[Escrito el 3 de febrero de 2016]
Los
analistas e inversionistas comienzan a dudar sobre la posibilidad de que la
Reserva Federal siga aumentando la tasa de interés durante 2016.
La
fortaleza del dólar se hace más intensa cada vez que aumenta la tasa de interés
en los Estados Unidos o que se reduce la tasa de interés en Europa o Asia. Esto
provoca una pérdida de competitividad de las exportaciones estadounidenses y
estimula las importaciones. El resultado es una contracción de la demanda de
bienes producidos en los Estados Unidos, impactando negativamente sobre el
ritmo de crecimiento económico y sobre la creación de empleo.
En los
últimos 18 meses el dólar se apreció en un 23% frente al euro y en un 17%
frente al yen. Las empresas estadounidenses con presencia en esos mercados
sufren una reducción de sus beneficios en dólares cuando repatrian las
utilidades que obtienen en el extranjero.
La
apreciación del dólar también presiona hacia la baja de la tasa de inflación en
los Estados Unidos, debido a la contracción de la inflación importada. Esto le
envía un mensaje a la Reserva Federal de que todavía la tasa de inflación está
muy lejos de la meta de un 2% anual.
Esta
situación económica hace prever que la Reserva Federal pensará con mucho
detenimiento su próxima decisión sobre la tasa de interés de política
monetaria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario