viernes, 20 de marzo de 2015

Cuando el débil se convierte en abusador

[Escrito el 9 de marzo de 2015]

No cabe duda de que Alemania es un país poderoso. Su economía es la más grande de Europa y ocupa la cuarta posición a nivel mundial. En contraste, Grecia ocupa la posición número 43 en la lista del PIB global.

A pesar de esa diferencia de tamaño Grecia está jugando el papel de un país respondón e irrespetuoso frente al gigante germano.

El gobierno griego de Alexis Tsipras debe 170% de su PIB al resto de Europa y a los mercados de capitales, y se resiste a cumplir la reducción de gasto público pactada en los planes de rescate. Incluso el ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis,  habla de una posible reestructuración de la deuda.

Por otra parte, el gobierno griego acusó a España y a Portugal de querer derrocarlo, al mantener posiciones a favor de la consolidación fiscal. La respuesta del presidente español Mariano Rajoy fue sencilla: España no es responsable de la incapacidad de la izquierda griega de cumplir lo prometido en las elecciones.

Y con los humos subidos a la cabeza, la administración griega, en voz de su ministro de Defensa, Panos Kameno, ha señalado que su gobierno podría enviar a Alemania a todos los inmigrantes ilegales que lleguen a su país.

Esto es una muestra de cómo ser débil brinda una sensación de que el grande no lo atacará, lo cual lleva al pequeño a convertirse en abusador.


La República Dominicana también ha sido víctima de negociar con un país más débil y que está afectado por el síndrome del abusador. 

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