de interés de mercado. A pesar de que en 2024 el dinámico sector privado nacional logró expandir el producto interno bruto en un 5%, no es menos cierto que cada día que pasa con tasas de interés excesivamente elevadas se contrae la posibilidad de que se pueda incrementar la inversión y el consumo a un ritmo compatible con el crecimiento del PIB potencial. 

En conclusión, si Trump consigue doblegar a las autoridades monetarias estadounidenses, o nombra presidente de la Reserva Federal a un político complaciente con los intereses y requerimientos del Ejecutivo, el costo puede resultar catastrófico. Una postura monetaria inadecuada provocaría aumentos de precios y la pérdida del anclaje de las expectativas de inflación. Debido a la incertidumbre económica resultante, es probable que los mercados financieros registren caídas significativas de los principales índices bursátiles. Ese escenario, unido a una mayor volatilidad, generaría un entorno pesimista para la población que reduciría la demanda agregada y el crecimiento económico.

jueves, 30 de enero de 2025

Petrificaron a Petro

[Escrito el 30 de enero de 2025] 

En un abrir y cerrar de ojos, una mala decisión de Gustavo Petro provocó una reacción de la administración Trump que lo petrificó. De manera inexplicable, el presidente de Colombia negó el derecho a entrar a su país a un grupo de colombianos deportados de Estados Unidos. 

Frente a la negativa de Petro de recibir los aviones estadounidenses que llegaban con sus compatriotas, Trump envió un mensaje contundente. Su gobierno invocó la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional de 1977 (IEEPA, por sus siglas en inglés) que le otorga poder al presidente de Estados Unidos para imponer aranceles en situaciones de emergencia nacional y estableció un arancel de 25% a todas las importaciones provenientes de Colombia. Una semana después se incrementaría la tasa arancelaria hasta un 50%. Al mismo tiempo, se indicó que aumentarían las inspecciones en las aduanas a toda mercancía y personas que llegasen con un pasaporte colombiano a Estados Unidos. Además, se impuso sanciones de visa a Petro y a sus colaboradores. 

Las consecuencias económicas para Colombia hubiesen sido desastrosas. En 2023, Colombia exportó a Estados Unidos casi 17 mil millones de dólares, equivalente a un 34% de sus ventas de mercancías a todo el mundo. El petróleo, sus derivados y carbón constituyen los principales productos exportados al representar el 42% de las exportaciones. Oro y piedras preciosas alcanzaron un 11%; flores y similares explican el 9.2%; y el café y té representan el 8.3% del total exportado. Un arancel de un 25% o, peor aún, de un 50% encarecería esos productos, por lo que serían desplazados por otros exportadores de la región, como México, Costa Rica y República Dominicana. Un menor valor exportado hubiese provocado una caída de la actividad económica y del empleo en Colombia.  

Frente a esa realidad, que perjudicaría a todo su pueblo, Petro decidió aceptar a los deportados a quienes mandaría a buscar en su avión presidencial. La decisión de Petro de pagar el costo de la repatriación de sus compatriotas deportados puede crear externalidades negativas al resto de América Latina. Algunos funcionarios y legisladores estadounidenses han señalado que para proteger el dinero de sus contribuyentes el costo del viaje de los deportados debe ser cubierto por los gobiernos de los países de origen. Así las cosas, se puede concluir que la bravuconada de Petro puede salir muy cara.  

No habrá recorte de la tasa de interés

[Escrito el 29 de enero de 2025]

 Tal como se había señalado, el banco central de Estados Unidos decidió en su reunión de enero mantener en territorio restrictivo la tasa de interés de política monetaria, debido a que la tasa de inflación sigue todavía lejos de la meta del 2%. A diciembre de 2024, la tasa de inflación interanual, medida por la variación del Índice de Precios al Consumidor, se colocó en 2.9% y no parece que se reducirá significativamente en los próximos meses. 

La tasa de interés de referencia seguirá dentro del rango que va de 4.25% a 4.5%. El mercado prevé que no habrá recortes adicionales de esa tasa hasta, por lo menos, la reunión de política a celebrarse en junio de este año. 

Como reacción a la decisión de la Reserva Federal, el presidente Donald Trump declaró a través de su cuenta de Truth que “debido a que Jay Powell y la Fed no lograron detener el problema que crearon con la inflación, lo haré liberando la producción de energía estadounidense, recortando la regulación, reequilibrando el comercio internacional y reactivando la fabricación estadounidense.” Ese es un claro mensaje de que Trump desea que la tasa de interés se reduzca para poder alcanzar un mayor ritmo de crecimiento económico y que en mayo de 2026, cuando se le cumple el plazo, Powell dejará de ser el presidente del banco central de Estados Unidos.  

La decisión de la Reserva Federal restringe la capacidad del Banco Central de la República Dominicana para reducir la tasa de interés. Actualmente, la tasa de interés de referencia se encuentra en 5.75%, apenas 1.5 puntos porcentuales por encima de la tasa de interés de la Reserva Federal. Esa pequeña diferencia, que contrasta con el promedio histórico de más de 4 puntos porcentuales, revela que el Banco Central tendrá que poner en pausa su política de recorte de tasas de interés. En consecuencia, se puede proyectar que, en la reunión de enero, las autoridades monetarias dominicanas mantendrán sin cambios la tasa de interés de referencia.

martes, 28 de enero de 2025

El DeepSeek atenta contra las burbujas

[Escrito el 27 de enero de 2025]

 En marzo y abril de 2024 comenté sobre las burbujas financieras relacionadas con la inteligencia artificial. Advertí que los precios de las acciones de las principales empresas tecnológicas, las siete magnificas, se encontraban en niveles muy superiores al precio de equilibrio que se obtiene de calcular el valor presente del flujo libre de efectivo proyectado. 

Para esa fecha señalé que el precio que se alcanza durante la fase expansiva de una burbuja es transitorio y tiende, tarde o temprano, a converger a un nivel de equilibrio mucho menor. El componente transitorio de la burbuja es alimentado por el optimismo exagerado de los adquirientes de esas acciones que se creen ciegamente los cuentos que realizan los dirigentes de esas empresas. Decir que sus productos son los mejores, que tienen conocimientos que nadie podrá superar, que ningún competidor los alcanzará, son cantos de sirena que los inversionistas piensan que se traducirán en mayores y crecientes beneficios futuros.

Hoy quedó demostrado lo que sucede con el precio burbujeante de una acción cuando se da a conocer la llegada de un competidor más eficiente. DeepSeek es una poderosa herramienta de inteligencia artificial de código abierto fabricada por una empresa emergente china, que posee características similares a ChatGPT de OpenAI. La gran diferencia es que el costo de producción de DeepSeek fue de menos de 6 millones de dólares, mientras que el de OpenAI superó los 100 millones de dólares. En palabras del profesor Olivier Blanchard en su cuenta de X, DeepSeek probablemente provocó “el mayor cambio positivo en un día en el valor actual descontado del crecimiento de la productividad factorial total en la historia del mundo.”

La noticia de que se puede entrenar un modelo de lenguaje grande con un algoritmo más eficiente y, por tanto, a un costo mucho menor llevó a los inversionistas a pensar que la demanda de los chips de Nvidia se reducirá. Ante la expectativa de que los precios de esos chips y el flujo de caja de ese gigante tecnológico se reducirán, la reacción del mercado fue devastadora. El precio de la acción de Nvidia cayó en un 17% y cerró en 118.42 dólares. La destrucción de valor de mercado fue de casi 600 mil millones de dólares, una caída récord, cerca de cinco veces el producto interno bruto de la República Dominicana. 

Otras empresas relacionadas también sufrieron de la masacre. El precio de la acción de Broadcom, una empresa fabricante de semiconductores utilizados para la infraestructura de inteligencia artificial, descendió un 17%, equivalente a una pérdida de valor de 200 mil millones de dólares. Oracle, cayó 14%. Super Micro Computer, -13%; y Constellation Energy, -21%. En resumen, el Nasdaq retrocedió 3.1%, como reflejo de lo que puede suceder con las burbujas financieras.

lunes, 27 de enero de 2025

La gran burbuja

[Frente al Statu Quo. Publicado en Diario Libre el 27 de enero de 2025.]

¿Qué opina del bitcoin como instrumento de inversión? Paradójicamente, esa es una de las preguntas que suelen formular al autor de esta columna las mismas personas que se inquietan cuando la tasa de cambio del peso respecto al dólar se deprecia un 5% en un año. Es muy probable que esos potenciales inversionistas, o aprendices de especuladores, no tengan el tipo de estómago requerido para soportar la volatilidad del precio de esos activos digitales. 

El valor de dichos activos financieros se fundamenta en su capacidad de generar flujo de efectivo a lo largo del tiempo, cantidad que es descontada hasta el presente por agentes económicos racionales. En ocasiones, sin embargo, el precio alcanza niveles muy superiores al que se desprende de la valoración basada en sus fundamentos económicos descontados, lo cual origina anomalías de mercado transitorias que se denominan burbujas. 

Por lo general, las burbujas ocurren en un entorno en el que es difícil la estimación precisa del valor fundamental de un determinado activo. Diversas circunstancias, como el uso de nuevas tecnologías, innovaciones -reales o ficticias- y la difusión masiva de datos e información asimétrica -a través de las redes sociales y celebridades- son, según el premio Nobel de Economía Robert Shiller, “factores precipitantes” que fomentan un excesivo optimismo o una “exuberancia irracional” entre los inversionistas. Ese fenómeno influye sobre la demanda especulativa del activo y desvía su precio del valor fundamental de equilibrio. 

La expectativa del agente económico optimista, aquel que compró el activo a un precio muy por encima de su valor generado por el flujo de efectivo descontado, es que aparezca otro inversionista dispuesto a pagar aún más por el mismo activo. La secuencia de compradores optimistas incrementa el volumen de las transacciones, eleva el precio de reventa y lo mantiene sobre una tendencia ascendente continua.  

La burbuja se vuelve más grande, persistente y peligrosa cuando entra en juego el apalancamiento. Según José A. Scheinkman, profesor de Economía de la Universidad de Columbia, si los “optimistas extremos” pueden endeudarse para adquirir una mayor cantidad del activo financiero, el precio seguiría subiendo cada vez más y se interrelacionaría de forma más intensa con el resto de la economía. El comportamiento ascendente del precio se acentúa si existe la creencia de que el uso de la nueva tecnología, como el “blockchain” o la inteligencia artificial, hará que la demanda del activo crezca a un ritmo superior al de su oferta. 

La evidencia empírica demuestra que las burbujas no pueden sostenerse indefinidamente en el mercado. El precio alcanzado durante la fase de expansión es transitorio y, tarde o temprano, se produce una implosión que lo hace converger a un equilibrio mucho menor. Los agentes que quedan atrapados durante ese proceso pierden su inversión, mientras que los únicos beneficiados son los que lograron salir del mercado a tiempo. Ahí queda patente que no se ha creado riqueza, solo se ha transferido de unas manos a otras. 

La desaparición de las burbujas infladas excesivamente por el apalancamiento suele provocar grandes crisis. Charles P. Kindleberger y Robert Z. Aliber, profesores de Economía del MIT y de la Universidad de Chicago, respectivamente, presentan en su obra “Manías, Pánicos y Cracs” un conjunto de casos que se iniciaron por la especulación y la expansión crediticia durante la fase de manía. A esta le siguió un grave estrés financiero que concluyó en un pánico generalizado y una terrible crisis. Según dichos autores, la implosión de una burbuja siempre destapa fraudes y estafas gestados durante la fase de manía gracias a la asimetría de información. El colapso en noviembre de 2022 de FTX, una plataforma de intercambio de criptomonedas, es un ejemplo de falsa innovación financiera, difusión de información asimétrica y fraude operativo, que concluyó con la pérdida de más de 8 mil millones de dólares. 

El presidente Donald Trump emitió la semana pasada una Orden Ejecutiva para apoyar el crecimiento de la demanda de criptoactivos. Además, promoverá el apalancamiento de las operaciones con ese tipo de activos digitales al permitir que las compañías que los utilizan accedan plenamente a los servicios bancarios en Estados Unidos. Ese respaldo a los activos digitales se ha traducido en un crecimiento de un 51% del precio del bitcoin desde que Trump ganó las elecciones, al pasar de 69,358 dólares el 5 de noviembre de 2024 a 104,819 dólares el 23 de enero de 2025. El bitcoin presenta todas las características de una burbuja: su precio no se corresponde con sus fundamentos, pero sigue subiendo empujado por la difusión de información sobre las supuestas innovaciones derivadas de ese activo, cuya oferta máxima se ha establecido en 21 millones de unidades. 

Ante la ebullición del mercado de los activos digitales, el presidente de Estados Unidos anunció, el pasado 17 de enero, el lanzamiento de su “memecoin”, el $TRUMP. El precio de ese nuevo activo digital subió en pocas horas de 7 dólares a 73.86 dólares, equivalente a una variación de 955%. Sin embargo, luego cayó y se estabilizó alrededor de los 30 dólares al 25 de enero, reduciendo la capitalización de mercado de 14,500 millones de dólares a 6,110 millones de dólares en ese periodo. El aumento de la oferta de ese tipo de instrumentos financieros con mayor volatilidad de precios podría provocar la pérdida de confianza y precipitar el colapso de la burbuja.  

¿Incluiría criptoactivos, como el bitcoin, en su portafolio de inversiones? Esa es otra de las preguntas recurrentes de los que desean invertir sus ahorros. La respuesta es simple: depende. Si a usted le gusta jugar en casinos y dispone de recursos que está dispuesto a perder con facilidad, entonces invierta en bitcoin, el precio del cual seguirá subiendo por un tiempo gracias a las medidas adoptadas por Trump. Por el contrario, si usted siente aversión al riesgo y no puede permitirse perder sus chelitos en un proceso volátil de sube y baja, ha de abstenerse de adquirir un activo cuyo precio, tarde o temprano, caerá de manera significativa y convergerá a su valor de equilibrio que, con alta probabilidad, está muy cercano a cero. 

viernes, 24 de enero de 2025

Comenzó Trump a soltar el brazo

[Escrito el 23 de enero de 2025]

A través de una videoconferencia presentada en el Foro Económico Mundial que se celebra en Davos, Suiza, el presidente Donald Trump exhortó a sus socios comerciales que fabriquen sus productos en Estados Unidos, donde se les beneficiará con “uno de los impuestos más bajos de cualquier nación de la tierra.” A seguidas advirtió que, si no aprovechan esa oportunidad, entonces tendrán que pagar aranceles para poder vender en el mercado más grande del mundo. 

La Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional de 1977 (IEEPA, por sus siglas en inglés) le otorga capacidad al presidente Trump de imponer aranceles en situaciones de emergencia nacional. Los expertos afirman que esa legislación será invocada en cualquier momento para elevar los aranceles a las importaciones provenientes de la Unión Europea, China, México y Canadá, entre otros países.

Por otro lado, Trump quiere con una medida alcanzar varios objetivos de manera simultánea. La reducción de los precios de la energía ayudaría a disminuir el nivel de precios y la inflación en Estados Unidos. Por eso le solicitó al príncipe heredero Mohamed bin Salman, primer ministro y líder de Arabia Saudita, y a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) que tomaran medidas que redujesen el precio del petróleo. 

Trump sostiene que un menor precio del crudo pondría presión sobre las finanzas públicas de Rusia, lo que llevaría a Vladimir Putin a poner fin a su intervención militar en Ucrania. Como se puede observar el presidente estadounidense, que desea reunirse con Putin a la brevedad posible para terminar esa guerra, pretende cazar dos pájaros con un solo tiro. 

Pero con ese tiro quiere llegar más lejos. Trump indicó que, con un precio del crudo más bajo y, por tanto, con un entorno económico caracterizado por una inflación cercana a la meta del 2%, le exigiría a la Reserva Federal un recorte de tasas de interés de inmediato. Ese cambio de postura monetaria de Estados Unidos provocaría que otros bancos centrales reduzcan sus tasas de interés, promoviendo así un mayor crecimiento económico global. 

¿Puede Trump subir los aranceles?

[Escrito el 22 de enero de 2025]

La Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional de 1977 (IEEPA, por sus siglas en inglés) autoriza al presidente de Estados Unidos a imponer aranceles y otras restricciones con el objetivo de regular las importaciones durante situaciones de emergencia nacional. Esa es la legislación que muy probablemente utilice Donald Trump para elevar los aranceles a la brevedad posible. 

El presidente republicano Richard Nixon utilizó el 15 de agosto de 1971 una legislación previa similar, específicamente, la Ley de Comercio con el Enemigo de 1917 (TWEA, por sus siglas en inglés), para declarar una emergencia nacional y establecer un arancel de 10% sobre todas las importaciones como respuesta a una crisis monetaria y así “proteger al dólar, mejorar la balanza de pagos e incrementar el empleo para los americanos.” Nixon fundamentó su decisión, que tenía en la mira principalmente a Japón y Alemania, en que esa medida arancelaria era mejor que una restricción cuantitativa al comercio, como son cuotas de importación. El 18 de diciembre de 1971, después de alcanzar importantes acuerdos económicos con los países miembros del G-10, se eliminó esa medida arancelaria. 

La mayoría de los economistas, a nivel global, opinan que el libre comercio promueve la eficiencia productiva y eleva el nivel de ingreso per cápita. En base a ese fundamento teórico y empírico, Estados Unidos ha sido, por lo general, un país promotor del libre comercio, con una tasa arancelaria promedio actual menor al 3% para la mayoría de los productos, incluyendo los bienes manufacturados. 

Trump ha prometido cambiar esa realidad arancelaria. A pesar de que se sabe que un aumento de los impuestos a las importaciones elevará el Índice de Precios al Consumidor, se ha puesto sobre la mesa el incremento de los aranceles con el objetivo de proteger a los sectores productivos estadounidenses de prácticas desleales del comercio ejecutadas por socios comerciales.  

En el menú de tasas a escoger, se encuentra una gran variedad. Trump ha propuesto establecer un arancel base con una tasa de un 10% a un 20% a todas las mercancías importadas; una tasa de, por lo menos, un 60% a los productos provenientes de China; y un arancel de un 100% a los países pertenecientes al BRICS. A México y Canadá le ha advertido que viene con una tasa de un 25%, a menos que le ayuden a enfrentar exitosamente la inmigración ilegal y el narcotráfico. Otros países pueden caer también en la lista de Trump. 

El regreso de Donald Trump

[Escrito el 20 de enero de 2025]

Donald Trump, quien demostró el extraordinario beneficio de no rendirse nunca, tomó posesión hoy como presidente de Estados Unidos. En su discurso resumió los principales objetivos de su nueva administración y presentó las políticas clave para alcanzarlos.  

Desde el inicio dejó claro que su meta es restablecer la grandeza de Estados Unidos. Un gran país que sea respetado económica, política y militarmente. 

Los intereses económicos de Estados Unidos van primero que los de cualquier socio. Se fomentará la industria nacional para que vuelva a ser competitiva a nivel global. Se analizarán las políticas comerciales de China, México y de otros países para determinar el arancel óptimo a ser aplicado a las importaciones provenientes de esas naciones. 

La inflación será derrotada. Aumentará la producción de los combustibles para reducir sus precios y elevar la competitividad de la producción nacional. 

Poderosos empresarios asistieron al acto de juramentación. Se estima que sus empresas representan un valor de mercado superior a los 12 millones de millones de dólares. 

Las fuerzas armadas serán fortalecidas para que sean respetadas nuevamente y capaces de acabar con las guerras existentes. Trump desea un legado de paz. 

El “wokismo” no será apoyado con recursos federales. Se acabaron los programas públicos que influyen en la selección del género. El gobierno solo reconocerá dos géneros, masculino y femenino.  

La seguridad nacional es innegociable para Trump. Anunció que declarará la frontera sur de Estados Unidos en emergencia nacional y utilizará la fuerza militar para asegurar el control total de esa zona geográfica. Las pandillas extranjeras serán exterminadas. Los carteles de narcotraficantes serán calificados como grupos terroristas y se les tratará con puño de hierro. 

Las deportaciones masivas se iniciarán a la brevedad, los criminales serán los primeros a ser deportados. 

El gobierno será reformado para que pueda operar eficientemente y tener más capacidad de ayudar a la población ante catástrofes naturales. La desregulación económica reducirá los costos de transacción y se creará un entorno favorable para la expansión del valor agregado creado por el sector privado. 

En fin, Donald Trump prometió al pueblo estadounidense una edad de oro para su país. Una América grande, próspera y libre. 

lunes, 20 de enero de 2025

Perturbaciones arancelarias

[Frente al Statu Quo. Publicado en Diario Libre el 20 de enero de 2025.]

Una de las principales herramientas del trumpismo económico es la política comercial. Donald Trump, al igual que hizo el presidente William McKinley a finales del siglo XIX, se ha autodefinido como un “hombre arancel.” Para ambos mandatarios republicanos, la protección de los sectores productivos frente a la competencia extranjera es clave para la prosperidad de Estados Unidos. En ese sentido, consideran que el arancel es el instrumento idóneo para encarecer las importaciones y elevar la competitividad de la producción nacional.  

Trump ha prometido un aumento sustancial de los aranceles. En diversas ocasiones ha propuesto el establecimiento de tarifas entre un 10% y un 20% a los productos provenientes de los socios comerciales de Estados Unidos, con la excepción de los bienes importados de China, que serían gravados con un 60%. 

El equipo económico designado por Trump tiene una orientación fuertemente sesgada hacia el proteccionismo. Stephen Miran, graduado de la Universidad de Harvard, ha sido nombrado jefe del Consejo de Asesores Económicos y es, junto a Peter Navarro, la vanguardia que defiende el alza de los aranceles. Según este economista, los niveles arancelarios actuales se encuentran por debajo de lo óptimo, por consiguiente, sostiene que se podrían incrementar sin perjudicar a los consumidores ni dañar la economía estadounidense. 

El secretario del Tesoro de Trump, Scott Bessent, ha dejado claro en su “Plan 3-3-3” que su objetivo es lograr que el producto interno bruto (PIB) crezca a un ritmo anual de un 3%, que el déficit público se reduzca a un 3% del PIB y que la producción de petróleo se incremente en 3 millones de barriles diarios. Para lograr la meta de crecimiento económico ha declarado que se concentrará en defender los intereses de Estados Unidos y proteger las cadenas de suministro vulnerables a competidores estratégicos.

La nueva administración debe considerar que el efecto inmediato del incremento de los aranceles será el aumento de precios de los bienes importados, lo cual reduciría el ritmo de convergencia de la inflación a la meta del 2% establecida por la Reserva Federal. El Peterson Institute for International Economics, un centro de investigación localizado en Washington, D.C., estimó que el aumento de los aranceles costaría en promedio 2,600 dólares anuales a los hogares estadounidenses del tercer quintil de renta, equivalente a una caída de un 4.1% de su ingreso después de impuestos. Además, el aumento de los gravámenes a las importaciones acentuará la regresividad de la estructura arancelaria, pues las familias de menores ingresos sufrirán una caída de su renta disponible de un 6.3%, en contraste al descenso de solo un 1.4% que se observará en las remuneraciones de los hogares más ricos.

En teoría, se prevé que la imposición de un mayor arancel reduzca las importaciones y genere una apreciación del dólar frente a otras monedas, lo que amortiguaría el impacto que tendrá el aumento de la tributación arancelaria sobre los precios. Algunos estudios empíricos han estimado la reacción de la tasa de cambio del dólar con relación a otras divisas después de que el presidente Trump tuiteara que aumentaría los aranceles a determinados socios comerciales. En el caso de México y Canadá, la amenaza de Trump provocó una apreciación del dólar respecto a las monedas de esos países de un 0.051% y de un 0.023%, respectivamente. 

Otras evidencias empíricas demuestran que las variaciones arancelarias provocan una apreciación de la moneda, pero a un ritmo inferior al incremento del arancel. En el período 2018-2019, Estados Unidos estableció un nuevo arancel promedio de un 15% sobre las importaciones provenientes de China, lo cual supuso una depreciación del renminbi frente al dólar de un 7%. La apreciación del dólar, si bien ayuda a reducir el impacto sobre la inflación, disminuye la competitividad de las exportaciones y reduce la magnitud de la posible mejora del saldo de las cuentas externas que se trata de conseguir con la política proteccionista. 

El aumento de los precios provocaría que la Reserva Federal modifique su política monetaria hacia una postura más restrictiva. La incertidumbre generada por la victoria del presidente Trump llevó a las autoridades monetarias estadounidenses a reducir la cantidad proyectada de recortes de la tasa de interés de referencia para 2025. Actualmente se prevé que, hasta la reunión de política de junio, el organismo emisor mantenga inalterada su tasa de interés en el rango que va de un 4.25% a un 4.5% y que, en el mejor de los casos, solo realice dos recortes de 25 puntos básicos cada uno. Esas condiciones monetarias, junto al muy probable aumento del déficit público derivado de la reforma del impuesto sobre la renta propuesta por Trump, mantendrían elevadas por más tiempo las tasas de interés de las Notas del Tesoro y, por tanto, las tasas de interés de los préstamos hipotecarios y de consumo. 

Diversos estudios han demostrado que el incremento de los aranceles produce, en el mediano plazo, una reducción estadísticamente significativa de la productividad y del ritmo de crecimiento de la actividad económica. Un equipo de técnicos del Fondo Monetario Internacional utilizó datos provenientes de 151 países en el horizonte temporal de 1963 a 2014 y determinó que el tipo de propuesta arancelaria de Trump aumentaría la tasa de desocupación y acentuaría la desigualdad de ingresos, con el perjuicio que supondría para los hogares de rentas más bajas. 

El proteccionismo de Trump puede provocar la retaliación de sus socios comerciales. China, la Unión Europea, Japón, México y Canadá, entre otros, podrían elevar los aranceles a las importaciones provenientes de Estados Unidos. El comercio global se reduciría y el impacto negativo sobre la actividad económica sería peor. También se registraría una desviación de los flujos comerciales que afectaría a algunas regiones más que a otras. Por ejemplo, un arancel de un 60% a las importaciones procedentes de China llevaría a esta nación a destinar una mayor parte de su producción hacia Europa y Latinoamérica, muy probablemente a precios de “dumping.” En fin, los efectos de las perturbaciones arancelarias y sus secuelas sobre el empleo y bienestar de la población serían devastadores. 

jueves, 16 de enero de 2025

El equipo económico de Trump

[Escrito el 16 de enero de 2025]

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha seleccionado un equipo de economistas con una fuerte vocación hacia la protección y apoyo de los sectores productivos estadounidenses. 

Scott Bessent, que proviene de Wall Street, ha sido seleccionado como el secretario del Tesoro. A pesar de que ha prometido reducir la inflación, ha defendido la aplicación de aranceles más altos. Bessent afirma que es importante defender los intereses de Estados Unidos y proteger las cadenas de suministro que sean vulnerables a competidores estratégicos. Su objetivo es lograr que el producto interno bruto crezca 3%, que el déficit público se reduzca a un 3% del PIB y que la producción de petróleo aumente en 3 millones de barriles diarios. 

Peter Navarro será el asesor principal en temas de comercio y manufactura. Desde el primer gobierno defendió el uso de la política de altos aranceles para encarecer las importaciones y mejorar la competitividad del aparato industrial de Estados Unidos. Durante el gobierno de Biden fue sentenciado a cuatro meses de prisión por negarse a cooperar con la comisión investigadora del ataque al Capitolio el 6 de enero de 2021. 

Stephen Miran, graduado de la Universidad de Harvard, ha sido seleccionado como jefe del Consejo de Asesores Económicos. Miran es el principal defensor de las propuestas arancelarias de Donald Trump. Según este economista, los niveles arancelarios actuales se encuentran por debajo del óptimo, en consecuencia, se podrían incrementar sin dañar la economía y justifica su argumento en que el dólar se apreciará, lo que reducirá el impacto negativo sobre los consumidores, y las recaudaciones aumentarán. 

Kevin Hassett será la cabeza del Consejo Nacional Económico. Su amplia experiencia en materia impositiva puede traducirse en la reducción de los impuestos sobre las empresas con el objetivo de estimular la inversión y el crecimiento económico. 

Howard Lutnick, otro gran ejecutivo de Wall Street, será el Secretario de Comercio. Lutnick será responsable de implementar las ideas de Trump en materia arancelaria y política industrial para apoyar el desarrollo de la actividad productiva estadounidense. Ha señalado que la propuesta de elevar los aranceles es un instrumento de negociación para conseguir beneficios a favor de Estados Unidos. 

Jamieson Greer, abogado experto en comercio internacional, será el representante del comercio de Estados Unidos (USTR). Greer, discípulo de Robert Lighthizer, llega con el mandato de trabajar con Lutnick para negociar acuerdos comerciales que brinden mayor protección y beneficios a las empresas de Estados Unidos. 

No cabe duda de que Trump ha seleccionado un equipo que defenderá su agenda económica. A quienes se les añade Russell Vought de la Oficina de Presupuesto y, por otro lado, Elon Musk y Vivek Ramaswamy, quienes se encargarán de hacer más eficiente el gobierno de Estados Unidos. 

Sube la inflación de Estados Unidos

[Escrito el 15 de enero de 2025] 

La inflación en Estados Unidos, medida por la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC), cerró el año en términos interanuales en un 2.9%. Respecto a noviembre, la variación del IPC de diciembre fue de un 0.4%, equivalente a una inflación anualizada de un 4.91%. Ambas cifras se encuentran muy por encima de la meta de un 2% establecida por la Reserva Federal. 

El alza de la inflación se explica por el incremento de un 4.4% en el precio del componente de combustibles con relación a noviembre. Si se excluye esa variación de precios, al igual que la de los precios de los alimentos, se obtiene que la inflación subyacente interanual a diciembre cerró en 3.2%. Respecto al mes anterior, la variación del IPC subyacente, que está muy asociado con la política monetaria, fue de un 0.2%, equivalente a una tasa anualizada de un 2.43%. 

Dado que los agentes económicos proyectaban una inflación subyacente mayor, en particular de un 3.3% interanual, la reacción del mercado de capitales fue positiva. El Dow avanzó 703 puntos, lo cual significa una variación relativa de 1.65%. El S&P 500 subió un 1.83% y el Nasdaq, que agrupa las principales empresas tecnológicas, se elevó en un extraordinario 2.45%. Por el lado de los títulos de renta fija, se puede destacar que hubo un aumento de la demanda de las Notas del Tesoro, lo que provocó que su tasa de rendimiento bajara entre ayer y hoy de un 4.78% a un 4.65%. 

A mi entender esa reacción del mercado fue incorrecta y será transitoria, pues lo que es importante para los precios de los activos financieros no es el pasado sino el futuro. Se puede proyectar, dado el conjunto de medidas que ha prometido ejecutar el presidente electo Donald Trump, que se podría producir un aumento de la inflación. 

Si esto ocurriese, la Reserva Federal mantendría su postura monetaria restrictiva y no bajaría su tasa de interés de referencia hasta que la inflación se reduzca a un nivel cercano a la meta. Ese escenario de política monetaria será incompatible con aumentos excesivos en los precios de las acciones y de los bonos. 

Ante esa incertidumbre, el Banco Central de la República Dominicana debe mantener una política monetaria cautelosa con el objetivo de asegurar el anclaje de las expectativas de inflación. Los primeros meses de la administración Trump serán muy movidos, por lo cual es recomendable seguir con los cinturones bien abrochados.

Las metas económicas de Trump

[Escrito el 14 de enero de 2025]

Donald Trump nominó como secretario del Tesoro a Scott Bessent, propietario de un multimillonario fondo de cobertura y antiguo colaborador de George Soros. Según el presidente electo, Bessent, a quien considera como uno de los hombres más brillantes de Wall Street, ayudará a su administración a adoptar medidas que eleven la competitividad de Estados Unidos y reduzcan el déficit de la balanza comercial. 

El probable secretario de Tesoro de Trump tiene como objetivo aumentar el ritmo de crecimiento del producto interno bruto (PIB), reducir la inflación y enfrentar la carga de la deuda pública. La meta de Bessent se puede sintetizar en el “plan 3-3-3” que presentó en el verano del año pasado, inspirado en las ideas del primer ministro japonés Shinzo Abe. 

Un crecimiento económico sostenido de 3% es la primera meta. La desregulación de la economía, el aumento de la producción de combustibles, la reducción de la inflación y la creación de un entorno favorable a la inversión privada son algunas de las medidas que propone Bessent para mejorar el ritmo de crecimiento del PIB. 

Un déficit fiscal federal no superior al 3% del PIB es la segunda meta. Actualmente el déficit se sitúa alrededor del 7% del PIB, lo cual implica un esfuerzo extraordinario para reducirlo a un 3%. Será necesario aumentar los ingresos públicos y recortar gastos de manera significativa.  

La tercera meta de Bessent es lograr que la producción de petróleo aumente en 3 millones de barriles diarios. La mayor disponibilidad de combustibles reducirá los precios de bienes y servicios, facilitándole el trabajo a la Reserva Federal, y elevará la competitividad de los sectores productivos estadounidenses. 

Los analistas afirman que esas metas podrían alcanzarse, pero enfrentarán escollos. Gerard Baker, columnista del Wall Street Journal, presentó las restricciones de una manera también numérica: 5-4-3. 

Una tasa de interés de 5% sobre la deuda pública es un limitante a la inversión. Actualmente, la tasa de rendimiento de las Notas del Tesoro a diez años se mueve alrededor de 4.8%. 

Una tasa de interés de referencia de la Reserva Federal por encima del 4% es otro problema. A la fecha se encuentra en el rango que va de 4.25% a 4.5%, y es muy probable que hasta junio no haya ningún recorte de esa tasa de interés. 

Por último, la persistente inflación que se mantiene cerca del 3% es un agravante. Esto, unido a las elevadas tasas de interés, limitarán el ritmo de crecimiento del PIB y dificultará el alcance de las metas propuestas por el próximo secretario del Tesoro de Estados Unidos. 

lunes, 13 de enero de 2025

Un mar embravecido para 2025

[Frente al Statu Quo. Publicado en Diario Libre el 13 de enero de 2025.]

Desde inicios del siglo XX, la política económica de Estados Unidos influye de manera decisiva sobre el desempeño económico dominicano. La evidencia acumulada durante más de cien años permite afirmar que si a la economía estadounidense le va bien, a la República Dominicana le va mejor. 

El año recién concluido fue bueno para Estados Unidos. Se estima que el producto interno bruto (PIB) creció un 2.7% y que la tasa de desocupación cerró en un 4.1%, nivel cercano al pleno empleo. Asimismo, la variación interanual del salario por hora se colocó en un 3.9% y se proyecta que la inflación subyacente se sitúe en un 2.8%. Aunque esa tasa se encuentra lejos de la meta de inflación del 2%, puede afirmarse que las expectativas inflacionarias mantienen un anclaje fuerte. Por otro lado, el mercado de valores registró un comportamiento muy positivo; basta decir que el índice S&P 500 se incrementó en un 23.3% durante 2024. 

A partir del 20 de enero, la administración Trump aplicará una nueva política económica que podría generar turbulencias en el mar que rodea la economía dominicana. Entre las medidas anunciadas por el presidente electo se destacan las siguientes: un aumento de los aranceles hasta alcanzar una tasa del 60%, con el objetivo de proteger la producción nacional y reducir el déficit comercial con el resto del mundo; el recorte del impuesto sobre la renta para estimular la inversión, elevar la productividad y aumentar el empleo; la racionalización y reducción del gasto público, responsabilidad que recaerá sobre Elon Musk, el magnate de las tecnologías avanzadas, quien deberá diseñar medidas que mejoren la eficiencia gubernamental; y la puesta en marcha de un proceso de desregulación económica y financiera, destinado a reducir los costos de transacción y eliminar trabas al sector privado para que este opere con mayor competitividad. 

Actualmente, existe un intenso debate sobre el impacto neto de las medidas señaladas. Algunos economistas, como Simon Johnson, profesor del MIT y Premio Nobel de Economía 2024, proyectan que podría registrarse en Estados Unidos un aumento de la tasa de inflación, una mayor regresividad del sistema tributario, un incremento del ya elevado déficit público y, en consecuencia, una mayor tasa de interés de las Notas del Tesoro. El resultado del apriete monetario, que la Reserva Federal se vería obligada a poner en marcha para enfrentar la presión provocada por el exceso de demanda sobre la tasa de inflación, se manifestaría en una tasa de interés de referencia más alta, la apreciación del dólar y la desaceleración del crecimiento económico. Además, los críticos de las propuestas de Trump advierten de la posibilidad de que el incremento unilateral de los aranceles desencadene una guerra comercial a nivel global, lo que generaría una contracción del volumen de transacciones internacionales, la destrucción de empleos y un menor nivel de bienestar. 

Entre ese grupo de expertos se encuentran quienes prevén una confrontación entre el presidente Trump y la Reserva Federal, liderada por Jerome Powell, que podría ocasionar la pérdida de credibilidad del banco central más poderoso del mundo. A pesar de que Trump no tiene poder para destituir a Powell, cuyo mandato se extiende hasta mayo de 2026, Maurice Obstfeld, profesor de Economía de la Universidad de California, Berkeley, sostiene que el presidente electo tratará de limitar la independencia del banco central para obligarle a adoptar medidas que reduzcan la tasa de interés de referencia, aun cuando esa postura monetaria sea incompatible con la estabilidad de precios. Además, algunos analistas afirman que el equipo de asesores de Trump priorizará el uso de criptomonedas como medio de pago alternativo al dólar, lo que disminuiría la influencia de la Reserva Federal en la economía y debilitaría el valor del dólar frente a otras divisas. 

Respecto a la política migratoria, el presidente Donald Trump ha anunciado una postura firme y estricta, basada en fomentar la entrada del capital humano necesario para la industria de alta tecnología que su gobierno pretende estimular, mientras que deportará a millones de inmigrantes indocumentados, especialmente a aquellos que tengan un pasado criminal. Sobre el impacto de dicha política migratoria, los críticos avisan que las deportaciones masivas serían equivalentes a un choque de oferta negativo que repercutiría negativamente sobre la actividad agrícola, la manufactura y la construcción y, por tanto, sobre el empleo y la producción de Estados Unidos. 

Por otro lado, algunos analistas, como Casey B. Mulligan, profesor de Economía de la Universidad de Chicago, proyectan que la gestión económica bajo las directrices de Trump acelerará su ritmo de crecimiento en un entorno de mayor eficiencia productiva, expansión del empleo y estabilidad de precios. Los defensores del presidente electo aseguran que la nueva administración ofrecerá más apoyo al sector privado para que pueda invertir y expandir la producción nacional, adoptando decisiones como el recorte de impuestos, la desregulación, una mayor inversión en infraestructura y la producción de energía a precios más competitivos. Asimismo, el desempeño positivo de los índices bursátiles y de la cotización del bitcoin se interpreta como una señal de que el mercado confía en el paquete de medidas propuesto por Trump.

A la República Dominicana, con su economía pequeña y abierta, le convienen las proyecciones de este último grupo de expertos. La turbulencia exógena que ocasionará la política de la nueva administración republicana tendría un impacto negativo sobre la actividad económica, elevando la inflación importada y acentuando la volatilidad cambiaria. Una contracción del comercio global repercutiría desfavorablemente en las exportaciones de bienes y servicios y, por tanto, reduciría el empleo en el país. Frente a ese escenario inflacionario, el Banco Central tendría que elevar la tasa de interés de referencia para reducir la demanda agregada y mantener la inflación dentro del rango meta, lo cual disminuiría la tasa de crecimiento económico. Finalmente, hay que destacar que resultará sumamente peligrosa y complicada la navegación por el mar del 2025, embravecido a causa de los fuertes oleajes de inestabilidad económica internacional. Por ello, es crucial trazar la ruta que minimice el impacto negativo de esos vaivenes sobre los segmentos más vulnerables de la población. 

Las tasas de intereses seguirán altas

[Escrito el 10 de enero de 2025]

 La tasa de rendimiento de las Notas del Tesoro de Estados Unidos a diez años volvió a subir hoy. Al final de la tarde se colocó en 4.78% y con esa subida empuja hacia arriba las tasas de otros instrumentos financieros, privados y soberanos. En particular, la tasa de interés de los préstamos hipotecarios a 30 años ronda el 7%, lo que dificulta la adquisición de viviendas. 

La confirmación de que el mercado laboral estadounidense sigue muy sólido acentuó la tendencia alcista de la tasa de interés. En diciembre se crearon 256 mil empleos no agrícolas, cifra que supera holgadamente la predicción de 155 mil empleos que se había realizado. Además, la tasa de desocupación cerró en diciembre en un 4.1%, 0.1 puntos porcentuales por debajo del nivel proyectado por la Reserva Federal. 

El dinamismo laboral mantuvo el ritmo de variación del ingreso por hora en 3.9%. Dicha variación supera en casi 1 punto porcentual la tasa de crecimiento compatible con la meta de tasa de inflación de 2%. Ese resultado fortalece la decisión de la Reserva Federal de mantener su política monetaria en territorio restrictivo hasta que la tasa de inflación se coloque en un nivel más cercano a la meta. Esto significa que, en las reuniones de enero, marzo y, muy probablemente, en la de mayo de este año la tasa de interés de referencia del banco central estadounidense se mantenga en el rango de 4.25% a 4.5%. 

El mercado de acciones reaccionó a la baja, pues a mayor tasa de interés menor es el valor presente esperado de ese tipo de instrumentos financieros de renta variable. El índice Dow retrocedió casi 700 puntos, equivalente a una variación de -1.63%. El S&P 500 descendió 1.54% y el Nasdaq, que agrupa a las empresas tecnológicas, cayó 1.63%. 

Esas noticias son negativas para la República Dominicana. En función de esos datos estadounidenses, se puede proyectar un aumento de la tasa de interés de los bonos soberanos dominicanos y, en consecuencia, de las tasas de interés activa y pasiva que influyen sobre las decisiones de consumo, ahorro e inversión de los agentes económicos localizados en el país.  

viernes, 10 de enero de 2025

El peligro del déficit fiscal

[Escrito el 9 de enero de 2025] 

El déficit fiscal se origina cuando los gastos se colocan por encima de los ingresos. Ese resultado obliga al endeudamiento público o a la emisión de dinero. Ambas formas de financiamiento generan consecuencias negativas sobre la economía como son el incremento de la tasa de interés y el descontrol de la variación de los precios. Un entorno caracterizado por esa situación económica lleva, aunque sea después de un auge transitorio, a un menor ritmo de crecimiento del producto interno bruto (PIB). 

El presidente electo Donald Trump ha propuesto modificaciones tributarias y arancelarias que podrían elevar el actualmente significativo déficit fiscal. Ante ese posible escenario, la tasa de rendimiento de las Notas del Tesoro a diez años se ha colocado desde hace meses sobre una trayectoria ascendente. Hoy el mercado cerró con una tasa de un 4.69%, nivel que contrasta con el 3.62% que se registró en septiembre de 2024. El comportamiento de esa tasa de rendimiento influye sobre las demás tasas de interés de la economía, como la de préstamos hipotecarios, que ha vuelto a rondar el 7%, lo cual dificulta a los agentes económicos la adquisición de viviendas. 

El problema de las finanzas públicas también se ha estado agravando en el Reino Unido. Según el Wall Street Journal, la tasa de rendimiento de la deuda gubernamental alcanzó el mayor nivel desde 1998. En particular, la tasa de interés de los bonos -el gilt- a diez años subió a 4.92% y el bono a treinta años subió a 5.46%. La causa del alza de la tasa de interés de esa deuda pública es el aumento de la prima de riesgo relacionado con el deterioro de las finanzas públicas y el incremento del endeudamiento. Al mismo tiempo, se observa la pérdida de valor de la libra esterlina, la cual cayó hoy en 0.6% frente al dólar. 

Los países en desarrollo también enfrentarán un mayor costo de financiamiento. La tasa de rendimiento de los títulos de deuda de los países avanzados, en particular Estados Unidos, se utiliza como referencia para determinar la tasa de interés de los bonos soberanos. Esto significa que los países como la República Dominicana tendrán que pagar un mayor costo financiero en las próximas colocaciones de deuda soberana. El efecto inmediato de esa situación es un aumento del gasto corriente por concepto de pago de intereses que, al acentuar el déficit fiscal, provocará un aumento de la prima de riesgo y un nuevo incremento de la tasa de interés de los bonos soberanos. Ese sería un paso que deterioraría la sostenibilidad de la deuda pública. 

El mensaje restrictivo de la Reserva Federal

[Escrito el 8 de enero de 2024]

El banco central de Estados Unidos ha decidido suspender los recortes de su tasa de interés de referencia. Actualmente, el principal instrumento de política monetaria se encuentra en el rango que va de 4.25% y 4.5%. Se prevé que no haya modificaciones, por lo menos, hasta mayo de 2025. 

Hoy se publicó el acta de la reunión de diciembre de la Reserva Federal que sugiere la existencia de significativos riesgos inflacionarios, que mantienen la variación de precios lejos de la meta del 2%. Si bajo la administración Trump se combina un aumento de los aranceles, la reducción del impuesto sobre la renta, el incremento del déficit público y la deportación masiva de inmigrantes ilegales podría aumentar la tasa de inflación y obligar al banco central a mantener la tasa de interés en un territorio restrictivo.

El mercado proyecta, con una probabilidad de un 95%, que en la reunión de enero no se recortará la tasa de interés. El acta de la Reserva Federal revela que los participantes de la reunión de diciembre indicaron que es apropiado reducir el ritmo de flexibilización monetaria. En el mejor de los casos, durante 2025 sólo se aprobarán dos recortes de la tasa de interés por una magnitud de 25 puntos básicos cada uno. 

El comportamiento reciente de la tasa de rendimiento de las Notas del Tesoro a diez años sugiere que habrá un entorno inflacionario turbulento. Entre el 6 de diciembre de 2024 y el 8 de enero de 2025, dicha tasa de rendimiento se incrementó en 54 puntos básicos, al pasar de un 4.17% a un 4.71%. 

Para la República Dominicana, el aumento de las tasas de interés de los títulos financieros de Estados Unidos implica un incremento inmediato del costo del financiamiento para los agentes económicos nacionales. La tasa de rendimiento de los bonos soberanos a diez años subió en ese mismo período en 55 puntos básicos, colocándose ayer en un 6.67%. Ese comportamiento del costo de financiamiento cobra una gran importancia dado que en las próximas semanas el gobierno dominicano saldrá al mercado de capitales a colocar, por lo menos, 3 mil millones de dólares en los mercados de capitales. 

Para que quede claro, por cada 50 puntos básicos que se incremente la tasa de interés de los bonos soberanos el costo total de una emisión de 3 mil millones de dólares de bonos a diez años se incrementará en 150 millones de dólares. Un impacto muy negativo, que está totalmente fuera del control de las autoridades dominicanas.  

La inflación bajo seguimiento

[Escrito el 7 de enero de 2025]

El Banco Central de la República Dominicana informó que la tasa de inflación, medida por la variación porcentual del índice de precios al consumidor (IPC), cerró en términos interanuales a diciembre de 2024 en un 3.35%; una de las menores tasas de toda la región.  

Ese resultado es una buena noticia, pues significa que la inflación se mantuvo por debajo del centro del rango meta de 4%1%. Asimismo, las autoridades monetarias lograron mantener ancladas las expectativas de inflación en el entorno del 4%, a pesar de que la tasa de cambio del peso con relación al dólar subió en un 5.9% entre diciembre de 2023 y el mismo mes del año que recién concluyó.

La variación porcentual del IPC de diciembre respecto al mes anterior fue de un 0.70%, que en términos anualizados equivale a una inflación de un 8.7%. Ese salto de la inflación se explica por el fuerte incremento de precios del grupo de alimentos registrado en diciembre respecto a noviembre que fue de un 1.53%. Los precios de los plátanos verdes, pollo, huevos y arroz son algunos de los que experimentaron variaciones significativas. 

La tasa de inflación subyacente interanual, la que excluye las variaciones de los precios de los alimentos y de los combustibles, se situó en un 4.01%; y la tasa subyacente anualizada en función de la variación de diciembre respecto a noviembre fue de un 6.6%, por encima del límite superior del rango meta. Esa métrica de inflación guarda una estrecha asociación con la política monetaria, por tanto, es de suma importancia darle seguimiento a su evolución para determinar si la política actual es la adecuada. 

Cabe destacar que, además de la influencia en el corto plazo, es imprescindible analizar si la política monetaria es consistente temporalmente, es decir, si se fundamenta en reglas que permanecen inmutables ante el cambio de las condiciones económicas. La credibilidad del organismo emisor se fortalece cuando se ejecuta una política monetaria coherente, lo que requiere de una estrategia de comunicación oportuna y transparente para que los agentes económicos puedan tomar sus decisiones eficientemente y mantengan ancladas las expectativas de inflación. Ese resultado es clave para el crecimiento económico de la nación. 

jueves, 2 de enero de 2025

Una anomalía monetaria

[Escrito el 30 de diciembre de 2024]

El Banco Central de la República Dominicana decidió, en su reunión de política de diciembre, realizar un nuevo recorte de 25 puntos básicos a la tasa de interés de referencia. El objetivo de esa decisión es lograr que las tasas de interés de mercado, tanto la activa como la pasiva, alcancen niveles más bajos y que sean compatibles con un ritmo de crecimiento del producto interno bruto (PIB) cercano a su potencial. 

Entre mayo de 2023 y diciembre de 2024, las autoridades monetarias recortaron la tasa de interés de referencia en 10 ocasiones, para una disminución total de 275 puntos básicos, al llevarla de 8.5% a 5.75%. 

Lamentablemente, las tasas de interés de mercado registraron un comportamiento a la baja mucho menor. Durante ese período, la tasa de interés activa promedio ponderado solo disminuyó 84 puntos básicos y se situó en diciembre de este año en 15.05%. Mientras, la tasa de interés pasiva promedio ponderado apenas se redujo en 55 puntos básicos y se colocó en diciembre en 9.80%. 

El resultado anterior pone de manifiesto la existencia de una anomalía. Según diversos modelos econométricos, una reducción de la tasa de interés de referencia en 275 puntos básicos debió provocar una disminución muy similar en las tasas de interés activa y pasiva. Si se toma en consideración el rezago de la influencia de la política monetaria, se puede estimar que la tasa de interés activa debió ser en diciembre de 2024 inferior a 13% y la pasiva no más de 7.85%. 

El equipo técnico del Banco Central debe explicar las causas de esa anomalía y tomar medidas que eviten que siga ocurriendo. Esto cobra una gran importancia si se toma en cuenta que, a partir de enero de 2025, la Reserva Federal suspenderá el proceso de recorte de su tasa de interés de referencia hasta que se conozcan los efectos de la nueva política económica que aplicará el presidente Donald Trump. Ese nuevo entorno restringirá el margen de maniobra de las autoridades nacionales y le dificultará alcanzar una mayor reducción de las tasas de interés activa y pasiva.